La mayoría de la gente que llega a Huntington Beach –la meca del surf en el sur de California– lo hace en busca de sus olas y sus fiestas interminables. Pero lo que Ike Tucker quiere es encontrar a su hermana y a los tres hombres con los que la vieron por última vez. Su búsqueda se convertirá en un viaje de autodescubrimiento rodeado de surfistas bronceados, atractivas rubias, moteros, punks y camellos. Joven e ingenuo, Ike se irá adentrando peligrosamente en las entrañas de una ciudad amable que esconde un violento submundo del que no le será fácil escapar.
Una poesía de subrayada modernidad que se reencuentra con sus fuentes, una escritura casi abstracta que se vuelve materia pura en nuestras manos, ante nuestros ojos.
Verano de 1939. Para los judíos, el momento adecuado para huir de Berlín ya ha pasado. Después de un desastroso intento para escapar de la ciudad que ha costado la vida a su madre, Sarah, una chica de 15 años, inteligente, atlética e impulsiva, se encuentra sola. Y sola deberá huir. Justo en el momento en que parece que nada puede ir a mejor, Sarah se topa con un espía británico que le hace una oferta que no puede rechazar: si le ayuda con su misión, la sacará de Alemania.
Es entonces cuando a Sarah se le da una nueva identidad y se la envía a un internado para las hijas de los principales oficiales nazis. Su misión: hacerse amiga de Elsa Schafer, la hija de un científico nuclear recluido, y descubrir todo lo que pueda sobre el laboratorio secreto de su propiedad. En constante peligro y con el miedo de ser descubierta, Sarah debe soportar el acoso despiadado de sus compañeras de escuela, la brutal mirada de una sociedad secreta y los constantes, sádicos y sociópatas comportamientos de sus profesores. Sin embargo, ella persevera, y finalmente se ganará la confianza de la lejana y distante Elsa.
Cuando finalmente la invitan a la finca de Elsa, Sarah casi puede saborear la libertad, o la idea de libertad. Pero luego descubre un arma que podría cambiar el curso de la guerra, y algo aún más horrible que podría provocar que Sarah saliera viva de allí…
Un huaco retrato es una pieza de cerámica prehispánica que buscaba representar los rostros indígenas con la mayor precisión posible. Se dice que capturaba el alma de las personas, un registro que ha sobrevivido oculto en el espejo roto de los siglos.
Estamos en 1878, y el explorador judío-austriaco Charles Wiener se prepara para ser reconocido por la comunidad académica en la Exposición Universal de París, una gran feria de "progresos tecnológicos" que cuenta entre sus atracciones con un zoo humano, culmen del racismo científico y del proyecto imperialista europeo. Wiener ha estado cerca de descubrir Machu Picchu, ha escrito un libro sobre el Perú, se ha llevado cerca de cuatro mil huacos y también un niño.
Ciento cincuenta años después, la protagonista de esta historia recorre el museo que acoge la colección Wiener para reconocerse en los rostros de los huacos que su tatarabuelo expolió. Sin más equipaje que la pérdida ni otro mapa que sus heridas abiertas, las íntimas y las históricas, persigue las huellas del patriarca familiar y las de la bastardía de su propia estirpe -que es la de muchos-, la búsqueda identitaria de nuestro tiempo: un archipiélago de abandonos, celos, culpas, racismo, vestigios fantasmales ocultos en las familias y la de construcción de un deseo tercamente anclado en un pensamiento colonial. Hay temblor y resistencia en estas páginas escritas con el aliento de quien recoge los pedazos de algo que se rompió hace tiempo, esperando que todo vuelva a encajar.
Llega el fin del verano y Hugo está listo para despedirlo en un festival con sus amigos. Esa noche, mientras disfrutan de la música y el baile, conoce a un chico
misterioso con el que acaba intercambiando unos besos y del que cree que no volverá a saber nada.
Durante ese mismo verano, Gael, un joven de clase alta que trabaja para su padre en un importante banco del país, decide dar un volantazo a su vida y seguir su vocación de dedicarse a la enseñanza. Su prometida Cayetana, con la que va a casarse ese mismo año, le apoya en su intención.
Cinco mujeres: cuatro están vivas, tres son forasteras, dos son hermanas, una está muerta. Y todas han pasado alguna vez por el Hotel World, que ahora nos acoge para mostrarnos una noche de sus vidas. Por los pasillos van desfilando sus esperanzas y sus desencantos, alojados en la memoria de ese lugar. Cada una se cruzará con las demás sin reparar en la casualidad de sus encuentros.
Juego, desafío, inventiva desbordante... Esta novela es una alquimia de mundos opuestos que chocan para dar como resultado una parábola moderna sobre la comunicación y la indiferencia y, finalmente, una defensa del amor.