Estás muy callada hoy sigue los pasos la narradora en Buenos Aires tras la muerte de su madre y sus ocasionales viajes a provincias para visitar a su padre, que ahora vive solo en la casa donde ella creció. El lector la ve en diferentes roles: como madre de dos hijos, esposa, hija, hermana, pero también como una niña sin madre. Con el paso de los años empieza a preguntarse quién es cuando está sola, sin tener que cuidar de nadie más, cuando deja de atender las necesidades de las personas que la rodean.
Recordando su infancia, sus relaciones con sus hermanos y con su madre, notando que ella no está más cerca de su padre ahora que antes de enviudar, también ve crecer a sus hijos. Sus dos hijas, Rosa y Elena, ya no necesitan mucho de ella, pero el menor, Pedro, tiene extrañas obsesiones y sufre mucho. Y frente a ella, siente que cada vez tiene menos en común con su marido, lo que le llevará a replantearse su matrimonio.
Estambul es un retrato de una de las ciudades más fascinantes de la Europa que mira a Asia. Pero es también una autobiografía, la del propio Orhan Pamuk. Su historia empieza en la infancia, recordando cómo tomó conciencia de que vivía en un espacio plagado de melancolía, un lugar que arrastraba un pasado glorioso e intentaba hacerse un hueco en la «modernidad». Esta elegía sirve para acercarnos a villas fantasmagóricas y callejuelas secretas, a estatuas valiosas y mutantes, a pintores, escritores y célebres asesinos. A una ciudad donde, por encima de todo, destaca el terapéutico Bosforo, que en la memoria del narrador es vida, salud y felicidad.
En París muere un físico después de mostrar un experimento en su laboratorio a una guapa visitante... En la selva de Malasia un misterioso individuo compra maquinaria de excavación profunda de una capacidad exagerada... En Vancouver alguien alquila un pequeño submarino para investigar en los mares de Nueva Guinea... Y en Tokio un agente de la inteligencia intenta captar el sentido de lo que está pasando.
Este es el arranque de Estado de miedo, la emocionante y polémica novela de Michael Crichton. Con un ritmo trepidante, el autor sitúa al lector ante una realidad para muchos totalmente desconocida: el mundo del ecoterrorismo y de los científicos dispuestos a modificar o manipular sus datos según las necesidades de las organizaciones que subvencionan sus investigaciones. Solo Crichton sabe combinar la fuerza irresistible de un thriller que engancha desde la primera página con datos científicos que producen escalofríos. Y lo peor es que nos habla de una terrorífica realidad actual, no de un posible escenario futuro...
Siria arde en llamas. Asediado por las protestas populares en las calles, el sanguinario dictador Bachar el Asad responde con una violencia cada vez mayor, que incluye, se sospecha, el uso de armas químicas.
La CIA manda a su agente Sam Joseph a París con la misión de reclutar a la funcionaria Mariam Haddad, una siria que forma parte del círculo íntimo del dictador. Pronto, Sam y Mariam se encuentran en Damasco para dar con el responsable de la desaparición de un espía estadounidense, compartiendo mucho más que información privilegiada y poniendo en peligro la misión y sus vidas.
Explica la poeta Julieta Valero en el epílogo de Esta ira que las mujeres estamos «desentrenadas para mostrar la ira». «Entonces» se pregunta «¿cómo decir, cómo articular una ira que no responde estrictamente a los hombres, sino a la vida misma, a su designio duro? ¿Y cómo ser capaz de hacer de su objeto precisamente a las hermanas, a las mujeres?»
A esta dificilísima prueba del lenguaje se enfrenta María García Zambrano en su nuevo poemario. Una obra potente que reclama el derecho a expresar la ira y el dolor censurado de las maternidades no hegemónicas.
Como antídoto a la ira, Zambrano recurre al principio budista de que todo está en continuo cambio, que atraviesa la obra como un bálsamo y alcanza su máximo poder sanador en la cuarta y última parte: un canto esperanzador a la belleza que podemos encontrar incluso en los lugares más dolorosos.
El testamento literario de Sam Shepard: una intensa, dolorosa y poética novela autobiográfica sobre la memoria y la decrepitud física.
El testamento literario de Sam Shepard, escrito en sus últimos meses de vida, cuando una enfermedad degenerativa se iba apoderando de su cuerpo. Frente a esta situación, el escritor plantó cara, en un último gesto de resistencia a través de la escritura. El resultado fue esta novela breve, fragmentaria, elíptica, radical, enigmática y deslumbrante.
Alguien espía a alguien: observa al otro lado de la calle a un hombre que permanece sentado en una mecedora, habla solo y recibe atenciones de sus seres queridos. Alguien evoca recuerdos y narra historias: una extraña fiesta con camellos en pleno desierto de Arizona; el marido de una tía abuela al que le arrancaron una oreja de un mordisco; un embarcadero en la costa; un caballo al que disparan en plena carrera; una clínica en mitad del desierto rodeada de jardines con esculturas; la historia de los abuelos que se marcharon cuando la casa se les inundó; la historia de Pancho Villa cuando acabada la revolución lo asesinaron; un colchón en el suelo en el Lower East Side neoyorquino; Vietnam y el Watergate; la fuga de Alcatraz; un grupo de inmigrantes mexicanos que esperan trabajo en una esquina...