Si hay algo que Bast sabe hacer es negociar. Verlo hacer un trato es ver trabajar a un artista..., pero incluso el pincel de un maestro puede errar. Sin embargo, cuando recibe un regalo y lo acepta sin ofrecer nada a cambio, su mundo se tambalea. Pues, aunque sabe regatear, no sabe deberle nada a nadie.
Desde el amanecer a la medianoche, durante el transcurso de un día, seguiremos al fata más encantador de la Crónica del Asesino de Reyes mientras baila con el peligro una y otra vez con asombrosa gracilidad.
El estrecho sendero entre deseos es la historia de Bast. En ella, nuestro protagonista sigue a su propio corazón, aunque sea en contra de su buen juicio. Porque, al fin y al cabo, ¿de qué sirve la cautela si lo mantiene a uno alejado de la aventura y del placer?
«Novela de época, novela de amor, novela de iniciación, novela psicoanalítica, novela política, novela sobre hijos y sobre padres, novela acerca de cómo se construye un lector y no se construye un escritor, novela tristísima que da felicidad, novela feliz que da tristeza. Diría gracias, pero es una palabra chica. Igual la digo: gracias por haberla escrito. La voy a llevar en el cuerpo mucho tiempo». Leila Guerriero
Un fantasma viral recorre el mundo y lo contagia sin remedio con el olvido a la vez que lo inmuniza contra toda creencia en el ayer. Y el muy paciente Land -haciendo y deshaciendo memoria- se mueve a lo largo y ancho de su propia historia y de la de quienes rodean y acorralan y jaquean su infancia y adolescencia y madurez a los largo y ancho de tres Grandes Ciudades.
Cada semana, Tom y Louise tienen una cita en un pub londinense antes de su sesión de terapia de pareja. Su relación parecía ir bien hasta que un desliz generó grietas y afloraron las tensiones. Ahora están intentando reconducir la situación, en un intento de salvar un matrimonio de quince años que les ha dado dos hijos.
La novela, organizada en diez capítulos, reproduce los diez minutos previos a diez sesiones de terapia. Durante ese tiempo Tom y Louise conversan y observan lo que sucede a su alrededor: la gente que entra en el pub, las parejas que salen de su sesión con la terapeuta antes de que pasen ellos…
El motor de la narración son esas mismas conversaciones, cargadas de agudeza, ironía y sinceridad. Una suerte de terapia previa a la terapia, en la que la pareja protagonista repasa su vida en común y habla de todo: el pasado, sus diferencias y complicidades, el sexo y el amor, las expectativas y los desengaños.
Un juego de simetrías, de búsquedas que se solapan y de secretos de familia que son -al mismo tiempo- los de todo un país.
Trece años atrás, Patricio Pron decidió contar por fin una historia que había intentado olvidar por todos los medios: la de cómo la enfermedad de su padre lo obligó a regresar a su ciudad natal –un osario, en su expresión– y de qué manera ese retorno lo confrontó no sólo con un lugar que en nada se asemejaba al que había dejado, sino también con el pasado trágico de su país y de su familia. ¿Por qué había querido desterrarlo de su memoria? ¿De qué huía? ¿No era precisamente esa huida la que lo había convertido en escritor?
A partir de conversaciones en los pasillos del hospital, de fotografías familiares y de la investigación de un asesinato realizada por su padre; de filmes, artículos de prensa, sueños y recuerdos involuntarios de una intensidad devastadora, Pron reunió las piezas de un puzle en el que sus padres y él ocupaban los extremos de una historia de agitación política, violencia estatal, desapariciones y deudas. De ellas surgió un relato sobre la memoria, la verdad, la compasión y la justicia que resuena poderosamente en tiempos como los nuestros, de negación y olvido.
El mejor Bolaño, el que escribe apasionadamente sobre temas como la búsqueda, la literatura, el amor, la juventud, la amistad, el humor y la rebeldía está ya en este libro.El espíritu de la ciencia-ficción transcurre en México DF durante los años setenta y narra la vida de dos escritores jóvenes que intentan vivir de la literatura. Mientras Remo Morán busca incansablemente la manera de subsistir sin abandonar su sueño, Jan Schrella vive confinado en la pequeña buhardilla que ambos comparten, desde donde envía cartas delirantes a sus escritores de ciencia-ficción favoritos. En la ciudad y en sus vidas todo lo importante parece suceder en ese momento mágico y efímero que separa la noche del día, en ese filo delgadísimo en el que cualquier amor puede tornarse desamor y toda obsesión puede ser el germen de un futuro éxito.
Las culturas se fosilizan si están aisladas, pero nacen o renacen en el contacto con otros hombres y mujeres, los hombres y mujeres de otra cultura, otro credo, otra raza. Si no reconocemos nuestra humanidad en los demás, nunca la reconoceremos en nosotros mismos. De los espejos de obsidiana enterrados en la urbe totonaca de El Tajín a los espejos ibéricos de Cervantes y Velázquez, el de la locura y el del asombro, un intercambio de reflejos culturales ha ido y venido de una a otra orilla del Atlántico a lo largo de más de quince años; este ensayo cuenta esa historia, la nuestra.