TODO EL MUNDO SABE QUIÉN ES ÉL.
PERO ÉL SOLO TIENE OJOS PARA TI.
Para los medios, Hayes Campbell es la estrella de una boy band británica que bate récords.
Para sus fans, es el carismático vocalista cuyos hoyuelos y extravagante forma de vestir causan furor.
Para Solène Marchand, no es más que la cara bonita del póster que decora la habitación de muchas chicas.
Hasta que un encuentro fortuito los une…
La atracción es instantánea. La química es eléctrica. El deseo, inevitable.
Pero ¿hasta cuándo puede durar esa locura?
Un lúcido relato sobre la deshumanización y el absurdo en tiempos de guerra. «Fue el 15 de abril». El sonido de las sirenas antiaéreas irrumpe en la extraña cotidianidad de Izawa; en cuestión de minutos, los aviones americanos convierten su barrio de Tokio en un mar incendiado. El sentido de la vida y del arte; el sueldo de doscientos yenes para comprar tabaco, arroz y sopa de miso; la delgada línea que separa al entendimiento de la locura y a la angustia de los hombres del silencio estático de los niños; el afecto por una mujer reducida a los instintos de la carne, todo queda suspendido como las bombas en el aire antes de caer. Satori Hilados: Una colección de cuadernos artesanales con hilo visto en cosido Singer. La introducción perfecta a una de las voces más agudas de la narrativa japonesa del siglo XX. Una obra sobre la voluntad de vivir abriéndose paso entre el fuego y la destrucción.
Una mujer y un hombre se encuentran por casualidad durante su viaje de regreso al país natal del que emigraron hace veinte años. ¿Podrán reemprender una extraña historia de amor, apenas iniciada entonces en su tierra ? El caso es que, tras tan larga ausencia, «sus recuerdos no se parecen». Porque «nuestra memoria, la pobre, ¿qué puede hacer ? Sólo es capaz de retener del pasado una miserable pequeña parcela sin que nadie sepa por qué precisamente ésa y no otra…». Vivimos sumidos en un inmenso olvido, y no queremos saberlo. Sólo aquellos que, como Ulises, vuelven después de veinte años a su Ítaca natal pueden ver de cerca, atónitos y deslumbrados, a la diosa de la ignorancia.
Una mujer y un hombre se encuentran por casualidad durante su viaje de regreso al país natal del que emigraron hace veinte años. ¿Podrán reemprender una extraña historia de amor, apenas iniciada entonces en su tierra? El caso es que, tras tan larga ausencia, «sus recuerdos no se parecen». Porque «nuestra memoria, la pobre, ¿qué puede hacer? Sólo es capaz de retener del pasado una miserable pequeña parcela sin que nadie sepa por qué precisamente ésa y no otra…». Vivimos sumidos en un inmenso olvido, y no queremos saberlo. Sólo aquellos que, como Ulises, vuelven después de veinte años a su Ítaca natal pueden ver de cerca, atónitos y deslumbrados, a la diosa de la ignorancia.
Recibida con elogios entusiastas por la crítica del Reino Unido y Estados Unidos, que la ha considerado de forma unánime uno de los mejores libros del años, La impostura supone el regreso a la novela de Zadie Smith, siete años después de Tiempos de swing y un cuarto de siglo después de su irrupción en el panorama literario con Dientes blancos. Llena de vida, ideas, humor, sentimientos y algo semejante a una verdad moral, La impostura narra con extraordinaria habilidad las controversias sociales del Londres victoriano a través de un puñado de personajes memorables.
Este libro excepcional reúne la novela corta que le otorga su título y otros seis relatos más, de los que todos menos uno pertenecen a la etapa de plena madurez del autor. Fueron los años en los que Macondo le abrió las puertas del realismo mágico: la frase se hace más larga y caudalosa, la realidad se expresa mediante fórmulas mágicas y legendarias, los milagros se insertan en la vida cotidiana. La cándida Eréndira y su abuela desalmada personifican la inocencia y la maldad, el amor y su perversión, y el relato recuerda al mismo tiempo a las gestas medievales y a los cantos provenzales o trovadorescos, aunque, como siempre, inmersos en ese mundo denso y frutal del Caribe americano. Estas siete narraciones no son ejercicios para conservar un estilo, ni muchísimo menos, sino siete exploraciones en el mundo definitivo que el escritor había conquistado de una vez por todas.
«Eréndira estaba bañando a la abuela cuando empezó el viento de su desgracia. La enorme mansión de argamasa lunar, extraviada en la soledad del desierto, se estremeció hasta los estribos con la primera embestida. Pero Eréndira y la abuela estaban hechas a los riesgos de aquella naturaleza desatinada, y apenas si notaron el calibre del viento en el baño adornado de pavorreales repetidos y mosaicos pueriles de termas romanas.»