¿Por qué nos cuesta tanto poner límites? El miedo a perder el trabajo, la idea del amor romántico o el temor a ser excluidos de nuestro círculo social son algunas de las razones. Por ello nos cuesta tanto hacerlo y, cuando nos decidimos, sentimos culpa e incluso ansiedad. Lo cierto es que poner límites en las relaciones es tan necesario como ponerlos en una carretera: evita accidentes. Lo importante es saber cómo comunicar esos límites porque eso es lo que nos ayudará a mejorar nuestra relación con los demás y con nosotros mismos.
En este libro, la psicóloga y neurocientífica Alba Cardalda nos enseña a decir «basta» con asertividad y empatía para conseguir relaciones más plenas y honestas, que nos harán sentir más respetados, amados y, sobre todo, libres de ser quienes realmente somos.
UN LIBRO PRÁCTICO, FIABLE, CON RESULTADOS.
Más de treinta años después de la desaparición de su hermana Mercy, la agente especial del FBI Atlee Pine ha conseguido averiguar la identidad de su captor: Ito Vincenzo. En una carrera contra el tiempo, Atlee y su asistente Carol Blum viajan a Trenton. Allí se encuentran con un viejo conocido, John Puller, que está buscando al nieto de Vincenzo por su implicación en una red de tráfico de droga en una base militar cercana. La investigación conjunta de Pine y Puller revela un vínculo entre la familia del secuestrador y un complot destinado a atacar el corazón de la democracia. Desentrañando una espesa red de engaños, mentiras y encubrimientos, Atlee finalmente descubrirá lo que le pasó a Mercy y sacará a la luz una verdad impactante.
El rugido de nuestro tiempo es a veces decolonialista y a veces panhispanista, pasa del insulto al lamento y de la santimonia al chasquido de la motosierra. En cualquier caso, se manifieste como se manifieste, hay que prestarle atención porque es una pista para entender las ideas y los valores que están moldeando el presente de nuestras sociedades. Esta labor, la de comprender y analizar el presente, la inicié hace seis años con Salvajes de una nueva época, y continúa con este ensayo. Seguirá en el futuro, ojalá con menos rugidos y menos salvajes, con menos desórdenes y extravagancias de los cuales dar noticia».