Cuando, un gris día de otoño, Joséphine sale de su pequeño ático en el canal Saint-Martin, en París, encuentra dos cartas en el buzón. Una es de la editorial con la que colabora como traductora, y la otra de un notario desconocido. Y así, en pocos minutos, Joséphine descubre que ha perdido su trabajo, pero también que ha heredado una vivienda, aunque atípica y un poco ruinosa: su querido tío Albert le ha dejado su vieja casa flotante, amarrada en el cercano muelle del puente de la Concordia.
A regañadientes, y a pesar de los buenos recuerdos que guarda de los viajes por el Sena con su excéntrico tío, Joséphine decide venderla. Pero en el barco no solo la espera un misterioso armario cerrado del que aparentemente no hay llave, sino también un atractivo pero gruñón desconocido que afirma ser el legítimo inquilino. Y que, por supuesto, no ve por qué debería mudarse...
Más de 100 recetas, desde aperitivos y platos principales hasta postres y bebidas, en las que las setas son las protagonistas. * Escrito por personas que aman y conocen las setas, incluye propuestas que se preparan en casa, platos familiares que dan buen resultado y procedentes de culturas de todo el mundo: pizza de trompetas negras e higos, sopa de setas oreja de puerco, pollo al pimentón con rebozuelos o galletas con chips de chocolate y chaga. * Con cinco artículos esclarecedores e interesantes en los que se plantea una amplia variedad de temas, incluyendo el cultivo y la búsqueda de setas. Siguiendo el camino marcado por el galardonado documental de Louie Schwartzberg, este libro ampliará su apreciación del fantástico mundo de los hongos, sus diferentes sabores y variedades, y sus múltiples aplicaciones, desde aromatizar bebidas hasta sustituir la carne. Un recetario de setas completo y variado que constituye el regalo perfecto para todo aquel que sienta curiosidad por el maravilloso mundo de las setas y la magia que pueden hacer en la cocina.
En medio de una crisis climática sin precedentes este libro intenta examinar las investigaciones de Marx en las ciencias naturales en el contexto de su crítica de la economía política. A menudo se ha situado el pensamiento de Karl Marx como un proyecto prometeico, un mundo donde la naturaleza este totalmente dominada por el ser humano, nada más lejos de la realidad. Marx ve en la destrucción del medio ambiente por parte del capital la posibilidad de formar una nueva subjetividad revolucionaria que requiera una transformación radical del modo de producción para lograr el desarrollo libre y sostenible de los seres humanos. La ecología de Marx, por tanto, no es determinista ni apocalíptica: milita por el reconocimiento de que es estratégicamente fundamental contener el poder del capital, para poder transformar la relación humanidad-naturaleza de modo que le dé una configuración sostenible.