El sistema nervioso y, concretamente, el nervio vago juega un papel determinante en nuestro bienestar psicológico y físico. Si su función está bloqueada o alterada, aparecen problemas emocionales. Muchas de las dolencias más comunes (desde la ansiedad y la depresión hasta las migrañas y el dolor de espalda) están relacionadas con este nervio craneal. La buena noticia es que podemos llegar a regularlo y conseguir una relajación profunda, mejorar el sueño o recuperarnos de una herida o un trauma.
Somos una sociedad cansada, falta de energía y de vitalidad. Sentimos que se nos escapa la energía a cada paso, como si alguien nos la estuviese robando sin darnos cuenta, pero ¿qué me dirías si te cuento que ese ladrón realmente existe y que es posible hacerle frente?
En ¿Quién se ha llevado mi energía?, Héctor Castiñeira, el profesional detrás de Enfermera Saturada, se vuelca en su faceta como divulgador de salud para contarnos por qué nos sentimos permanentemente agotados física y mentalmente. Pero, sobre todo, para explicarnos cómo podemos recargar nuestras baterías con hábitos muy sencillos y de fácil aplicación.
«La gratitud no es solo la más grande de las virtudes, sino la madre de todas las demás», decía Cicerón, y no andaba lejos de lo que está demostrando la neurociencia. Se ha comprobado que tomarse un tiempo para agradecer tiene beneficios para la salud. La gratitud va acompañada de más optimismo, menos ansiedad, aumento de la autoestima y el equilibrio social.