Ser un líder significa trabajar con personas, ¡y eso no siempre es fácil!
Ya sea en tu oficina, iglesia, vecindario o en cualquier otro lugar, tus relaciones interpersonales pueden hacerte o deshacerte como líder.
Por eso es tan importante ser una "persona sociable" y desarrollar tus habilidades para aprovechar ese recurso más precioso de todos: las personas.
El amor se encuentra en el corazón de la Biblia. Desde el momento en que Adán declara a Eva “carne de mi carne”… hasta el amor abnegado de José por María… hasta la profunda amistad entre David y Jonathan… hasta el rebosante e inamovible amor de Dios: la Biblia es una historia de amor. Pero también redefine la forma como el mundo nos dice que deberíamos pensar sobre amor.
Mortimer «Mo» Folchart y su hija de 12 años, Meggie, comparten su pasión por los libros y un don: si leen en voz alta, pueden hacer aparecer a los personajes del libro. Pero un peligro acecha: por cada personaje de ficción que llegue al mundo real desaparecerá una persona, que se irá al mundo de ficción... Hace tiempo Mo compró un ejemplar de un libro muy buscado. Es Corazón de Tinta, un libro repleto de ilustraciones y de extrañas y maléficas criaturas que, desde que su hija Meggie tenía tres años, conserva escondido. Fue entonces cuando, mientras lo leía en voz alta, su mujer desapareció en ese misterioso mundo de ficción. Capricornio, el villano de Corazón de Tinta, desea hacerse con ese ejemplar único para controlar el poder sobre la encarnación del mal: la Sombra. Para ello, secuestrará a nuestros héroes y los embarcará en un peligroso viaje...
Cuando escribí la primera edición de este libro tenía muy poco conocimiento acerca de la misión que le corresponde desempeñar a los Ángeles Celestiales con todos los seres humanos. Recuerdo que en cada experiencia positiva usaba deliberadamente la palabra “Ángel”, pero sin una conciencia clara del significado tan profundo que tiene esta palabra. Para explicarme mejor expondré un ejemplo sencillo. Cuando algo se me resolvía rápida y fácilmente a través de la ayuda de otra persona, yo decía: “Gracias a un Ángel que me ayudó”. De esta manera, cada vez que necesitaba “una mano amiga” decía: “Dios mío, por favor, mándame un Ángel, necesito encontrar un Ángel en este lugar”.
Otras veces perdía algo y de igual manera decía: “Necesito un Ángel que me ayude a encontrar lo que he perdido”. Así, sucesivamente, la palabra Ángel fue ocupando gran parte de mi diario vivir. Igualmente, si trataba a una persona buena, pensaba: “Esa persona es un Ángel o tiene algo de Ángel”. Poco a poco comencé a interesarme más seriamente en los Ángeles.
¿Qué ocurre si cambiamos el pasado? ¿Puede reescribirse la historia?
Convertida en un bestseller internacional y aclamada por miles de lectores, El mapa del tiempo es una fantasía histórica tan imaginativa como trepidante, una historia de amor y aventuras que transportará al lector al fascinante Londres victoriano en su propio viaje en el tiempo.
Londres, 1896. Los logros de la ciencia parecen no tener límites. Así lo demuestra la aparición de la empresa de Viajes Temporales Murray, encargada de hacer realidad el sueño más codiciado del hombre: viajar en el tiempo. Ese anhelo que el escritor H.G. Wells había despertado un año antes con La máquina del tiempo, ahora es una realidad. Claire Haggerty vivirá una historia de amor con un hombre del futuro, mientras que Andrew Harrington podrá viajar al pasado para salvar a su amada de las garras de Jack el Destripador. Asimismo, no todos desean ver el pasado ni todos los viajeros del futuro tienen tan buenas intenciones. El propio H.G. Wells sufrirá las consecuencias de alterar la faz del tiempo cuando un misterioso viajero llegue a su época con la intención de asesinarlo para robarle la identidad de su novela, obligándolo a emprender una huida desesperada a través de los siglos.
Aurora de la Torre sabe que volver a Pagosa Springs, un sitio plagado de recuerdos agridulces, no va a ser fácil, pero refugiarse en una pequeña ciudad entre montañas podría ser la cura perfecta para su corazón roto. Y comerse con los ojos a su casero, que vive a escasos metros, tampoco le viene mal... Solo que Tobias Rhodes no fue realmente quien le alquiló el apartamento, sino que fue su hijo, Amos.
Al principio, Rhodes, un gruñón que desconfía de los extraños y que haría lo que fuera por cuidar de los suyos, se mantiene alejado de Aurora. Pero conforme los días se convierten en semanas, y estas se llenan de rutas a través de la naturaleza y confesiones a la lumbre de una hoguera, lo que comienza siendo una amistad irrompible no tarda en florecer en un amor de los que solo se encuentran una vez en la vida.