Año 1793: Luis XVI ha sido ejecutado y Europa entera contiene el aliento. María Antonieta aguarda su turno mientras la Convención Nacional está más dividida que nunca: girondinos, jacobinos… la tensión y la violencia política se palpa en el ambiente, la guerra ha estallado fuera y dentro de Francia, y el epicentro de esa inmensa turbina histórica es la sobrepoblada ciudad de Paris, marco de la Revolución francesa, un acontecimiento que cambió la historia.
En este viaje aprenderemos a saber qué ha llevado a la situación actual, conoceremos todo el panorama de las diversas corrientes políticas, todos los estratos sociales, el papel de la mujer, los militares, la abogacía, el clero. Desde las Tullerías a las catacumbas, aprenderemos a quién temer y a quién debemos arrimarnos. Adquiriremos las virtudes del buen ciudadano, adoptaremos las técnicas del mejor orador, y sabremos en todo momento cómo evitar comportamientos calificados como antirrevolucionarios. Dominaremos, en suma, todos los resortes de una ciudad, con único objetivo: participar en los hechos sin que nuestra cabeza acabe en un cesto.
La joven inglesa Isabella Saunders se ha quedado sola en el mundo: sin un hogar y sin recursos, su belleza y fascinante cabellera pelirroja en la Singapur de 1860 se convierten en un gran escollo para conseguir un trabajo como institutriz. Todo su mundo se transformará cuando conoce a Bram Deagan, un apuesto y decidido irlandés llegado desde la lejana Australia para conocer de primera mano los nuevos productos de Oriente y hacer realidad su sueño de convertirse en un próspero comerciante. Isabella deberá decidir si las nuevas colonias, las lejanas y peligrosas tierras del continente más olvidado, pueden convertirse en su nuevo hogar. ¿Hallará el amor y la felicidad en el extremo opuesto del mundo?
Un escritor, miembro de la comunidad española en Buenos Aires, intenta descifrar la verdadera personalidad de su padre años después de su muerte. Marcial Fernández, emigrante asturiano, como tantos hombres de su época siempre tuvo dificultades para comunicarse con su hijo, a quien castigó con años de silencio y disgusto al descubrir su pasión literaria. El único vínculo entre ellos fueron las películas del Hollywood clásico que veían por televisión, una educación sentimental llena de sutilezas y malentendidos que Marcial impartía de manera indirecta. A medida que avanza en la reconstrucción de su historia, el narrador halla indicios de que su padre llevó una vida secreta y se obsesiona con descubrirla.