El esperadísimo final de la aclamada y galardonada saga La Guerra de la Amapola combina de un modo devastador la historia de China con un fantástico mundo de dioses y monstruos. Tras la brutal guerra civil, Rin lo ha perdido prácticamente todo. Pero no piensa abandonar a aquellos por quienes ha sacrificado tanto: la gente de las provincias del sur, y en especial la de Tikany, el pueblo que es su hogar. Al volver a sus raíces, Rin se enfrenta a retos difíciles, pero también encuentra inesperadas oportunidades. A pesar de que sus nuevos aliados de la Coalición Sureña son maliciosos y no se puede confiar en ellos, Rin pronto se da cuenta de que el auténtico poder en Nikan reside en la gente corriente, que ansía venganza y la venera como una diosa salvadora. Apoyada por las masas y por el ejército sureño, Rin hará lo que haga falta para destruir a sus enemigos y a cualquiera que amenace las artes chamánicas y a sus practicantes. A medida que crece su poder e influencia, ¿será capaz de resistirse a la embriagadora voz del Fénix, que solo desea ver el mundo arder?
Durante siglos, la antigua Esparta ha sido glorificada en el arte, ficción y arte popular. Sin embargo, la verdadera naturaleza de esta civilización, descrita como una combinación de democracia y oligarquía por Aristóteles, considerada un ideal de libertad en las épocas de Maquiavelo y Rousseau, y vista como precursora del Estado totalitario moderno por muchos estudiosos del siglo XX, ha permanecido durante mucho tiempo siendo un misterio.
Un libro documentado y refrescantemente original sobre el gobierno y la cultura de la antigua Esparta y su lugar en la historia griega.
Los orígenes de la creatividad aborda la cuestión de cómo esta expresión humana única, tan fundamental para nuestra identidad como individuos y como especie surgió y se manifestó a lo largo de la historia.
Este es un libro profundo y lírico escrito por uno de los más prestigiosos biólogos, que nos ofrece un examen exhaustivo de la relación entre las humanidades y las ciencias: lo que se ofrecen unos a otros, cómo se pueden unir y dónde aún se quedan cortos. Ambos, revela Edward O. Wilson, tienen sus raíces en la creatividad humana: el rasgo definitorio de nuestra especie.