La idea de la universidad es la obra cumbre sobre educación de Newman, una defensa elocuente de la educación superior, del aprendizaje del saber por el saber mismo, un libro crucial en el que se ahonda acerca de la naturaleza de la transmisión de las ideas y se indaga en la sabiduría de la cultura académica, el propósito de la enseñanza y la importancia de la teología y su relación con otras disciplinas y los estudios clásicos. Esta edición completa, reunida por primera vez en un solo volumen, con nueva traducción, es sin duda un libro de provecho para todos aquellos lectores que disfrutan aventurarse en la búsqueda de la verdad. Una universidad como la que Newman propone en este libro clásico entronca bien con ciertas palabras del cardenal Ratzinger, pronunciadas precisamente en un aula de la Sorbona en 1999: aunque, la «síntesis entre razón, fe y vida que ha hecho del cristianismo una religión universal» no sea ya convincente hoy día, «el cristianismo, tanto hoy como en el pasado, sigue siendo la opción por la primacía de la razón y la racionalidad».
Septiembre de 2003. En una cueva de Flores, Indonesia, se descubre el fósil de un hombre ancestral de apenas un metro de altura. A su alrededor hay esqueletos de ratas del tamaño de perros, elefantes tan pequeños como ponis y cigüeñas gigantes que miden 1,8 metros de altura. ¿Qué nos cuenta este mundo pasado acerca de quiénes somos y de dónde venimos?
La indómita especie humana lleva al lector a un viaje filosófico por el mundo, desde el valle del Mosa hasta las laderas volcánicas de Indonesia, para abordar un asunto en absoluto baladí: si somos el culmen del animal, ¿dónde reside la diferencia?
A traves de las páginas de Información, comunicación y transparencia en el parlamento. Retos actuales de la institución representativa, el lector o lectora tiene la oportunidad de navegar por reflexiones que se elevan como fundamentales para las democracias parlamentarias de hoy. A lo largo de los capítulos que constituyen la obra, coeditada por Blanca Nicasio, Luis Carlos Ramírez y Hugo Aznar, se van abriendo cuestiones que abarcan el pasado, el presente y el futuro de las instituciones representativas y responden a preguntas imprescindibles: ¿cómo ganar transparencia, confianza, participación ciudadana? ¿Cómo utilizar los aprendizajes del pasado para gestionar la complejidad social actual desde el parlamentarismo? ¿Cómo comunicar mejor la labor que se lleva a cabo en las instituciones y su papel en la democracia?