Los límpidos versos de Manuel Astur, reminiscentes de la obra de Walt Whitman y Mary Oliver, pero también de la poesía clásica china, son un estremecido canto a la vida en que el mundo natural ejerce a un tiempo de cálido refugio e inevitable recordatorio de nuestra finitud. Destellos exógenos de una cruel belleza traen ecos del pasado al poeta, pero también vislumbres de una serenidad que lo reconcilia con la amarga caída del fruto siempre verde de la vida.
Una guía práctica a través de las enseñanzas del filósofo estoico séneca para una vida buena.
El estoicismo, la filosofía más influyente del Imperio romano, ofrece formas refrescantemente modernas de fortalecer nuestro carácter interior frente a un mundo impredecible. Ampliamente reconocido como el escritor más talentoso y humanista de la tradición estoica, Séneca nos enseña a vivir con libertad y propósito.
En El arte de vivir como un estoico, el académico David Fideler extrae las obras clásicas de Séneca en una serie de capítulos y explica con claridad sus ideas sin simplificarlas demasiado. Disfrutado mejor como un ritual diario, como una taza de café energizante, la sabiduría de Séneca nos proporciona un flujo constante de consejos probados en el tiempo sobre la condición humana, que no ha cambiado mucho en los últimos dos mil años.
¿Por qué tanto ensañamiento con el cinismo? Porque el cínico cometió el terrible pecado de señalar el idealismo con el dedo y gritar: «¡El rey va desnudo!». Desde entonces, los maestros de la filosofía los ignoran, los silencian, los tergiversan, los caricaturizan o directamente los descalifican para que su mensaje quede oculto. Platón defendió la existencia de un modelo eterno, perfecto e inmaterial de hombre al que debemos someternos. Pero Diógenes se ríe de esta teoría y busca por las calles de Atenas, con una linterna en pleno día, a ese hombre ideal. Platón define al ser humano como «un animal de dos pies y sin plumas», y los académicos que lo escuchan admiran su sabiduría. Mientras tanto Diógenes sale a la calle, toma un gallo, le quita las plumas, lo tira al suelo de la elitista escuela y le dice a Platón: «Aquí tienes a tu hombre». Este se niega a debatir con Diógenes y lo trata siempre de loco. A partir de ese momento, los idealistas siguen la actitud del maestro.
No me tapes el sol busca actualizar la filosofía cínica como salvavidas para subsistir con libertad, cordura y dignidad en un mundo pospandemia que parece navegar a la deriva.
Quemar después de escribir te desafía a hacer lo contrario: no enseñes nada. A través de preguntas incisivas y retos, este diario privado te propone un juego de Verdad o Atrevimiento en el que únicamente participarás tú.
Supera tus límites, reflexiona sobre tu pasado, tu presente y tu futuro, y crea un libro secreto sobre ti y solo para ti. Y, cuando hayas terminado, tíralo, escóndelo... o quémalo.
Hoy en día vivimos más, pero ¿vivimos mejor? El mundo laboral y el auge de la era digital han fomentado el sedentarismo, los malos hábitos alimentarios y el estrés crónico, y muchas personas se sienten mal por no poder dedicar el tiempo necesario a su bienestar.
Tamara Pazos, bióloga especializada en neurociencia, lleva años investigando cómo utilizar la divulgación científica como prevención de riesgos para la salud y recoge en esta completísima guía las cinco grandes áreas en las que, con pequeños cambios, conseguiremos reajustar nuestras rutinas y mejorar nuestra salud:
Los ritmos circadianos, que nos regulan
El sueño, que nos repara
La atención, que nos conecta al presente
El ejercicio físico, que nos da vigor
La alimentación, que nos nutre
Con rigor científico, un estilo ameno y muy práctico, Este libro te hará vivir más (o por lo menos mejor) presenta pautas sencillas y para todos los bolsillos que nos permitirán desarrollar buenos hábitos. Un manual de referencia para quienes quieran disfrutar de una vida saludable sin culpas ni presiones.
Nunca me mintió. No rompió ninguna promesa, porque nunca me hizo ninguna.
Cuando Tate Collins conoce al piloto Miles Archer, no cree que sea amor a primera vista. Ni siquiera irían tan lejos como para considerarse amigos. Lo único que Tate y Miles tienen en común es una innegable atracción mutua. Una vez que sus deseos salen a la luz, se dan cuenta de que tienen el acuerdo perfecto. Él no quiere amor, ella no tiene tiempo para el amor, así que solo queda el sexo. Su arreglo podría ser sorprendentemente perfecto, siempre que Tate pueda cumplir con las únicas dos reglas que Miles tiene para ella.