Dianna solo piensa en una cosa: vengarse. Cuando le arrancan la poca humanidad que le queda, decide entregarse a su faceta más monstruosa y ver el mundo arder.
Samkiel, el único que se niega a aceptar que la chica a la que amó se ha convertido en el monstruo que todo el mundo dice ver en ella, está decidido a hacer lo que sea para salvarla de sí misma, aunque eso implique perderla.
Ahora que todos los reinos están sometidos al ejército de Kaden y que se avecinan nuevas amenazas, Samkiel no puede permitirse bajar la guardia. Pero, a medida que Dianna se vuelve más sanguinaria, se da cuenta de que el tiempo se le está agotando y no sabe si será capaz de salvarla y sobrevivir…
Donde hay dioses, hay monstruos.
Clay Johnson tiene un cuerpo de infarto y una sonrisa que te detiene el corazón... Como coordinadora de Relaciones Públicas de su equipo de fútbol universitario, solía ser el jugador más fácil de abordar, hasta que su novia rompió con él y se convirtió en mi mayor dolor de cabeza.
Cuando me pilla derrumbándome frente al tío que me gusta, Clay se encarga de tramar un plan absurdo: él me ayudará a llamar su atención mientras finjo ser su novia para poner celosa a su ex.
Sin embargo, conforme pasamos más tiempo juntos, más me cuesta distinguir lo falso de lo real y, en particular, no puedo negar el modo en que mi cuerpo reacciona cada vez que me toca.
Pusimos unas reglas claras. Implementamos unas barreras. Pero dicen que las reglas se hicieron para romperse. Y, al parecer, los corazones también.
Sobre Justin pesa una maldición y, gracias a un hilo de Reddit, ahora lo sabe todo internet: las mujeres con las que sale encuentran a su alma gemela en cuanto su relación con él termina.
Cuando Emma, una chica con el mismo problema, se cuela en sus mensajes directos, se les ocurre un plan: salir juntos y romper. De esta forma, sus maldiciones se anularán y ambos encontrarán al amor de su vida.
Será un rollo de nada, solo durante el verano, nada más. Sin embargo, cuando aparece la tóxica madre de Emma y Justin tiene que asumir la tutela de sus tres hermanos, de repente se enfrentan a más de lo que esperaban... Como, por ejemplo, a la desastrosa posibilidad de sentir algo de verdad el uno por el otro.