Fuente Amarga es un pequeño pueblo en el sur de Italia, rodeado por campos áridos a los que los hombres entregan la vida. Un pueblo como muchos, que sin embargo, para quien nace y crece allí, es el cosmos, con sus leyes universales e inmutables. En Fuente Amarga, los «paletos» sufren injusticias y abusos tan atávicos que les parecen naturales como la lluvia y el viento; y la escalera social para ellos tiene dos peldaños: la condición de gleba a ras de suelo y, solo un poco más arriba, la de los pequeños propietarios. Por encima de todos (y de todo), inalcanzables en su condición de caprichosos semidioses, los señores de la tierra, perpetuos custodios del poder al que sirven y representan según el soplo del viento de cada época. Con el advenimiento de la dictadura fascista, el orden social se tambalea, y sobre los fuenteamargados se desencadenan nuevos abusos que constituyen el relato de esta novela.
En 2018, la escritora y poeta estadounidense Maggie Smith, casada y madre de dos hijos, descubre que su marido tiene una relación con otra mujer. En cuestión de días, la realidad que había construido durante más de veinte años se derrumba y da paso a un dolor que convertirá, a través de la escritura, en un renovado compromiso consigo misma.
A base de pequeñas viñetas, pieza a pieza, Smith traza una reflexión llena de empatía y humor sobre la desintegración de un matrimonio que es también un ajuste de cuentas con la feminidad contemporánea, los roles tradicionales de género y las dinámicas de poder que persisten incluso en las parejas más modernas. Página a página, estos fragmentos terminan erigiéndose en un interrogatorio a la familia, el trabajo y el amor.
Quizá cuando escuchas que alguien es superexitoso por la manera única en que hace las cosas lo primero que te viene a la mente es una persona con infinidad de seguidores en redes sociales, una imagen impecable y una red de contactos sólida, pero ¿creerías que ese alguien podrías ser tú?
Para la autora, no importa el ramo en el que trabajes, si eres una figura reconocida o si tienes poca experiencia laboral, tú eres capaz de crear tu marca personal. Solo necesitas tener disposición para explorar quién eres y cuál es tu propósito de vida.
Este libro nació de la firme intención de escribir esos poemas que el poeta Antonio Muñoz Quintana, amigo íntimo de la autora, se había dejado en el tintero antes de su prematura muerte, el 24 de octubre de 2014. Al principio, Isabel Bono solo consiguió escribir uno, el que da título al libro, y necesitó algún tiempo más para dar forma a los demás, que llegaron a través del hallazgo y la intuición.
No estamos ante un libro triste ―tampoco celebratorio―: Bono nos entrega unos versos escritos desde la serenidad, desde esa humildad que nos permite admitir con sosiego que somos mortales, desde ese devenir de los días vacíos. Nacer es una oportunidad, morir un deber. Hay que dejar espacio a otros por mucho que nos duela. A veces el dolor acompaña, dice Bono. Y se diría que en esta vida apresurada nadie nos ha enseñado a poner el freno a tiempo. No hay prisa para vivir, no hay prisa para morir, no hay prisa para publicar. Desde 2014, estos poemas han estado reposando, esperando su momento. Y ahora parece que diez años ya son suficientes.
Una poesía de subrayada modernidad que se reencuentra con sus fuentes, una escritura casi abstracta que se vuelve materia pura en nuestras manos, ante nuestros ojos.
A veces, no obstante, gracias a algún guiño del clima, a una asociación de ideas o a cierta alquimia del escenario, percibo en el aire del Estambul actual una traza de Venecia. Sobre todo de buena mañana, cuando una fina bruma cubre aún el Cuerno de Oro y los barcos avanzan a tientas por el mar neblinoso hacia el Bósforo.» Durante seis siglos, la República de Venecia fue un imperio marítimo cuyo poder soberano se extendía por gran parte del Mediterráneo oriental: un imperio de costas, islas y fortalezas aisladas mediante el cual, como escribió Wordsworth, los mercaderes venecianos «mantenían bajo control el magnífico Este». Jan Morris reconstruye este resplandeciente dominio en forma de un viaje por mar, recorriendo las históricas rutas comerciales venecianas desde la propia Venecia hasta Grecia, Creta y Chipre. Seguiremos un itinerario dispuesto geográficamente pero que se mueve a placer entre el pasado y el presente, evocando los paisajes, los sentimientos de los protagonistas de los tumultuosos acontecimientos del pasado veneciano.