William Wooler es, a primera vista, un padre y marido entregado. Pero ha estado teniendo una aventura que esa misma tarde ha tenido un horrible final en un motel de las afueras. Cuando regresa a casa, destrozado y enfadado, se sorprende al ver que Avery, su hija de nueve años, ha salido antes de la escuela y pierde los estribos.
Horas más tarde, la familia de Avery comunica su desaparición.
De repente, Stanhope ya no parece un barrio tan apacible. Y William no es el único que esconde una mentira. A medida que los testigos aportan información, que puede o no ser cierta, sobre la desaparición, los vecinos de Avery se muestran cada vez más desquiciados.
William Anderson es el escritor de fantasía más exitoso de la década, con millones de lectores enganchados a su pluma. Es exigente, ambicioso y tremendamente atractivo. Y también es un bocazas.
Raquel García es una joven española que llegó a Nueva York persiguiendo su sueño: trabajar en una de las editoriales más importantes del país. Lo que no imaginaba es que, para conseguirlo, debería lidiar con Anderson después de que este, con más ego que sentido común, prometa en un reconocido programa de televisión que su próximo libro será el best seller de romántica del año.
William no está dispuesto a dejarse corregir y Raquel no va a pasarle ni una, sobre todo si lo que escribe está lleno de clichés pasados de moda. Condenados a entenderse, tendrán que trabajar juntos para superar un gran reto: sacar adelante la novela que cambiará sus vidas.
Este no es un libro científico ni es un tratado de administración. Tampoco es un libro de crecimiento. Es un taller de herramientas para ser usadas según se ajusten a las circunstancias. Pueden servir también para evitar momentos inoportunos e incluso para tomar partido por algunas ideas y rechazar otras. La empresa, el trabajo, sus actores, las posiciones asumidas por unos y otros, me sirven de abanico para saltar de tema en tema sin el cuidado necesario de marcar los pasos a ritmo de uno, dos y tres. Aquí se juntan merengues, salsas, baladas y boleros, con tango, rock and roll, paso doble y, sobre todo, con el cambalache de la vida. El cuestionamiento y el clamor bailan el vals de la esperanza, soñando que humanismo y razón se consagren como la orquesta remedio, donde todos toquen, canten y bailen. En algunos tramos viajo a contra marcha, consciente de que mi estandarte desdice el ondear de la mayoría de las banderas.
Novela de autoayuda que cuenta la historia de una familia que enfrenta el diagnóstico de enfermedad crónica. Constituye una obra de autoayuda. Consta de seis capítulos en que cada uno deja un mensaje de esperanza, de fortaleza y de fe. Es un relato creado para visibilizar la heroicidad de las familias que enfrentan diagnóstico de una enfermedad irreversible.
Rigor, suspense y un estilo narrativo impecable se unen en Libelo de sangre.
Durante el crudo invierno de 1620 un espantoso crimen ha sembrado el pánico en cada rincón de Madrid: una joven ha sido violada y enterrada junto a un niño al que le han extirpado el corazón. Nadie en la Villa duda de que se trata de un asesinato ritual, y el escribano Sebastián Castro y su esposa pronto serán inculpados de un «libelo de sangre», una acusación falsa que culpa a los judíos de sacrificar a menores cristianos para realizar magia negra.
Por suerte, Alonso, el hijo mayor del matrimonio, ha conseguido escapar de la Inquisición, encargada de investigar el delito, pero ahora deberá enfrentarse a otros peligros no menos terribles: el frío, el hambre y a los miserables que pueblan las calles.
Devastado y sin más ayuda que la de dos pícaros vagabundos, intentará llevar a cabo el único objetivo que lo mantiene con vida: rescatar a sus padres.
Cuando la fe en Dios encendía corazones, pero los delitos contra ella prendían hogueras.