¿Qué es el estoicismo? es una introducción sencilla y para todos los públicos a una de las filosofías más influyentes de la actualidad.
El estoicismo es una filosofía humanista que fue ideada para ayudar a sus practicantes a encontrar la paz interior y a protegerse de los golpes de los acontecimientos externos. Algunos pensadores modernos han hallado paralelismos entre los principios estoicos y las técnicas de la terapia cognitiva conductual moderna, y a muchos otros autores les ha sorprendido descubrir que sus postulados siguen siendo muy vigentes hoy en día. Por tanto, en ¿Qué es el estoicismo? los autores presentan esta singular filosofía a una nueva generación de lectores y practicantes.
«NADA ES COMPARABLE AL ASOMBRO DE VIVIR».
A lo largo de mi vida, mis terapeutas han sido Platón, Sócrates, Marco Aurelio, san Agustín y Viktor Frankl, entre otros. También pueden ser los tuyos.
La razón me reveló que la tristeza es un desperdicio y que la inteligencia siempre tiende a la alegría. El pesimismo no es más que una perspectiva parcial y frente a él, el amor cura e invita al optimismo.
Esto es lo que quiero compartir contigo: que el ser humano puede elegir, que no es una marioneta en manos de la fatalidad, que es posible encontrar esperanza, que el dolor psíquico puede superarse y que el optimismo no es signo de ingenuidad, sino un ejercicio de lucidez.
La filosofía es la herramienta que nos ayuda a vivir mejor.
Roma, año 77 a.C. El cruel senador Dolabela va a ser juzgado por corrupción, pero ha contratado a los mejores abogados, ha comprado al jurado y, además, es conocido por usar la violencia contra todos los que se enfrentan a él. Nadie se atreve a ser el fiscal, hasta que de pronto, contra todo pronóstico, un joven patricio de tan solo veintitrés años acepta llevar la acusación, defender al pueblo de Roma y desafiar el poder de las élites. El nombre del desconocido abogado es Cayo Julio César.
Roma lo exige todo.En Roma todo está en venta.Maldita sea por siempre Roma.
Mare Internum, año 75 a. C. Un barco mercante navega rumbo a la isla de Rodas. A bordo, Julio Cesar acompañado sólo por su fiel Labieno. Obligado por sus enemigos a exiliarse de Roma, se dirige al encuentro con el maestro Apolonio para aprender oratoria y de este modo, a su regreso, iniciar una feroz pugna para ingresar en el Senado y enfrentarse allí al temido Cicerón.
Así arranca la extraordinaria segunda entrega de la saga dedicada a Julio Cesar por Santiago Posteguillo. En Maldita Roma encontraremos ya al mito en la plenitud de su talento político y militar, dispuesto a vencer cualquier obstáculo en su imparable conquista del poder.
Dorothy Gale está perdida o, al menos, se siente así desde que su hermano Theo murió y con él, el sueño de dedicarse juntos a la música. Justo ahora, cuando es demasiado tarde, Dottie recibe una llamada que debió ser para Theo: su gemelo ha sido elegido para formar parte de WIZARD, la próxima boyband de Emerald Music. Pero Theo ya no está. Y si Dottie ocupara su lugar y si se hiciera pasar por él, ¿no sería otra manera de mantener vivo su recuerdo un poco más?
La idea parece buena hasta que conoce a sus compañeros de grupo, con los que tendrá que convivir a todas horas: Raven, el actor con fama de cabeza hueca y un instinto único para el show business; Leo, la estrella de TikTok que parece estar siempre a la espera de algo terrible, y Val, el chico sin corazón que no piensa en nada más que en llegar a lo más alto, cueste lo que cueste. Juntos planean arrasar el mundo de la música como un huracán, pero...
―Haría falta un policía ―sugirió alguien―. Un detective.
―Tenemos uno ―dijo Foxá.
―Todos siguieron la dirección de su mirada.
―Eso es ridículo ―protesté―. ¿Se han vuelto locos?
―Usted fue Sherlock Holmes.
―Nadie fue Sherlock Holmes. Ese detective no existió jamás. Es una invención literaria.
―Que usted encarnó de manera admirable.
―Pero fue en el cine. Nada tuvo que ver con la vida real. Sólo soy un actor.
Me contemplaban esperanzados, y lo cierto es que yo mismo empezaba a entrar en situación, como si acabaran de encender los focos y oyese el suave rumor de una cámara rodando. Aun así decidí mantenerme silencioso, cruzados los dedos bajo el mentón. No había disfrutado tanto desde que rodé El perro de Baskerville.
Junio de 1960. Un temporal mantiene aisladas en la idílica isla de Utakos, frente a Corfú, a nueve personas alojadas en el pequeño hotel local. Nada hace presagiar lo que está a punto de ocurrir: Edith Mander, una discreta turista inglesa, aparece muerta en el pabellón de la playa. Lo que parece un suicidio revela indicios imperceptibles para cualquiera salvo para Hopalong Basil, un actor en decadencia que en otro tiempo encarnó en la pantalla al más célebre detective de todos los tiempos. Nadie como él, acostumbrado a aplicar en el cine las habilidades deductivas de Sherlock Holmes, puede desentrañar lo que de verdad esconde ese enigma clásico de habitación cerrada. En una isla de la que nadie puede salir y a la que nadie puede llegar, inevitablemente todos se acabarán convirtiendo en sospechosos en una fascinante novela-problema donde la literatura policial se mezcla de modo asombroso con la vida.