Los Diálogos de Platón, son un inagotable homenaje a la figura de su maestro Sócrates, son muchos los rasgos del estado ideal platónico que no hacen nada más que dar forma concreta a postulados socráticos; buscan el equilibrio entre las clases, donde cada una se caracteriza por una misión específica poseedora además de su propio sistema de educación y sus virtudes. En los tres diálogos que presentamos en este libro se puede apreciar la dialéctica como método de división, concepto este que sostuvo Platón, como búsqueda colectiva de la verdad entre dos o varios contertulios siguiendo el procedimiento de su maestro de la pregunta y la respuesta.
Con la Guerra Civil norteamericana como telón de fondo, este delicioso y emotivo relato narra la historia de la señora March y de sus cuatro hijas. Con la fina descripción de caracteres, muestra el crecimiento de estas niñas educadas por su madre, poniendo gran énfasis en el espíritu de la libertad individual, inusual para una época en que la mentalidad estaba dominada por un ideal romántico puritano.
El poema que les presentamos fue escrito en hexámetros griegos, y en él se narran las aventuras de Ulises, rey de Ítaca, a su regreso de la Guerra de Troya. Son célebres los episodios del cíclope Polifemo, de la hechicera Circe, de la ninfa Calipso, de Nausícaa y la llegada de Ulises a su patria, el encuentro con Telémaco, la muerte de los pretendientes y el reconocimiento por su fiel esposa Penélope.
Hugo es el único cocodrilo del pantano que no sabe llorar y está muy acomplejado. Claro que todos los demás van a intentar ayudarle con trucos como darle pena, hacerle enfadar ¡o pelar cebollas! No va a ser tan fácil hacer llorar a este cocodrilo... ¡Hasta que descubra que hay muchos tipos de lágrimas!
Los pequeños lectores de hoy son los ciudadanos de mañana; por eso, si queremos una sociedad más solidaria y justa, además de dar a los niños una enseñanza académica, tenemos que formar en valores como la empatia, el respeto o la responsabilidad.
Los amigos son los aliados perfectos que acompañan a los más pequeños en los pasos iniciales de su vida. En el parque, en la escuela, - en el vecindario... los amigos les ayudarán a crecer y les acompañarán en sus primeras experiencias vitales, dejando una huella imborrable.
Los pequeños lectores de hoy son los ciudadanos de mañana; por eso, si queremos una sociedad más solidaria y justa, además de dar a los niños una enseñanza académica, tenemos que formar en valores como la empatia, el respeto o la responsabilidad.
La estructura familiar es la primera muestra social del niño, y lo que aprenda dentro de ella configurará no solo su carácter, sino también sus relaciones con los demás. Las normas de convivencia, el respeto, la paciencia o la obediencia son algunos de los valores fundamentales que la familia aporta a los más pequeños.