Digitalización en entornos populares dominicanos» estudia algunos aspectos de la digitalización de poblaciones populares en países de ingreso bajo y medio bajo. Su foco está puesto no en los usos de la tecnología que tienen por objeto a esas poblaciones sino en los usos de los que ellas son sujeto: los que encuentran interesantes e implementan, la medida en que utilizan las posibilidades ofrecidas por otros, y los inconvenientes que encuentran para ir más allá.
El proyecto se centra en cuatro aspectos fundamentales: comunicación, educación, mypimes y legislación; y se desarrolló en varias localidades dominicanas: el barrio Santo Domingo Savio, de Santo Domingo, como zona popular; el pueblo Los Cacaos, San Cristóbal, como zona popular rural; y la ciudad de Dajabón, como zona fronteriza.
En un mundo repleto de historias por descubrir, la lectura se convierte en la llave que abre las puertas de la imaginación y el conocimiento, Sin embargo, en la educación actual, fomentar el hábito de la lectura sigue siendo un reto, especialmente cuando la tecnología y el ritmo | acelerado de la vida nos distraen constantemente.
La vida de un militar es, en muchos aspectos, un reflejo de la historia de su país. Freddy Piantini, cuya trayectoria se desarrolló en un periodo tumultuoso de la República Dominicana, es un testimonio viviente de como los destinos de un ser humano puede entrelazarse con los grandes acontecimientos que marcan el rumbo de una nación. Desde sus inicios como cadete en 1957, Piantini se vio involucrado en una serie de eventos que no solo definirían su carrera, sino que también impactarían la anhelada democracia dominicana.
Durante los inicios de la pandemia, el vertedero de Duquesa fue incendiado misteriosamente. Las autoridades, al poco tiempo, perdieron el interés por investigar este lamentable suceso alegando que era prácticamente imposible saber quién o quiénes lo habían provocado. Ante esto, aparece un vagabundo muy extraño que se hace llamar el detective Jimmy Smith. Este vagabundo, que cuenta con un súper olfato se propone a encontrar quien o quienes son los responsables de incendiar el vertedero, a pesar de que la mayoría de las personas no creen que éste pueda lograrlo.
No pocas veces los filósofos y los poetas se embarcan en las mismas aventuras del pensamiento y de la intuición. Así, mientras en la dimensión de Homero y de la Ilíada, la flecha de Paris lanzada desde las murallas de Troya recorre una línea de palabras y llega siempre a la pierna de Aquiles, la flecha de Zenón, lanzada en Elea hace 2600 años, atraviesa una línea numérica eternamente divisible por dos y todavía hoy no logra llegar a su imposible destino.
La revolución tecnológica, producto de una insurrección intelectual previa, y derivada en una digitalización vertiginosa y díscola carga sobre sus hombros los fenómenos inherentes a la posmodernidad. El auge del medio digital ha generado el ruido, la grave tormenta de la información degradada en desinformación, de la noticia convertida en falsedad o posverdad, de los poderes democráticos transformados en seudo poderes de la posdemocracia y de las batallas identitarias reducidas a la lucha por el reconocimiento de grupos minoritarios atrapados en la desnaturalización de la sexualidad, el egocentrismo y el género. El conocimiento ha sido vapuleado por la información, cada vez más excesiva e inútil, y el dato se cree sabiduría en sí misma. El selfi ha degradado al retrato y el fitness y la industria del espíritu son rasgos identitarios de las nuevas tribus que, conjugando lo arcaico con lo actual, han dado lugar a la nueva cotidianidad y a los mitos, temores, pesadillas e ilusiones de una ensoñación posmoderna. El porno y la mera sociedad del espectáculo engullen la existencia a una velocidad y superficialidad asombrosas. El fundamentalismo e integrismo identitarios enhiestan el singularismo como una virtud a riesgo de echar a perder el valor de la diversidad, cuando no la singularidad, a riesgo de perder la esencia de lo humano. La pérdida, cuando no sustancial deterioro de los vínculos humanos ha convertido al sapiens en digitalis, diluyéndose con ello el esplendor de los valores humanísticos universales. Sufrimos, con angustia, la decadencia del ser en favor de la efímera y vacía sombra del parecer o el tener. De esos y otros síntomas y temores de los tiempos actuales tratan estos textos que han saltado, para una comprensión más coherente, de las páginas del periódico a la densidad del libro.