Desde su Murcia natal a Salamanca y de allí a Roma, Baviera y Münster, en calidad de plenipotenciario para preparar la conferencia de Westfalia, la vida de Diego Saavedra Fajardo transcurrió fuera de España y estuvo marcada por sus servicios a la Corona.
Clérigo desde su juventud, poeta y publicista del conde-duque de Olivares, como agente de Felipe IV se vio envuelto en dos grandes conflictos: uno incruento, que enfrentaba a la monarquía católica con el papa Urbano VIII, y otro destructivo, la Guerra de los Treinta Años, que asoló gran parte de Europa. En ambos se forjó como diplomático y aportó sus dotes de negociador, su percepción de la pluralidad de europea y sus ideas sobre la paz y la neutralidad.
Impregnado de cultura clásica y lector de Lipsio, dejó escritas obras notables como las Empresas políticas y piezas cortas (respuestas, diálogos, cartas) que lo consagraron como un maestro indiscutible de las «guerras de papel» que caracterizaron su tiempo.
Hombre del barroco y miembro de una generación, la de 1635, de fuertes personalidades, Saavedra Fajardo fue un pensador de calado cuya fama fue póstuma. Su vida estuvo llena de contrariedades y su discreción quizá fue tan solo un escudo, pero merece mucho la pena recordar la solidez de su legado, tanto en el plano intelectual como en el literario.
Un corpus excepcional tanto para entender el pensamiento romano como para examinar las técnicas retóricas de Cicerón, admirar la depuración de su lenguaje y adentrarse en lo que supuso el derecho romano tanto para su época como para períodos posteriores. Este tomo engloba textos n los que el trasfondo político adquiere un peso específico fundamental.
Las Leyes es, con mucho, el diálogo platónico más extenso que conocemos. Y no solo eso, sino que además es el que supone los más exhaustivos estudios: historia, teoría política, educación, códigos penales, sistemas constitucionales, teología, física, medicina, etc. Es el intento más antiguo que ha llegado hasta nosotros de organizar el sistema jurídico de acuerdo con principios racionales. En el primer volumen de los dos que reúnen las Leyes, se recogen los libros I-VI, en los que se establecen los principios fundamentales que deben regir la sociedad para luego crear la legislación acorde con ellos.
San Agustín es una de las personalidades más fascinantes y complejas de la historia del cristianimo. Una de sus más importantes obras es, sin duda, La ciudad de Dios, redactada en los años de la toma de Roma a manos de los visigodos. En ella se establece por primera vez la idea del paralelo entre Estado divino y Estado terrenal, de gran influencia histórica en la política y las leyes de la historia occidental.
Este volumen, que incluye los libros XVI-XXII, cierra la publicación íntegra de esta obra, culminando así la labor de Rosa Mª Marina Sáez con una espléndida traducción exhaustivamente anotada. En esta última parte, Agustín de Hipona recurre a la historia bíblica para explicar la evolución entre la ciudad de Dios y la terrenal; y a continuación recapitula todo lo dicho en la obra antes de acometer por último las finalidades de ambas ciudades: el juicio final, el infierno y el cielo.
San Agustín es una de las personalidades más fascinantes y complejas de la historia del cristianismo. Una de sus más importantes obras es, sin duda, La ciudad de Dios redactada en los años de la toma de Roma a manos de los visigodos. En ella se establece que por vez primera la idea del paralelo entre Estado divino y Estado terrenal, de gran influencia histórica en la política y las leyes de la historia occidental.
Este volumen incluye los libros VIII-XV, en los que inicialmente demuestra la inutilidad de los dioses tradicionales romanos, debate sobre teología con los filósofoos, sobre todo platónicos, y razona que los espíritus buenos desean adorar a un solo Dios. Finalmente, emprende su explicación cristiana de la historia, que comienza con el origen de la ciudad de Dios, de la creación del mundo al pecado original, y continúa con la relación de las dos ciudades: la de Dios y la terrenal.
LAS BIOGRAFÍAS QUE FASCINARON A GRANDES PERSONAJES COMO SHAKESPEARE O NAPOLEÓN. TODA UNA LECCIÓN LITERARIA DE CÓMO SE DEBE NARRAR LA VIDA DE UN HÉROE PARA HACERLO FASCINANTE Historiador, filósofo y moralista, Plutarco nos legó uno de los conjuntos literarios más extraordinarios de la Antigüedad: las Vidas paralelas. Bajo este título se reúne una extensísima recopilación de biografías de algunos de los hombres más sobresalientes de la historia antigua. En estas obras, Plutarco trasciende el relato histórico para también transmitir mensajes morales y llegar al alma de estos grandes personajes presentados siempre por parejas (uno griego y otro romano). El tomo tercero de Vidas paralelas reúne tres parejas: Coriolano-Alcibíades; Paulo Emilio- Timoleón, y Pelópidas-Marcelo. Los cuatro primeros protagonistas tienen en común un rol relevante en momentos críticos para sus pueblos, con resultados variados que Plutarco sabe manejar con su habitual sabiduría. Los dos últimos son patriotas con modos de vidas semejantes pero espíritus contrapuestos.