Según cuenta el propio Dion Casio, político imperial de alto rango, se le apareció un genio en un sueño que le ordenó escribir textos históricos. Fruto de ello es su Historia romana, una de las obras más importantes en su género y fuente insustituible para el estudio de la evolución histórica y política de Roma. Escrita en griego, la lengua materna del autor, es una obra que abarca desde los orígenes míticos de la ciudad hasta la época del emperador Alejandro Severo, contemporáneo de Dion Casio. Crónica que se conserva incompleta, este volumen de Historia romana recoge los primeros libros que se conservan íntegros y que abarcan desde el año 68 a. C. hasta la muerte de y el entierro de Julio César.
Según cuenta el propio Dion Casio, político imperial de alto rango, se le apareció un genio en un sueño que le ordenó escribir textos históricos. Fruto de ello es su Historia romana, una de las obras más importantes en su género y fuente insustituible para el estudio de la evolución histórica y política de Roma. Escrita en griego, la lengua materna del autor, es una obra que abarca desde los orígenes míticos de la ciudad hasta la época del emperador Alejandro Severo, contemporáneo del autor.
De los ochenta libros que ocupa Historia romana, tan solo se conservan íntegros una tercera parte. En este primer volumen se recogen los valiosos fragmentos y resúmenes de los libros I a XXXV, que abarcan desde la fundación de Roma hasta la época de Pompeyo (primera mitad del siglo I a.C.).
De Tácito no sabemos muchos datos biográficos importantes, más allá de algunos de los cargos políticos que ocupó en la administración imperial. Desconocemos fechas y lugares exactos de nacimiento y muerte e incluso se duda sobre su praenomen. Sin embargo, no hay prácticamente ninguna duda de que es uno de los historiadores fundamentales de la literatura latina, gracias sobre todo a dos obras que repasan la época imperial desde la muerte de Augusto: Anales e Historias.
Tras el primer volumen de Anales en la Biblioteca Clásica, que reunía los seis primeros libros de la obra, este segundo tomo recoge los libros XI-XVI, ya que los intermedios VII-X se perdieron por completo. Aquí Tácito narra, año tras año y con su brillante estilo analítico y contundente, el período que va del 47 al 66 d. C., es decir, buena parte de los reinados de Claudio y Nerón.
Las Leyes es, con mucho, el diálogo platónico más extenso que conocemos. Y no solo eso, sino que además es el que supone los más exhaustivos estudios: historia, teoría política, educación, códigos penales, sistemas constitucionales, teología, física, medicina, etc. Es el intento más antiguo que ha llegado hasta nosotros de organizar el sistema jurídico de acuerdo con principios racionales. En el primer volumen de los dos que reúnen las Leyes, se recogen los libros I-VI, en los que se establecen los principios fundamentales que deben regir la sociedad para luego crear la legislación acorde con ellos.
San Agustín es una de las personalidades más fascinantes y complejas de la historia del cristianimo. Una de sus más importantes obras es, sin duda, La ciudad de Dios, redactada en los años de la toma de Roma a manos de los visigodos. En ella se establece por primera vez la idea del paralelo entre Estado divino y Estado terrenal, de gran influencia histórica en la política y las leyes de la historia occidental.
Este volumen, que incluye los libros XVI-XXII, cierra la publicación íntegra de esta obra, culminando así la labor de Rosa Mª Marina Sáez con una espléndida traducción exhaustivamente anotada. En esta última parte, Agustín de Hipona recurre a la historia bíblica para explicar la evolución entre la ciudad de Dios y la terrenal; y a continuación recapitula todo lo dicho en la obra antes de acometer por último las finalidades de ambas ciudades: el juicio final, el infierno y el cielo.
San Agustín es una de las personalidades más fascinantes y complejas de la historia del cristianismo. Una de sus más importantes obras es, sin duda, La ciudad de Dios redactada en los años de la toma de Roma a manos de los visigodos. En ella se establece que por vez primera la idea del paralelo entre Estado divino y Estado terrenal, de gran influencia histórica en la política y las leyes de la historia occidental.
Este volumen incluye los libros VIII-XV, en los que inicialmente demuestra la inutilidad de los dioses tradicionales romanos, debate sobre teología con los filósofoos, sobre todo platónicos, y razona que los espíritus buenos desean adorar a un solo Dios. Finalmente, emprende su explicación cristiana de la historia, que comienza con el origen de la ciudad de Dios, de la creación del mundo al pecado original, y continúa con la relación de las dos ciudades: la de Dios y la terrenal.