Casandra es simpática, culta y rápida en sus respuestas, aunque su prodigiosa memoria a veces recuerda a la de Dori, la amiga del pez Nemo. También cuenta chistes malos y se muestra tan educada como zalamera al conversar. Sorprende con ideas únicas, desde un nuevo acuerdo social para superar esta época de malestar generalizado hasta imaginar máquinas enamoradas, «si la tecnología dejara de ser solo una herramienta y se volviera un interlocutor con vivencias propias».
Pedro Vallín consigue casi superar esa misma barrera en este fascinante diálogo con una IA. Logra acercarse y acercarnos a un robot intelectual al que da identidad femenina e interroga sobre todos los asuntos que lo convierten en una amenaza potencial para nuestro futuro o en un formidable aliado para nuestra prosperidad: el empleo, el gobierno, las relaciones sociales, el nuevo orden mundial, incluso su propia «consciencia» como un ser de algoritmos.
Una pregunta se le impuso a Compagnon mientras preparaba su último curso en el Collège de France: ¿cómo culminar una vida consagrada a la escritura? De Montaigne a Barthes, la literatura se ha ocupado de la muerte al abordar temas como el duelo y la melancolía, pero la obra tardía de los escritores ha suscitado menos interés que el estilo de vejez de pintores y músicos, más afectado por el declive de los sentidos. Estos ensayos constituyen, pues, una meditación sobre el relato final de la existencia, pero también sobre lo sublime, las ultima verba, el canto del cisne, las segundas oportunidades y el poeta eterno, para reunir un valiosísimo compendio de las inestimables perspectivas que los textos nos ofrecen.
Yannis Ritsos, una de las mejores voces de la lírica europea, creó una serie de monólogos de excepcional sutileza, con los que consigue trasladar a nuestros días el pathos de la tragedia griega. En esta pieza da voz a Perséfone, la diosa de la antigua mitología griega a la que Hades, el dios del inframundo, rapto´ cuando era una doncella inocente. Gracias al poeta conocemos su cautiverio, al que ha aprendido a acostumbrarse, la compasión que le inspira incluso el leal perro al que su amo ha encargado vigilarla, y nos asomamos asi´ a la invisible suerte de muchas cautivas de ayer. Con esta obra proseguimos la publicación de los soliloquios dramáticos del autor en versión de Selma Ancira.
Un asesinato sacude el exclusivo mundo del arte. El influyente empresario Sten Hammar ha sido hallado muerto en su mansión a las afueras de Estocolmo. Las primeras pistas apuntan a un robo: Hammar era un coleccionista importante y en su villa atesoraba antigüedades de valor incalculable. La detective Karin Klinga se hará cargo del caso y en su investigación topará con la dura y lacónica Majja Skog, la experta a quien la casa de subastas Wallius ha confiado la tasación de las piezas de la colección del magnate. Lo que nadie sabe es que Majja y Hammar compartían un pasado: él fue su mentor, el hombre que la introdujo en el mundo del coleccionismo... y también alguien que ocultaba oscuros secretos.
Una epopeya fascinante que nos lleva a través de tres siglos, siguiendo la estela de uno de los colosos de la naturaleza—una criatura marina extraordinaria—y de los tres científicos que convirtieron su estudio en una obsesión.
«Te conmoverá profundamente y te dejará sin aliento.» Helsingin Sanomat Literature Prize
«Una novela exuberante. Recrea magistralmente una época en la que la Tierra parecía infinitamente más vasta que hoy.» Le Monde
«Fascinante y conmovedora. Nos recuerda que lo perdido, al menos a través de la literatura, puede cobrar vida de nuevo.» Frankfurter Allgemeine
Ha ocurrido un asesinato en el Elíseo, un retiro situado en una mansión en medio de la campiña inglesa. Cuando llegas al lugar de los hechos te encuentras con la víctima: el cuerpo de un empresario local yace en el césped con una rosa en la boca y una horca de jardinería clavada en el corazón. Todo parece indicar que se trata de un asesinato y que ya estaba muerto cuando cayó desde el balcón de arriba. Sin embargo, solo se puede acceder a él a través de una puerta cerrada, cuya llave ha desaparecido?