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BRISAS DE OTOÑO

De músico, poeta y loco, todos tenemos... ¡MUY POCO! Ser artista es un privilegio que las circunstancias de la vida nos proveen, por lo tanto, gozar de los atributos que se requieren para ser músico o para ser poeta no son nada habituales. Quienes gozan de esas cualidades son seres verdaderamente escasos. Para ser músico es imprescindible, o tener buen oído o por lo menos saber solfear, luego elegir el instrumento con el que expondrá sus virtudes... y sabido es que no todos gozan de esas aptitudes. Para ser poeta es vital la lectura y la constante escritura creativa, acciones no muy usuales en el diario acontecer... no es fácil serlo. Cuando se habla de locura, normalmente se hace referencia a personas anormales (sinónimo de raros, poco común)... Hablamos entonces de seres especiales. Es fácil colegir que son pocos los elegidos que llegan a ser músicos (mucho menos ser buenos); tampoco son frecuentes los poetas (mucho menos ser buenos) y si descubrimos a alguien que posea todas esas condiciones y encima sea médico (y de los buenos), estaremos frente a un espécimen poco común, un bendecido por los dioses... Ahí dejo como ejemplo perfecto al Dr. Jimmy Barranco Ventura (músico, poeta, poco común y galeno de primera).
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ESTAMPAS DE MI BOHIO

No existe nada en el universo que no pueda definirse de manera casi categórica. La amistad, la confraternidad, los prejuicios, la barbarie, la literatura, las artes en general, los planetas... TODO. Definir el concepto poesía es igual de sencillo, aunque hay quienes se empeñen en considerarlo difícil. En forma poética, Gustavo Adolfo Bécquer lo describió como: “Poesía eres tú”, y por otro lado Gabriel Celaya señaló que es “Un arma cargada de futuro”. Yo tengo una definición mucho menos bella, pero quizás más práctica: “Hacer arte con las palabras alterándole sus significados originales para convertirlas en nuevas imágenes”. Pero ¿cómo definir a un cazador de palabras cargadas de poesía? ... También es simple, basta con leerlo; y en este caso, a Jimmy Barranco Ventura yo lo he leído bastante porque he estado a su lado desde el nacimiento de su primera obra, y ya con ésta van seis. Jimmy es un estudioso de la naturaleza, de sus pormenores, de sus manifestaciones, de lo divino, de lo nutricional... de todo, hasta de la historia; y es además un trabajador por excelencia de toda la esencia poética que ha cultivado la humanidad, desde la literatura clásica hasta la postmoderna, aunque tiene preferencia marcada por la primera. Es un poeta que domina los secretos de nuestra lengua materna, el español, y conoce sus cuitas y salpicaduras temáticas, cabalgando graciosamente con ella entre sus versos, llenándolos de musicalidad, ritmo, medidas y rima con una facilidad pasmosa y agradable. El contenido de los poemas de Barranco es un canto a la belleza escritural; en él viven las figuras de retórica más hermosas, esas que enriquecen sus textos para satisfacción de los lectores más exigentes. Definir algo no es tan difícil, basta estudiarlo y disfrutarlo, como he hecho con Jimmy Barranco Ventura, y le invito a que usted haga lo mismo, seguro de que lo disfrutará a plenitud.
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MI ABUELITO DECIMERO

Es sorprendente la gran capacidad creativa que reside en la mente del médico y poeta Jimmy Barranco Ventura, demostrada en su vasta versatilidad para abordar temas tan disímiles unos de otros, demostrando su brillante grandilocuencia, luciendo un amplio dominio del idioma español, venciendo las presiones del tiempo, cultivando una depurada poesía y, sobre todo, navegando plácidamente por todas las estructuras poéticas, entre ellas las más rigurosas, como son el soneto, la poesía oriental y por supuesto, la décima espinela que es el formato elegido por él para este libro con el que nos premia. Mi abuelito decimero es la nueva huella que, en su exitoso tránsito por la literatura, plasma Jimmy Barranco Ventura en homenaje a sus descendientes de tercera generación, como prueba de que, entre sus múltiples cualidades humanas, no podía quedarse afuera su cosecha familiar. Dejo constancia escrita de que, más que un placer, ser el editor de esta obra me honra llena de júbilo.
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