'Nadie te está mirando' es el último libro publicado en vida de la escritora y periodista Janet Malcolm, y la segunda antología de ensayos y artículos luego de Cuarenta y un intentos fallidos. Ensayos sobre escritores y artistas (Debate, 2015). En esta versión al español se reúnen dieciséis piezas que abarcan casi dos décadas y que en su mayoría fueron publicadas en The New Yorker y The New York Review of Books. La colección está dividida en tres partes, sin orden cronológico, y agrupa perfiles (la diseñadora Eileen Fisher, la pianista Yuja Wang, la presentadora de noticias Rachel Maddow, entre otros), ensayos sobre escritores y sus obras (Tolstói, Joseph Mitchell, el Grupo de Bloomsbury, etc.) y reseñas de polémicos libros de escritoras feministas (lo que le da pie a reflexionar sobre los desencuentros generacionales entre las feministas de la vieja guardia y la nueva).
Si hay algo que nos reúne como sociedad, es la bicicleta: todos la hemos montado alguna vez. Cada uno de nosotros tiene el recuerdo de aprender a montar y, al hacerlo, descubrir una nueva forma de relacionarse con el mundo, con los otros y con uno mismo. En su humildad, la bicicleta nos pone en armonía con el tiempo y el espacio que habitamos.
Fuertemente enraizada en nuestro imaginario cultural, goza de una doble dimensión mítica: colectiva e individual. Colectiva porque, desde mitades del siglo XX, constituye la forma de transporte de las clases obreras; e individual, pues ciclistas como Induráin o Coppi se alzan como verdaderos héroes ante la mirada del público. Ya Barthes, en sus Mitologías, analizó la manera en que los deportistas de élite se transforman en mito, aunque hoy esa idealización esté en parte mancillada por el dopaje.
No obstante, ahora la bicicleta regresa con fuerza a las ciudades, gracias a las nuevas políticas urbanísticas. Su imagen es objeto de un renovado entusiasmo popular, como atestiguan Barcelona y París. La bicicleta se alza, pues, como proyecto de futuro, como guía hacia un ideal utópico de ciudad en la que las exigencias de los ciclistas lograrán doblegar a los poderes políticos.
¿En qué momento el pensamiento fundacional entró en las filas de los anarquismos? ¿Qué peligros inadvertidos encierra este oxímoron? ¿Cómo volver al origen sin reivindicar un origen estable? Si todo arché, todo principio fundacional, conlleva el riesgo del totalitarismo, el anarquismo debe problematizar y combatir el regreso a cualquier fundamento que se pretenda sólido, atemporal y dogmático. Sin embargo, el mal contra el que se lucha existe también, a menudo, en la propia trinchera.
Fue un sociólogo de origen húngaro. Estudió en las Universidades de Budapest, Berlín, París y Friburgo. Entre 1920 y 1933 fue profesor en Alemania, fundamentalmente en la Universidad de Fráncfort, pero tras la llegada del nazismo decidió salir de Alemania y desde 1934 hasta la fecha de su muerte desarrolló su labor docente en Inglaterra. Muy influenciado por el pensamiento de Karl Marx, y contemporáneo de Georg Lukács, fue uno de los sociólogos considerados por Raymond Aron en su ensayo "Sociología alemana contemporánea" (1935). Es una personalidad de gran relevancia en el debate acerca de la sociología del conocimiento, muy candente en Alemania en los años 20. Mannheim otorgaba mayor valor a las creencias subjetivas que a los hechos comprobables.
En el último cuarto del siglo XX, las sociedades europeas experimentaron cambios económicos, políticos, sociales y culturales de primera magnitud, que obligaron a todos los actores políticos a redefinir sus proyectos y sus actuaciones. Particular relevancia adquirieron las dos crisis económicas de los años setenta, que facilitaron el inicio de la denominada «revolución conservadora», también favorecida por el agotamiento de la ola izquierdista del «largo 68» y, posteriormente, la crisis y el derrumbe del bloque soviético.
En ese marco, la posición de las formaciones políticas conservadoras se reforzó en toda Europa, aunque con diferencias, en algunos casos notables, entre los diversos países.
«En medio del campo donde plantábamos patatas, con el incesante gorjeo de las alondras de fondo, le pregunté qué lugar elegiría si de repente un genio se cruzase en su camino para hacer realidad el viaje de sus sueños. “El Polo Norte”, me respondió. Yo apenas tenía diez años. Debía rondar esa edad cuando, una noche de verano, delante de la puerta de casa, mi padre me señaló la presencia titilante de la estrella polar, que no duerme, que permanece ja en el cielo y sirve al navegante para no perder jamás el rumbo.Por su ochenta cumpleaños, le regalé un viaje a la Tierra de Baffin, más allá del círculo polar ―en el Polo Norte. Estas páginas cuentan la parte visible». Estética del Polo Norte es un diario de viaje, una losofía del frío y una meditación sobre los males de la civilización. Onfray reexiona sobre el espacio, la naturaleza pero también sobre la nostalgia. Un texto denso, lírico e inteligente donde el autor asume su filosofía objetiva y silenciosa.
«El espacio ha sido un gran misterio ―quizá el mayor de todos― profundamente adormecido desde hace mucho tiempo, sobre todo desde la ya lejana época de Kant, que parecía haberlo puesto en el lugar que le correspondía. Nos creíamos que ya estaba todo dicho sobre él, cuando en realidad ese todo no era casi nada. Entonces Albert Einstein, un físico de gran talento, lo rozó con su varita y, en ese momento, despertó para cobrar vida, multiplicarse, poblarse de hechos y acontecimientos inesperados, ensancharse hasta perderse de vista, imaginación y razón, y adquirir una cuarta dimensión. Desde entonces, el espacio y el tiempo, su hermano incognoscible, celebran unas maravillosas nupcias bajo nuevos aspectos a las que están invitados todos los hombres de buena voluntad.» Desde la publicación de La Teoría General de la Relatividad de Albert Einstein en 1915, la reflexión sobre el espacio se convirtió en un tema de interés popular. Ha habido muchos intentos de interpretar el significado de la teoría en su relación con la vida cotidiana, algunos muy imaginativos. Es por esta razón que La vida del espacio adquiere un significado especial.