Una obra práctica que, desde la evidencia científica, aporta soluciones al daño que producen las pantallas en la infancia y en la juventud
«Lee este libro y pon en práctica las doce soluciones que te voy a explicar, sin saltarte ninguna de ellas. Si sigues al pie de la letra estos consejos, sin perdonarte ni uno, te aseguro que habrás salvado a tus hijos de la peor pesadilla que les espera.»
Si en su anterior obra Salmones, hormonas y pantallas, el prestigioso y premiado catedrático en salud pública, el doctor Miguel Ángel Martínez-González, ya abordaba el tema de la adicción al móvil de los jóvenes, aquí va un paso más allá y plantea doce soluciones concretas para los padres y educadores, proporcionando un completo repertorio de recursos para hacer frente a estos riesgos desde la cotidianidad doméstica. En su experiencia como conferenciante por medio mundo, cuenta que no hay padre o madre de menores que hoy no esté preocupado por las amenazas y daños que las pantallas conectadas a internet pueden provocar en la salud mental de sus hijos. Suena alarmante, y lo es, pero el autor también nos brinda en este libro muchos motivos para tener esperanza.
Martina siente que se está convirtiendo en una mujer florero en una relación que la mantiene anulada y consumida. Dispuesta a darle un giro a su vida, decide rechazar la proposición de matrimonio de su novio.
Lucía está metida en una relación que la tiene encerrada y atada de pies y manos. Es madre, y le gusta... a veces. Otras, lo detesta. La inesperada visita de su hermano Bruno podría cambiar la vida de una de sus mejores amigas, ya que del amor al odio hay solo un paso, o un piso.
Carlota tiene novio. Un novio con el que no disfruta de una vida sexual activa, pero que la tiene atada de algún modo. Aunque casarse parece ser su primera opción, no está segura de si es la correcta.
Tres amigas.
Un hermano que va a volver loca a una de ellas.
La búsqueda del amor a partir de los treinta, que no siempre sale bien.
Aplicaciones de citas, maquillaje y mucho más, con una dosis de humor que te hará reír a carcajadas.
¿Puede la vida ponerse patas arriba por algo tan sencillo como un «no quiero»?
No hay duda de que existe cierta tecnofobia declarada hacia la Inteligencia Artificial. En general la gente tiene miedo a los cambios y rechaza lo desconocido, algo intrínseco al ser humano. Por nuestra forma de ser tendemos a resultar conservadores. Sin embargo, se trata de una potente tecnología que está teniendo un impacto creciente en el mundo gastronómico, una herramienta que debemos poner al alcance de los cocineros, jefes de sala y productores rurales. Todas las tradiciones han tenido su origen en algún momento en innovaciones. Y las cosas de la IA que ahora nos desconciertan crearán sin duda un corpus de tradiciones en el futuro. Cualquier tecnología puede tener dos caras. Un buen cuchillo puede servir para asesinar o para generar platos increíbles
Y es que la tecnología de la IA puede lograr presentaciones tan apetitosas que superan las humanas, crear nuevos platos originales, imaginar maridajes innovadores o sugerir texturas inéditas, dando lugar a la creación de una nueva «mente digital» de un chef.
Este libro da respuesta a ese gran público preocupado por el efecto de la comida en la salud. Con un lenguaje ameno y entretenido, nos explica cómo funcionan los nutrientes, de dónde obtenemos la energía, qué son las calorías y por qué no todas son iguales. Incluye mucha información práctica sobre la hidratación y la importancia del metabolismo y del ejercicio moderado, y también propuestas de acción reales, como un plan exprés para entrenar el metabolismo. Ángela Quintas vuelca todo su conocimiento en la dieta del control de insulina, cuya esencia es controlar los picos de glucosa con resultados milagrosos para adelgazar con salud. Además, propone menús efectivos para distintas etapas de la vida e incluye consejos y dietas específicas para paliar el estrés, la ansiedad o el insomnio. Porque lo que comemos nos afecta a cualquier edad, tanto a hombres como a mujeres.
Antes de que Erling sufriera un ataque al corazón y cayera fulminado en la calle, ya había sufrido una serie de “casi” accidentes bastante sospechosos. Ahora, sola en su inmensa casa, Evy, su esposa durante cuarenta y cinco años, reflexiona: hay algo que no encaja con la muerte de su marido. Además, todo a su alrededor empieza a cambiar, de forma muy sutil… objetos que desaparecen de la casa, sus hijos aparecen sin avisar y claramente le ocultan cosas, la puerta del sótano, que siempre está cerrada, de repente está entreabierta… Cuando aparece después de muchos años un viejo amigo de la juventud de Erling con algo que contarle Evy empieza a tener miedo. ¿Puede ser que alguien deseara hacerle daño a Erling? ¿Y si ahora la persona que iba tras él, va tras ella?
En este nuevo libro, Beatriz Cazurro nos hace reflexionar sobre cómo la forma en la que dejamos de comunicarnos con nuestros hijos tiene que ver con vínculos emocionales que no pueden verse y que nos condicionan, con lo apresurado de ciertos diagnósticos psicológicos, así como con la singularidad de la sintomatología que cada cual desarrolla en el tiempo con relación a lo que ha vivido.
Para regular la relación con nuestros hijos necesitamos centrarnos en sus necesidades, en notar lo que les sucede, e igualmente en entender que lo más importante es generar un lugar seguro para que puedan vincularse desde el afecto y en ausencia de trauma.