El sol baña los acantilados y las aguas turquesas del mar de Cornualles cuando Jane Bellamy y Cedric Stone se conocen en el verano de 1939. No están destinados a ser una ecuación perfecta, pero son jóvenes y el amor lo arrolla todo a su paso. Así que esta historia comienza como otras muchas: él y ella se enamoran. Hay primeras palabras, primeras miradas y primeros besos. Y luego la guerra, la nada. Solo oscuridad. Todo cambia.
Años más tarde, en un hospital de Edimburgo, Margot Abbot sostiene en la mano un anillo que pertenece al paciente que dormita en la cama, Cedric Stone. Ella todavía no lo sabe, pero está a punto de abrir un baúl de recuerdos y descubrir qué ocurrió tras aquellos luminosos días de estío que quedaron atrás.
Desde el rey Salomón a Luis XV, perfumarse ha sido esencial, consustancial al ser humano, bien como símbolo de poder y estatus, bien como medicina o afrodisiaco, más allá de sus connotaciones religiosas. Es complejo datar su origen, pero sí se puede deducir su función principal: el culto. El buen olor siempre ha sido lo opuesto al hedor propio de la muerte y la enfermedad. La combustión del incienso o sahumerio, perfume primitivo por excelencia, embajador de la fe, ubicuo y transcultural, demarcaba el espacio sagrado generando una atmósfera emotiva que invitaba a elevarse más allá de la conciencia para comunicarse con lo divino. Desde el sintoísmo al budismo, del hinduismo al islam, esa inmanencia espiritual siempre fue definida por la fragancia. Esta obra pretende surcar la historia analizando diferentes culturas para desenmarañar sus raíces perfumadas, desde los óleos sagrados egipcios y las hedónicas composiciones árabes e indias hasta las primeras moléculas de síntesis del XIX que impulsaron la democratización del perfume, para eclosionar en el XX, cuando la moda se alió a la fragancia “de autor” para sellar su compromiso imperecedero.
Vivir el presente significa también entregarnos a nuestros planes, pero permitiéndonos el desafío de dejar que cada cosa nos sorprenda; vivir cada instante y cada experiencia sin anticipación, sin condicionantes y sin miedos. En ocasiones postergamos nuestra felicidad; unas veces anhelando el pasado y otras viviendo a la expectativa del futuro, sin poder anclarnos con el presente y sin disfrutar del aquí y el ahora. Demasiadas veces basamos nuestra vida en factores externos como los bienes materiales, la posición social, los mandatos familiares, nuestros éxitos o la percepción que los demás tienen de nosotros. Sin embargo, nada está más alejado de la realidad. En este libro, Jorge Bucay nos muestra que cada individuo es valioso, útil, necesario e irreemplazable, merecedor de todo lo bueno y con una capacidad infinita de aprender y crecer.
«El profesor Gottlieb Söhngen, mentor académico y supervisor de la tesis de doctorado de Joseph Ratzinger, estaba convencido de que era imposible prepararse adecuadamente para hacer teología sin contar también con la filosofía: 'No importa cuán largo sea el camino de la filosofía, nunca es una desviación respecto a la teología; más bien, permite a uno embarcarse en el trabajo teológico eficaz más pronto que tarde'. Análogamente, Joseph Ratzinger / Benedicto XVI, defendió la idea de que una filosofía robusta es el marco interior de la teología, y al contrario, una filosofía débil no se corresponde con una teología robusta. La conversación y el diálogo con filósofos clásicos y contemporáneos es una de las características más sobresalientes en el pensamiento del papa teólogo. Una compilación de los interlocutores más relevantes y una visión de conjunto de los tópicos, tal como los que provee este libro, cubre un vacío en la literatura ratzingeriana». (Del prólogo de Rudolph Voderholzer)
Durante mucho tiempo se ha considerado a los otomanos como déspotas que conquistaban por mero poderío militar, una entidad esencialmente asiática desprovista de genuino carácter europeo. Pero ¿cómo puede esto ser cierto de un imperio cuya capital era la antigua Constantinopla, cuyos soberanos se autodenominaron «césares de Roma» y cuyos dominios abarcaban una vasta extensión de Europa?
En este monumental libro, Gábor Ágoston nos muestra la épica historia otomana, desde el asombroso ascenso al poder de la dinastía a finales del siglo xiv hasta el sitio de Viena en 1683, que puso fin a sus guerras de conquista en Europa central. Desde la rivalidad con los Habsburgo, pasando por las intrigas de sultanes, reyes o papas, hasta el fragor de batallas legendarias como la de Lepanto, Ágoston hace que la historia de Europa cobre vida ante nuestros ojos desde una perspectiva completamente nueva y original.
Profundo, fundamentado y cautivador, El Imperio otomano y la conquista de Europa nos brinda una visión novedosa del que fue uno de los grandes imperios de Europa y lo devuelve a su justo lugar en la historia del continente, demostrando su importante papel en el nacimiento de la Europa moderna.
¿Y si los piratas no fueron salvajes apátridas movidos por la simple acumulación de riquezas y tesoros? ¿Y si el inicio de nuestra modernidad no hubiera tenido lugar en el corazón de Europa sino en una República pirata del Madagascar del siglo XVII? ¿Y si la Ilustración ya no fuera tan europea como pensábamos? Estas preguntas nacen del trabajo de campo que David Graeber realizó en Madagascar sobre la historia de la esclavitud, la magia y las políticas de la isla. Su encuentro con los Zana-Malata, una etnia descendiente de los primeros piratas que se asentaron en la isla en el siglo XVIII, le impulsó a profundizar en las relaciones sociales y de poder dentro de la comunidad. Sin dejarse llevar por la bruma que envuelve las leyendas de piratas y basándose en documentos y archivos de la época, el autor arroja luz sobre cómo las formas protodemocráticas de lo que los bucaneros implantaron en la isla pudieron influenciar el pensamiento ilustrado europeo. Reales o imaginarias, estas olvidadas sociedades pueden enseñarnos insospechadas posibilidades en un futuro cada vez más incierto. La Ilustración pirata es la última pieza del legado intelectual de Graeber y culmina las ideas que motivaron la escritura del bestseller El amanecer de todo. Es una vibrante historia de reinos piratas y tesoros escondidos pero también es una brillante incursión a formas antiguas de autogobierno y democracia radical en los límites del imperio.
Entre el siglo I a. C. y el II d. C. varios millones de personas de clase media y baja constituyeron la plebe romana. Su historia suele permanecer en la penumbra. En este retrato, Nicolas Tran privilegia a estos habitantes ?ordinarios?.
La obra de un discípulo adelantado de Maquiavelo y Gracián que sabe que, una vez perdida la dignidad, solo queda el arte de la apariencia; el cinismo en estado puro. Un agudo estudio del poder en todos sus aspectos. «Conócete a ti mismo», «Conoce a los demás», «Simula y disimula». ¿Qué sentido tienen en la actualidad estos tres inseparables mantras de Mazarino, al que habría que añadir el muy representativo de la clase política: «Nunca te fíes»? El cardenal Mazarino, personaje imprescindible para entender la monarquía absoluta de Luis XIV, conocido como el Rey Sol, no ha sido reconocido en la historia de acuerdo con sus méritos. En esta obra se nos desvela el diplomático, estratega y solucionador de conflictos, quien, a pesar de su origen, logró ascender hasta ser uno de los hombres más poderosos de Europa en su momento. Mazarino dejó escritas sus filias, fobias, miedos y, sobre todo, demostró ser un verdadero maestro del arte del disimulo; una danza entre la ocultación y el sigilo para la que es necesaria inteligencia y prudencia, virtudes que también son propias de los grandes estrategas empresariales y de cualquiera que aspire a formar parte del teatro del poder.
Glace es la heredera al trono de Eísalh, pero hace diez años que la arrancaron de su hogar y la obligaron a exiliarse. Ahora, fuerzas oscuras amenazan con destruir el precario equilibrio de su mundo e iniciar una guerra entre reinos, y Glace es la llave para recuperar la paz.
En su camino a casa, conocerá a los Guardianes, personificaciones de la magia de los dioses, que a pesar de poseer un gran poder, sufren... y aman. Dividida entre el fuego y la tormenta, Glace tendrá que demostrarse a sí misma y a los demás que tiene la madera necesaria para ser reina.
Pero no todo el mundo es lo que parece y Glace tendrá que aprender a distinguir a sus aliados de sus enemigos... y a aquellos que puedan ser mucho más.