Una historia sobre lo bello y lo terrible. Una historia de descubrimiento.
"La primera vez que papá murió todos pensamos que estaba fingiendo."
Así empieza Malaherba de Manuel Jabois. Un día Mr. Tamburino, Tambu, un niño de diez años, se encuentra a su padre tirado en la habitación y conoce a Elvis, un nuevo compañero de su clase. Descubrirá por primera vez el amor y la muerte, pero no de la forma que el cree. Y los dos, Tambu y Elvis, vivirán juntos los últimos días de la niñez, esos en los que aún pasan cosas que no se pueden explicar y sentimientos a los que todavía no se sabe poner nombre.
Esta es una historia de dos niños que viven una extraña y solitaria historia de amor. Un libro sobre las cosas terribles que se hacen con cariño, escrito con humor y una prosa rápida que avanza llevando a Tambu y su hermana Rebe, a Claudia y su hermano Elvis, a la frontera de un mundo nuevo.
La realidad debe ser otra cosa, a lo mejor otra cosa peor, más mala, algo atroz, en fin, como la respiración un poco agónica del hombre invisible que también soy yo».
Un alto ejecutivo se queda en paro y decide rehacer su vida al margen de todo lo que le rodea, contando con su imaginación como única aliada. A partir de ahí, y desde el mayor de los sarcasmos, vivirá como una aventura fantástica cualquier hecho cotidiano. El protagonistacrea un mundo propio, unas veces siendo él mismo, otras haciéndose pasar por otro. Otro que actúa con la insolencia y el respaldo de la locura más cuerda.
Un apasionante juego de encuentros y desencuentros con el amor, la soledad, el sexo, la amistad..., con la vida y la muerte, en definitiva. Mucho más que una novela, Tonto, muerto, bastardo e invisible es también una crítica a nuestra sociedad, hilvanada con un lenguaje lúcido y brillante.
Sobre un fondo de boleros, el protagonista de esta novela atraviesa la adolescencia con la frente cuajada de acné. Cada uno de aquellos granos era un pecado mortal, según le decía el confesor. El sentido de la culpa no podía desligarlo del pacer y éste era la hierba quemada del verano, el sonido de la resaca en la playa bajo el cañizo ofuscado por la luz del arenal.
Sobre un fondo de crímenes famosos en aquella Valencia todavía huérfana de los años cincuenta se desarrolla la conciencia del protagonista. El crimen de la envenenadora, el garrote vil a aquel esquizofrénico que asesinó y cubrió de flores a la niña antes de depositarla en una acequia, la aparición de las piernas depiladas de un hombre con las uñas pintadas dentro de un saco: a través de esta geografía de la memoria un tranvía con jardinera cruzaba la ciudad y se dirigía a la playa de la Malvarrosa. En ese espacio olvidó el protagonista la neurosis del padre, la tortura de una educación religiosa, la sordidez de aquel tiempo. Desde el fondo de la adolescencia llegó a Valencia un día en que todos los escaparates de las pastelerías exhibían la imagen del general Franco confeccionada a base de frutas confitadas.
Bill Gray era mi mejor amigo y me enamoré de su madre. Puede que amor sea una palabra demasiado fuerte, pero no conozco ninguna más suave que pueda aplicarse.» Así comienza esta magistral novela, uno de los acontecimientos literarios del año.
Alexander Clave es un viejo actor de teatro que recuerda su fugaz e intenso primer amor. Un rodaje cinematográfico le llevará a intimar con una joven y popular actriz cuya vida se ha asomado al abismo y al inesperado hallazgo de respuestas acerca del destino final de las mujeres que marcaron a fuego su vida.
En la Francia de finales del siglo XVIII, dos aristócratas sin escrúpulos, la marquesa de Merteuil y el vizconde de Valmont, se alían en un juego de crueles intenciones, entre cuyos objetidos figura la conquista de una viuda devota, la corrupción de una quinceañera recién salida del convento y el envilecimiento de un joven caballero. Sin embargo, la trama no solo explora las ambigüedades morales de la seducción, sino que cuestiona los valores de toda una sociedad. Contada a varias voces y ambientada en sitios donde se cruzan lo público y lo privado, Las amistades peligrosas perdura como una de las más escandalosas de la literatura europea.
La presente edición incluye una soberbia introducción de Elisenda Julibert que atiende al contexto histórico de la obra, al tiempo que señala su resonancia durante más de dos siglos y hace hincapié en su pertinencia para el presente.
Un adolescente escapa con una chica a la que ha secuestrado tras matar con una pistola a un guardia de seguridad. Esta es la historia de una huida, una road movie en la que la maldad disimulada, la imposición de una identidad y el machismo soterrado son motivos suficientes para que el protagonista se fugue en compañía de la chica y reclame a voz en grito, en cada uno de sus actos, que lo dejen en paz.
Caídos del cielo fue adaptada al cine por el propio Ray Loriga (La pistola de mi hermano), que plasmó en imágenes ese mundo de obligaciones y retos que ponen en evidencia lo que hay detrás de él: nada.
«Mata al niño, Jon Nieve. El invierno se nos echa encima. Mata al niño y que nazca el hombre.»
La victoria de los leones Lannister ha dejado tras de sí un interminable reguero de sangre: lord Tywin yace enterrado, asesinado por mano de su propio hijo; la reina Cersei está encadenada y el pequeño rey Tommen ocupa un trono que podría matarlo. El destino de Poniente pende de un hilo.
En el Muro, Jon Nieve se ve obligado a consolidar por la espada su rango como lord comandante de la Guardia de la Noche. Mientras, al otro lado del mar Angosto, Daenerys Targaryen, la Madre de Dragones, defiende su dominio contra hordas de enemigos tanto viejos como nuevos.
Tras huir a las Ciudades Libres, el parricida Tyrion Lannister podría ser la clave para que la sangre del dragón, que nunca llegó a extinguirse por completo, resurja. No obstante, todo esfuerzo tal vez resulte ser en vano. Porque ahora, verdaderamente... se acerca el invierno.
TODAVÍA NO HAS VISTO NADA
Se acerca la Navidad en Estocolmo y la ciudad se llena de luces. Pero algo siniestro está a punto de suceder: al mismo tiempo que un miembro del ministerio sueco está siendo amenazado de una forma macabra, una pila de huesos de aspecto misterioso es hallada en las vías de metro abandonado de la ciudad, y todo apunta a que pertenecen a un importante financiero.
La investigadora Mina Dabiri y sus compañeros del departamento de Homicidios, todavía en shock tras los trágicos acontecimientos del verano pasado, se verán puestos a prueba de nuevo. Cuando las pistas empiezan a escasear, Mina decide recurrir al mentalista Vincent Walder. Él, a su vez, lucha incansablemente contra sus propios demonios. ¿Qué o quiénes se esconden en los túneles en las profundidades de Estocolmo? Y, lo más importante, ¿con qué motivo?
Los aliados han liberado Francia, y las tropas alemanas en retirada conducen a un numeroso grupo de colaboracionistas del gobierno de Vichy al castillo de Sigmaringen. Éste es el punto de partida de De un castillo a otro: más de mil personas angustiadas, sin norte ni futuro, se hacinan en un castillo laberíntico. Pero los castillos de Céline son realmente dolorosos, agitados por los espectros de la guerra, el odio y la miseria. Transparente en su autobiografía, casi a caballo entre la novela y la confesión, con aguda ironía y punzante humor, Céline nos describe a los alemanes en pánico, a una Europa que retumba, a los ministros de Vichy sin ministerio y al mariscal a punto de entrar en el Tribunal Supremo. Con su prosa arrolladora y sincopada, en completo desorden pero con vívida clarividencia, Céline nos narra como nadie el caos la derrota, los excesos y las miserias de la condición humana. Así, este De un castillo a otro, primer volumen de lo que el propio autor concibió como una historia magna, la Trilogía del Norte, es uno de sus libros más demoledores, y bien habría podido titularla el final de la noche, porque es una novela que nos interpela, nos sacude, nos golpea. Una literatura radical que se escribe con las vísceras.