Dante Maroni, heredero de la infame organización Tenebrae, sabe esconder la crueldad con encanto, la brutalidad con trajes a medida y el amor con silencio. Sin embargo, tras infiltrarse en el Sindicato, la perversa entidad tras los secuestros de menores a los que su mundo de enfrenta, descubre una información que lo pone todo en peligro.
Amara Rossi es la hija del ama de llaves de los Maroni, y lleva enamorada de Dante desde que era una niña. Pero cuando la secuestraron y torturaron a los quince años, lo perdió todo y quedó exiliada. Ahora, más de una década después, su vida se derrumba de nuevo y debe volver a unirse al juego oscuro de la mafia.
Y así, mientras los secretos salen a la luz y el amor se convierte en una fuerza imparable, Dante, el rey renuente, y Amara, la reina inevitable, inician una partida mortal que decidirá su destino.
«El entusiasmo y la capacidad de identificación que Jane despierta resultan tan profundos que la interpretación contemporánea ha colocado a la escritora en el centro de su familia, de su sociedad e incluso de su tiempo, y la contempla y debate sobre ella, sus gustos, sus amoríos, sus desgracias o sus características literarias conforme a la importancia de la que en la actualidad goza. Es agradable que el tiempo compense algunas de las crueldades con las que la Historia afligió a las autoras del siglo XIX, pero insistir en esa versión nos lleva a perdernos una de las miradas más interesantes, más inteligentes y peor comprendidas de la historia de la literatura».
Texto dramático que puede leerse como prosa o prosa que puede llevarse al teatro, "Diálogo" se estrenó en el Burgtheater de Viena en 2022. Imaginemos a dos actores, como Bruno Ganz y Otto Sanders, a quienes está dedicado el libro, ambos ángeles en la célebre película "El Cielo sobre Berlín", dos hombres ya mayores, amigos, cómplices, dialogando sobre la fuerza y la actualidad del teatro, sobre el hecho de envejecer, sobre los recuerdos y las vivencias que dejan una huella indeleble en la memoria... Texto rítmico, en la línea del último Handke, que rehúye las lecturas cómodas y uniformes; larga conversación, construida con una riqueza textual prodigiosa, que se abre paso mediante imágenes reveladoras, relatos del pasado y referencias a la propia obra, a la cultura popular y a la alta cultura. Y también, entre juegos de palabras y evocaciones evanescentes, hay espacio en "Diálogo" para la reflexión histórica y política, a propósito del relato espurio con que trató de nublarse la adhesión al Tercer Reich de los abuelos.
«Si hubiera vivido un poco más, apenas tres años, Joseph Roth habría asentido ante la escena de Casablanca en la que el mayor Strasser le pregunta a Rick por su nacionalidad. "Soy un borracho", responde este. Roth habría respondido igual si alguien le hubiera preguntado. Todos sus lectores lo sabemos porque lo dejó clarísimo en sus libros, en sus dibujos y en lo que los biógrafos han descubierto de su vida. También sabemos que no le preguntaron por su nacionalidad, porque Roth fue uno de los miles de apátridas que se morían del asco en la Francia a punto de rendirse ante Alemania. En un país lleno de refugiados con pasaporte Nansen (cuyo papel era tan malo que se deshacía al segundo trámite), la gente había perdido la costumbre de preguntarse por nacionalidades que ya no existían. "Así soy realmente: maligno, borracho, pero lúcido. Joseph Roth", escribió en la dedicatoria de un autorretrato que se hizo en París en noviembre de 1938, seis meses antes de su muerte».
Desde los antiguos himnos védicos hasta el sivaísmo de Cachemira, el pensamiento indio ha abierto numerosos caminos en la búsqueda de una mente diáfana, que facilite el libre tránsito de la conciencia. En el corazón de esta exploración nació una cultura mental tejida de hábitos como la meditación o el yoga, que permiten el acercamiento a las distintas dimensiones de un universo concebido como un organismo cuyo desarrollo corre en paralelo a la evolución espiritual de los seres que lo habitan. A través de su análisis, Juan Arnau nos ofrece las respuestas que las distintas escuelas filosóficas indias han dado sobre la esencia del ser y el camino hacia la liberación espiritual.
La Edad Media es un tiempo aún poco definido y un espacio de fronteras difusas, un periodo histórico poco explorado que, sin embargo, sigue actuando como el espejo deformado de nuestro presente. Decimos «cosas de la Edad Media» como si algo no perteneciera a nuestro mundo. Para comprender ese tiempo, a menudo imperceptible, pero que permea toda nuestra historia, es necesario adentrarse en el pasado con la guía de un inventario cuidadosamente trazado.