Holly Golightly, la protagonista de Desayuno en Tiffany’s, es quizás el más seductor personaje creado por ese maestro de seducción que fue Truman Capote. Atractiva sin ser guapa, tras rechazar una carrera de actriz en Hollywood Holly se convierte en una estrella del Nueva York más sofisticado; bebiendo cócteles y rompiendo corazones, parece ganarse la vida pidiendo suelto para sus expediciones al tocador en los restaurantes y clubs de moda, y vive rodeada de tipos disparatados, desde un mafioso que cumple condena en Sing Sing al que visita semanalmente hasta un millonario caprichoso de afinidades nazis, pasando por un viejo barman secretamente enamorado de ella. Mezcla de picardía e inocencia, de astucia y autenticidad, Holly vive en la provisionalidad permanente, sin pasado, sin querer pertenecer a nada ni a nadie, sintiéndose desterrada en todas partes pese al glamour que la rodea y soñando siempre con ese paraíso que para ella es Tiffany’s, la famosa joyería neoyorquina.
Quizá tú, al igual que yo, creciste con un montón de ideas sobre lo que debías ser para alcanzar la felicidad o acoplarte mejor a este mundo. La realidad es que muchas de estas no son más que expectativas ajenas que ciertas personas proyectan sobre nosotros y es común que, al intentar cumplirlas, terminemos sumamente frustrados porque no están alineadas con quienes somos en realidad. Pero puedes estar tranquilo, las decisiones que has tomado hasta ahora no son definitivas. Estás en el momento adecuado para preguntarte cómo estás viviendo y optar por aquello que resuene contigo, solo así descubrirás tu luz.
Los lectores curiosos que no temen afrontar retos están de enhorabuena porque este libro es el sueño de cualquier aventurero. Van a emprender un viaje alrededor del mundo en el que descubrirán todo tipo de creaciones humanas, desde medios de transporte o instrumentos musicales hasta deportes, gastronomía y monumentos. Y por supuesto, también recorrerán maravillas naturales como minerales y fósiles, mundo natural y fenómenos extremos.