Dos hermanos.
Uno bueno.
Uno malo.
Juntos vigilan el Bosque Infinito.
Juntos eligen a los estudiantes de la Escuela del Bien y del Mal.
Juntos los entrenan, les enseñan y los preparan para su destino.
Hasta que algo sucede.
Algo inesperado.
Algo poderoso.
Algo que lo cambiará todo y a todos.
¿Quién sobrevivirá?
¿Quién gobernará la Escuela?
El viaje empieza aquí. Cada paso está lleno de magia, sorpresas y hazañas audaces que ponen a prueba el coraje, la lealtad y quién eres realmente. Pero todo esto solo te llevará al inicio de las aventuras que caracterizan a La Escuela del Bien y del Mal.
Las aventuras del capitán Alatriste», que acontece en Sevilla en 1626, el capitán recibe tras su regreso de Flandes el encargo de reclutar a un pintoresco grupo de bravos espadachines para una peligrosa misión.
Sevilla, 1626. A su regreso de Flandes, donde han participado en el asedio y rendición de Breda, el capitán Alatriste y el joven mochilero Íñigo Balboa reciben el encargo de reclutar a un pintoresco grupo de bravos espadachines para una peligrosa misión, relacionada con el contrabando del oro que los galeones españoles traen de las Indias. Los bajos fondos de la turbulenta ciudad andaluza, el corral de los Naranjos, la cárcel real, las tabernas de Triana, los arenales del Guadalquivir, son los escenarios de esta nueva aventura, donde los protagonistas reencontrarán traiciones, lances y estocadas, en compañía de viejos amigos y de viejos enemigos.
Este volumen reúne la obra periodística de Mariana Enriquez. Propulsada por su potente estilo, escribe sobre algunos de sus ídolos y fetiches en ámbitos como la literatura y la música, además de abordar también aspectos de su propia vida.
Encontramos en estas páginas desde una entrevista delirante con el legendario Charly García hasta un texto sobre la fijación de los viandantes bonaerenses con el escote de la autora.
Agudas piezas personales sobre sus inicios como escritora, la primera vez que la llaman «señora», la decisión de no ser madre o la fascinación por el erotismo homosexual conviven con espléndidos retratos de escritores como Bram Stoker, Mary Shelley, Lovecraft, Bradbury, Le Guin, Ballard, Richard Matheson o Neil Gaiman.