¿Qué nos hace humanos? ¿Y por qué no hay nadie como nosotros en la Tierra?
Durante millones de años, los seres humanos evolucionaron no solo enfrentándose a un entorno hostil, sino compitiendo entre sí. Esa doble presión —natural y social— es la que nos ha modelado hasta hacernos únicos. Desde la forma en que caminamos hasta cómo amamos, engañamos, enseñamos o imaginamos el futuro: todo en nosotros lleva el sello de una historia evolutiva tan extraordinaria como desconocida.
Juan Luis Arsuaga y Manuel Martín-Loeches, los mayores referentes en paleoantropología y neurociencia, se embarcan en una fascinante investigación sobre lo que nos distingue de los chimpancés y del resto de las especies. El resultado es un relato apasionante y riguroso que combina biología, psicología y cultura para responder preguntas esenciales:
¿Somos una especie inevitable o un accidente cósmico?
¿El ser humano ha terminado de evolucionar?
¿Y qué nos espera como especie?
«El cristianismo no se reduce a su legado histórico; constituye una fuente de valores que enriquece nuestra identidad, fortalece nuestra libertad e ilumina nuestro futuro».
En este ensayo, Rafael Domingo Oslé examina la relación entre el cristianismo y la cultura contemporánea desde una perspectiva crítica y reflexiva. En un contexto marcado por la secularización, la fragmentación social y la incertidumbre, plantea preguntas fundamentales sobre la relevancia de la fe. Sostiene que el cristianismo no solo proporciona respuestas a estas inquietudes, sino que también actúa como una luz orientadora que llena la vida de esperanza.
Apasionado defensor de la conciencia moral en la búsqueda de la verdad y la libertad, del poder transformador del perdón y de la fuerza unificadora de la belleza, Rafael Domingo argumenta que los valores cristianos tienen mucho que ofrecer a nuestra vida cotidiana y ejercen una influencia significativa en áreas como la política, el derecho, la economía, la filosofía y la ciencia.
El sentido del cristianismo se revela como una obra rigurosa y cautivadora que nos desafía e inspira. Nos recuerda que la fe, cuando se vive con sencillez y autenticidad, constituye un potente motor de transformación personal y colectiva.
En este iluminador ensayo, Gómez Pin desbroza la tesis reduccionista, con escrupuloso respeto de las disciplinas en las que esta busca apoyo, y propone razones para reivindicar la excepcionalidad del animal humano, el peso de nuestra frágil y abisal inteligencia: una inteligencia surgida de la vida, pero capaz de ser testigo de la misma y proyectar la forja de entidades que podrían ser homologables a ella misma. Por su ansia de contar y su empeño en dar cuenta de las cosas, el humano importa, es decir, se alza como el ser que cuenta.