La búsqueda perpetua de crecimiento y plenitud suele estar incompleta. Ken Wilber combina las aportaciones de la espiritualidad, la psicología, el trabajo con la sombra, la ciencia y la teoría integral para ofrecernos un camino hacia una totalidad radical y auténtica que abarca cinco dimensiones: Despertar, Madurar, Abrirse, Limpiar y Manifestarse. Ningún otro enfoque de crecimiento integra estas cinco dimensiones, cada una de las cuales representa un recorrido único hacia la totalidad. Al combinar e integrar estos aspectos, alcanzamos lo que Wilber llama la Gran Totalidad: una experiencia plena en la que todos los aspectos de nuestra vida se unen para conectarnos profundamente, no solo con nosotros mismos, sino también con todo aquello que nos rodea.
Una butaca de primera fila ante algunos de los acontecimientos más tumultuosos de la historia reciente.
Las crónicas recopiladas en este libro proporcionan una butaca de primera fila, o al menos una silla plegable, ante algunos de los acontecimientos de la política mundial más tumultuosos de la historia. El autor nació en una España pobre y aislada y creció en una familia dividida y traumatizada por la Guerra Civil. El viaje a América de sus padres cuando era un niño capturó su imaginación y le inspiró la búsqueda de un mítico Nuncajamás de conocimiento, alegría y libertad. Le tomó dar más de media vuelta al mundo, con varios errores y desvíos.
Primero, fue un animoso activista en la resistencia contra la dictadura y la transición a la democracia. Después, cruzó el Muro de Berlín y exploró la Unión Soviética, Cuba y la China comunistas. También se mezcló con entonados políticos y tragicómicos intelectuales en París, enigmáticas damas y gentilhombres ingleses y el presidente del Imperio Europeo. En América Latina, cooperó con los rasputines del gobierno de México, los líderes de la guerrilla de Guatemala y políticos y diplomáticos de varios países.
Cuando al fin llegó a la América soñada, trabajó con los mejores académicos en economía y ciencia política, fisgoneó en la política racial de Chicago, disfrutó del frenesí de Nueva York y aprendió cómo los inmigrantes cruzan la frontera. Eligió quedarse en Washington, donde conoció a senadores, jueces, embajadores, espías y a los expertos que gobiernan el planeta. Allí confirmó que Nuncajamás, con todas sus sorpresas y recurrentes ocasiones de zozobra, continúa siendo el mayor espectáculo del mundo.
Pensar es bueno, pensar con conciencia crítica es aún mejor, pero pensar demasiado es una bomba para la salud. Pensar demasiado y sin autocontrol es una fuente de agotamiento mental. Nos estamos estresando de forma rápida, intensa y global en la era de las computadoras e Internet. Estamos llevando nuestra psique a un quiebre colectivo y no nos damos cuenta. Nos entrenan desde la primera infancia para bañarnos, cepillarnos los dientes y lavarnos las manos, pero no hemos aprendido a limpiar nuestra psique, nuestra mente, a resetear el inconsciente que emana ideas y preocupaciones angustiosas.