Cuando alguien se burla de nuestro cuerpo, nos sentimos mal. Pensamos que no valemos, que no estamos bien siendo como somos. Esa sensación se nos queda dentro y es difícil de ignorar.
Tal vez porque en nuestro día a día nos rodean imágenes de cuerpos que parecen ser los únicos correctos. O porque sentir que hay algo mal en nuestro cuerpo nos lleva a pensar que nadie nos querrá, y eso da mucho miedo. Este libro es una invitación a cambiar la forma en la que nos miramos. Podemos aprender a hacerlo con cariño. Y mirarse con cariño es un superpoder.
Medea me cantó un corrido es la deslumbrante nueva obra de Dahlia de la Cerda, tras el éxito apabullante obtenido en México con Perras de reserva y Desde los zulos. La autora crea un paisaje literario único, característico de su estilo original, donde las protagonistas se enfrentan a situaciones límite, inmersas en un fuego cruzado entre la violencia del crimen organizado, el Ejército y los conflictos de padres, familias o parejas provenientes de estos entornos. Sin embargo, como dice una de ellas parafraseando a Sartre: «No somos lo que hicieron de nosotras, sino lo que hacemos con lo que hicieron de nosotras». Por fortuna, en esta ocasión contarán con la ayuda de Medea, el personaje mitológico, que aparecerá «toda vestida de negro, con unas trenzas africanas muy perritas» para auxiliar a las protagonistas, ya sea en abortos o en el término de relaciones abusivas similares a la que ella vivió con Jasón. En estas páginas conviven situaciones delirantes y sumamente divertidas que discurren en compañía de una banda sonora de fondo plagada de corridos tumbados, cumbias, y ritmos de perreo. Dahlia de la Cerda se sirve de un lenguaje propio, música y humor negro para compartir con sus lectoras la existencia de las memorables protagonistas que habitan esta historia.
Escritas en griego por un emperador romano e intelectual que no tenía intención alguna de publicarlas, estas píldoras de sabiduría práctica, repletas de encanto y expresividad, han sido consultadas y admiradas por estadistas, pensadores y lectores de a pie durante casi dos mil años. Aunque Marco Aurelio los compuso para comprenderse a sí mismo y dar sentido a su vida, estos ejercicios espirituales trascendieron ese fin y se consideran una de las más grandes obras de la historia de la filosofía. Pero, además, esta lectura enormemente placentera nos ayudará a consolidar nuestra fortaleza interior y a protegernos del desorden de nuestras pasiones y de los peligros de nuestros errores.
Meditaciones para las mujeres que aman demasiado refuerza la sabiduría práctica del icónico best seller Las mujeres que aman demasiado con años de profunda reflexión y estudio. El resultado es una serie de meditaciones diarias que promueven una vida sana y serena, y que son pura inspiración para sus más de cinco millones de lectoras.
Iluminada por los maravillosos dibujos a pluma del artista Richard Torregrossa, cada página de este libro estimula la conciencia, ofrece orientación y fomenta el crecimiento interior. Y ya sean leídas una sola vez o se saboree una meditación e ilustración al día, sus páginas ofrecen nuevos conocimientos con cada lectura.
Schestowitz is a strong believer that a home should create a sense of belonging and togetherness. Growing up, she developed an appreciation for harmonizing diverse styles, placing a modern stainless steel island by an old dining area, an African dresser next to an Eames chair. Schestowitz is not a follower of design guidelines; she believes in an intuitive harmony of space, color, and light. The spaces she creates are infused with travel collectibles, art acquisitions, family pieces, and historical patterns. The rich palettes and bold patterns create spaces that feel naturally inviting and intimate, a result of her long-standing exploration of Mediterranean style.