Entre los años 1850 a 1859, Dickens llevó adelante un proyecto periodístico llamado Household Words, donde aparecian semanalmente artículos literarios, poesías y otros escritos de temas de interés. Este proyecto se continuó con All The Year Round, cuya circulación abarcó los años que van desde 1859 a 1888. En esta etapa, y serializados dentro de estas publicaciones, aparecieron los siguientes títulos: La historia de Inglaterra contada a un niño (1851-1853), Tiempos difíciles (1854), e Historia de dos ciudades (1859) novela histórica que se desarrolla en Londres y París antes y duránte la Revolución francesa, una poderosa reflexión sobre la sociedad, la política y la condición humana, es una de las obras más famosas de Dickens.
CHARLES DICKENS nació en Landport (Portsmouth) en 1812. Inicia su carrera de escritor publicando por entregas una serie de Esbozos, y con Los papeles póstumos del club Pickwick obtiene fama y dinero. Oliver Twist le sitúa en la cima de los autores de su tiempo. David Copperfield le convierte en el novelista más leído y conocido del gran público, y Almacén de antiguedades levanta oleadas de sentimentalismo y compasión ante las desventuras de una pobre huérfana. La pequeña Dorrit e Historia de dos ciudades, acabaron por consolidar su renombre. Dickens murió en Gad's Hill (Rochester) en 1870.
Novela histórica que se desarrolla en Londres y París antes y durante la Revolución Francesa, una poderosa reflexión sobre la sociedad, la política y la condición humana, es una de las obras más famosas de Dickens.
¿Sabía usted que el emperador Carlos V le hizo una hija a su abuelastra? ¿Y que Franco tenía la lágrima fácil incluso cuando no le mataban al almirante Carrero?
En este libro no he pretendido escribir la historia que escribiría el pueblo, ya que el pueblo es ágrafo por naturaleza, sino, más bien, una Historia de España contada para escépticos que no creen en la historia de España.
No pretendo que sea veraz, justa y desapasionada, porque ninguna historia lo es, pero por lo menos intentaré que no mienta ni tergiverse a sabiendas, que ya es un propósito sobradamente ambicioso en los tiempos que corren. Además, procuraré que sea amena y documentada, y si el lector aprende algo de ella me daré por bien pagado.
No se escribe esta historia para halagar a nadie. El autor no aspira siquiera a merecer la aprobación indulgente de los críticos, ni a probar tesis alguna. A lo mejor por eso se deja llevar por su curiosidad e indaga en las vidas de los poderosos. No por gusto, ciertamente, sino porque está convencido de que una de las miserias determinantes de nuestra historia, la causa principal del errático y, a menudo, patético rumbo que ha seguido España lo han determinado, y, ¡ay!, lo determinan, gobernantes incompetentes y tarados.