La Dinastía Tang gobernó China entre los años 618 y 907. Fue una época de estabilidad política, prosperidad económica y esplendor de la cultura autóctona, apoyada en influencias foráneas. Hubo un fuerte desarrollo institucional, con iniciativas en pensamiento y religión, y creatividad en todas las artes. Fue también una época de eclecticismo y cosmopolitismo; nunca antes China estuvo tan abierta al contacto exterior.
Y en más de tres mil años de poesía en lengua china, ésta es la edad de oro. Cincuenta mil poemas han llegado hasta nosotros, con abundancia de géneros y modelos poéticos. Todos los funcionarios eran poetas dedicados al servicio del estado y, en algún caso, pagaron con el destierro o la muerte su apego incondicional a la justicia. Otros poetas eran ermitaños —taoístas o budistas— amigos de la soledad y la reflexión serena. En muchos casos, fueron funcionarios y anacoretas en momentos diferentes de sus vidas.
«¡Hay un lenguaje, existe una palabra que vence a la muerte, y que es, pues, la expresión perfecta de la verdadera grandeza, de lo que la nobleza de espíritu puede conseguir! En cuanto volvamos a emplear ese lenguaje, el amor y el arte volverán a ser capaces de dar forma a la existencia humana. Y así se apagará, por fin, ese incendio que es la "fiesta mundial de la muerte", ese fuego que fue encendido a principios del siglo xx por los seguidores de Grandeza y la Gran Cantidad…»
G. H. —de quien nunca conoceremos el nombre completo— es una mujer independiente, escultora aficionada y bien conectada en los círculos más influyentes de Río de Janeiro. Un día, sola en su ático, vive una experiencia extraordinaria que la enfrenta a sus propios límites. Esta vivencia le provoca náuseas de repulsión y desata un torrente de reflexiones íntimas, algunas hasta entonces desconocidas para ella misma, sobre sus emociones, temores, angustias y la esencia de su existencia. Lo que parece un suceso trivial se transforma en un catalizador que la lleva a examinar su vida desde la infancia y, finalmente, a tomar la determinación de superar sus miedos más profundos.