En los últimos años se ha hecho evidente que las crisis periódicas propias del capitalismo solo traen altos niveles de desempleo y desigualdad, desahucios y empobrecimiento, y una desestabilización política que afecta al conjunto de las instituciones. La irrupción de nuevos partidos, la desaparición o debilitamiento de los tradicionales y el renacimiento del nacionalismo son otros de sus efectos colaterales. Si a todo ello le sumamos la crisis ecológica, que pone de manifiesto que nuestras formas de producir, distribuir y consumir están destruyendo el planeta, el resultado es una tríada que sin duda está cambiando irremediablemente el mundo en el que vivimos.
Desde su publicación, Por qué soy comunista se ha convertido en una obra de cabecera para entender la influencia fundamental que las organizaciones socialistas han tenido en las conquistas de los derechos de la clase trabajadora. Pero también para combatir los tópicos, las frivolidades y las falsedades de la ortodoxia neoliberal. En esta nueva edición ―que se publica tras la salida como ministro de Alberto Garzón y de su despedida de la política activa― se incluye un amplio prólogo en el que el autor hace una reflexión sobre esos años y sobre el encaje, no siempre sencillo, entre la teoría y la práctica de la política.
¿Por qué ser feliz cuando puedes ser normal?», preguntó la señora Winterson a su hija Jeanette cuando ella, recién cumplidos los dieciséis años, le confesó haberse enamorado de otra chica. Curiosa pregunta, pero poco más podía esperarse de una mujer que había adoptado a una niña para hacer de ella una aliada en su misión religiosa, y en cambio se las tuvo que ver con un ser extraño que pedía a gritos su porción de felicidad.
Armada con dos juegos de dentadura postiza y una pistola escondida bajo los trapos de cocina, la señora Winterson hizo lo que pudo para disciplinar a Jeanette: en casa los libros estaban prohibidos, las amistades eran mal vistas, los besos y abrazos eran gestos extravagantes y cualquier falta se castigaba con noches enteras al raso, pero de nada sirvió. Esa chica pelirroja que parecía hija del mismísimo diablo se rebeló, para buscar el placer en la piel de otras mujeres y encontrar en la biblioteca del barrio novelas y poemas que la ayudaran a crecer.
UNA EXTRAORDINARIA CONTRIBUCIÓN A UN MEJOR CONOCIMIENTO DE NUESTROS LÍMITES Y A UNA ALFABETIZACIÓN COGNITIVA.
Vivimos en un mundo donde la información nos abruma, donde las redes sociales, los medios y la inmediatez nos exigen respuestas rápidas y categóricas. Pero ¿hasta qué punto nuestras ideas son realmente propias? ¿Por qué razón creemos lo que creemos y tomamos las decisiones que tomamos?
Por qué pensamos lo que pensamos es un recorrido fascinante por los factores biológicos, psicológicos y culturales que determinan nuestro pensamiento sin que lo notemos. A través de ejemplos cotidianos, referencias científicas y filosóficas, los autores muestran cómo nuestra mente recurre a atajos y simplificaciones para afrontar la complejidad del mundo, generando errores sistemáticos, prejuicios y vulnerabilidades que pueden ser explotadas por la manipulación y la desinformación. Conocer estos mecanismos no solo nos ayuda a comprender mejor nuestras propias limitaciones, sino que también nos da herramientas para ejercer un pensamiento más crítico y libre.
¿No existen los personajes de las novelas que nos apasionan? ¿No son verdaderas las figuras del cuadro que nos absorbe o las escenas de la película que nos aterroriza? ¿Por qué nos emocionan así entonces? ¿Por qué nos las creemos tanto como para sollozar o reír a carcajadas? Actualizando un tema clásico del pensamiento occidental, la pregunta por el estatuto de realidad que corresponde a las creaciones artísticas, Pablo Maurette (autor de El sentido olvidado: ensayos sobre el tacto, Mar Dulce editora, 2015) compone aquí un ensayo brillante, preciso y delicioso. Armado con el concepto grecolatino de evidencia, Maurette recorre hitos artísticos y filosóficos de toda nuestra tradición (de Platón a Susan Sontag, pasando por Giotto o Proust), deteniéndose especialmente en un cuento de Julio Cortázar y en una película de Quentin Tarantino, para desnudar como nunca las herramientas y estrategias clave de esa mágica fábrica de verdad que son nuestras ficciones.
Más de un siglo después de su muerte, Gustav Mahler es el compositor más importante de los tiempos modernos. ¿Por qué Mahler? ¿Por qué su música nos afecta tanto? ¿Por qué un músico judío «tres veces apátrida» expresa tan cabalmente las añoranzas y ansiedades de nuestra sociedad postindustrial?
Después de situar la relevancia actual de Mahler, Norman Lebrecht presenta un apasionante relato de su vida y su tiempo y, por último, ofrece al lector una guía segura que le orienta entre las numerosas interpretaciones de Mahler. Ameno y cargado de erudición, biografía y narración de un viaje al mismo tiempo, el presente libro es una exploración del papel que la música de Mahler desempeña como banda sonora de nuestro mundo.
¿Estás atrapado en reuniones interminables, correos innecesarios y tareas improductivas? ¿Sientes que no avanzas lo suficiente a pesar de tanto esfuerzo? ¿Has pensado qué pasaría si, en lugar de lidiar con burocracia, sobrecarga de información y procesos administrativos, los equipos pudieran enfocarse en innovar y generar valor? La realidad es clara: la complejidad está paralizando nuestras organizaciones. En Por qué lo simple gana , Lisa Bodell ofrece soluciones prácticas para transformar la manera en la que trabajamos. A través de herramientas prácticas, casos reales y una metodología fácil de aplicar, aprenderás a convertir la simplicidad en un hábito organizacional. Porque quien simplifica, gana. Este libro te mostrará cómo: Identificar y eliminar hábitos que te están robando tiempo. Recuperar el enfoque en lo esencial y ganar tiempo para lo que realmente importa. Diseñar procesos simples, claros y eficientes. Implementar herramientas prácticas para simplificar tareas diarias. Motivar a los equipos con tareas claras para que tomen decisiones más rápidas y efectivas. Reducir el estrés y la frustración derivados del exceso de trabajo improductivo.