El Che es símbolo, mito y bandera, pero ¿qué diría si pudiera hablar hoy, con absoluta libertad, sin filtros ni consignas? Este libro reproduce una larga entrevista a Ernesto Guevara, el hombre, años después de su muerte. Marcos Aguinis construye un diálogo imposible y, al mismo tiempo, fascinantemente real: un reportaje apócrifo en el que el Che, con voz propia, trajina ideas, contradicciones y recuerdos relacionados con sus hazañas guerrilleras, pero también con sus orígenes, sus amores y las decisiones que definieron su vida.
En la vida y en la obra de Rosa Chacel (1898-1994) el gran juego de las pasiones humanas adquirió una trascendencia singular que se impone pese a su expresión siempre elidida. Chacel, la maestra literaria de la elipsis. Autora de culto por novelas más elogiadas que leídas, creadora de relatos excepcionales, biógrafa de su propia infancia, casada con el pintor Timoteo Pérez Rubio, icono a pesar suyo del exilio republicano, mantuvo un pulso permanentemente conflictivo consigo misma.
Íntima Atlántida propone un esclarecedor recorrido por la vida de Chacel —un grito en la noche—, restituyéndose por primera vez aquello que mantuvo en secreto largo tiempo. Un continente demasiado sumergido en el desconocimiento y que ahora ve la luz. Esta biografía es un minucioso trabajo de encaje de citas, cartas, documentos, testimonios e investigación que han permitido dar cuenta de su evolución vital y de los fantasmas que la mantuvieron atada a su pasado.
Aunque parezca increíble, estamos a merced de cientos de billones de organismos unicelulares que ejercen un control sobre cada aspecto del funcionamiento de nuestra mente y nuestro cuerpo. Se trata de las diversas especies de microbios que viven en el intestino, la boca y piel, que trabajan sinérgicamente para comunicarse entre sí y con cada sistema de nuestro cuerpo. Eres el hogar de tu microbiota, y quiere cuidar de ti, pero primero debes protegerla. En Intestino en forma, el Dr. Steven Gundry revela la ciencia emergente que demuestra que Hipócrates tenía razón: todas las enfermedades comienzan en el intestino. Cuando nuestro microbioma está desequilibrado, ello tiene un impacto en nuestro sistema inmunitario, nuestros niveles hormonales, nuestra salud mental y nuestra longevidad; también en el riesgo que tenemos de sufrir enfermedades autoinmunes, cardíacas y neurodegenerativas, así como diabetes y cáncer. Sin embargo, no todo está perdido: las enfermedades también pueden curarse en el intestino si elegimos tratar bien a nuestros microbios.
El ser humano es el ser vivo cuya existencia va acompañada de una gran capacidad para "hacerse ser", para manifestarse en los papeles sobreañadidos. A fin de sostener estos papeles, tanto en la vida como sobre el escenario, recurrió al maquillaje o a las máscaras, que proporcionan simulación y disimulo y producen una mímica eficaz. Las máscaras fueron en ocasiones portadoras de soberanía, y en otras, de infamia o de ridículo. Para sujetos con la obligación de dar la cara fueron figuras de auxilio. Las máscaras permitieron que la ocultación y la manifestación actuaran en concierto. Esta recopilación de estudios contiene las páginas recientes sobre "Los poderes de la máscara", que figuraron en el catálogo de la exposición Máscaras, mascaradas, mascarones, celebrada en el museo del Louvre en 2014.
Internet tiene dueños: empresas privadas con ánimo de lucro. La mayoría de buscadores aniquilan cualquier tipo de privacidad y algunas redes sociales se han convertido en altavoz de la propaganda de ultraderecha tan solo porque resulta rentable. Pero no siempre fue así. De hecho, para maximizar los beneficios, internet tuvo que rehacerse mediante un largo proceso de privatización que duró años y que convirtió una pequeña red de investigación en una gran potencia del capitalismo mundial.
Internet para la gente es la historia de la privatización que ha creado el internet que hoy conocemos y que dio pie a las crisis que hoy lo consumen. Pero también es una respuesta: propone su desprivatización y que quienes lo gobiernen sean las personas y no los beneficios. Reducir el espacio del mercado y del afán de lucro, abolir los jardines amurallados de los gigantes que dominan nuestras vidas digitales al tiempo que se desarrollan alternativas de propiedad pública y cooperativa que permitan un control democrático real. Si queremos construir un internet mejor, es preciso cambiar quién lo posee y cómo lo organiza. No con la intención de que los mercados funcionen mejor, sino de que tengan menos poder. No para crear una versión más competitiva o más reglamentada de la privatización, sino para revertirla de una vez por todas.