Uno de nuestros mayores retos, estemos conscientes o no, es responder las preguntas: ¿Quién soy? ¿Para qué existo? Para las mujeres, el reto puede aumentar por la multiplicidad de roles que debemos asumir y que desarrollamos casi de forma automática. Walesca nos pone en contacto, de manera cuidadosa, transparente y muy clara, con el valor de transitar hacia la construcción de una identidad verdadera y sólida, con un propósito personal, bajo la dirección de Dios. Ella nos habla desde una narrativa honesta, elocuente y libre, de modo que su relato cobra vida. Sin duda, muchas mujeres serán edificadas con su experiencia que servirá de espejo y motor para encontrar sus propias respuestas.
«El dios que fracasó» es una obra clásica, un documento esencial de la Guerra Fría, que reúne los testimonios de algunos de los escritores más importantes del siglo xx acerca de su fascinación por el comunismo y su posterior desilusión.
El premio Nobel francés André Gide; el poeta y narrador afroamericano Richard Wright, autor de Hijo de esta tierra, uno de los relatos más crudos sobre el racismo en su país; el luchador antifascista y novelista italiano Ignazio Silone; el poeta británico Stephen Spender; el narrador y ensayista Arthur Koestler, y el periodista estadounidense Louis Fischer, biógrafo de Lenin y Gandhi, cuentan cómo la búsqueda de un mundo mejor y el rechazo a las injusticias del capitalismo los llevó a abrazar el comunismo como una nueva religión, defendiéndola con el celo del converso.
Cada uno de ellos fue descubriendo, más tarde, la verdadera naturaleza del credo político al que habían consagrado su fe. Aquel amor inicial se transformó en rechazo y horror al descubrir que, tras los bellos ideales, se escondían crímenes atroces y retrocesos enormes en las libertades, de los que habían sido cómplices involuntarios. Sin abandonar la preocupación por la justicia, sus relatos apóstatas nos ayudan a entender la mentalidad fanática que puede carcomer una sociedad.
«Justificar la mentira, la deshonestidad o el crimen, compartir una fe gregaria y estar en posesión de la única verdad me parecen elementos totalitarios que no han variado ni un milímetro desde 1950. Incluso entre tanta gente que se cree demócrata». Félix de Azúa
El esperadísimo final de la aclamada y galardonada saga La Guerra de la Amapola combina de un modo devastador la historia de China con un fantástico mundo de dioses y monstruos. Tras la brutal guerra civil, Rin lo ha perdido prácticamente todo. Pero no piensa abandonar a aquellos por quienes ha sacrificado tanto: la gente de las provincias del sur, y en especial la de Tikany, el pueblo que es su hogar. Al volver a sus raíces, Rin se enfrenta a retos difíciles, pero también encuentra inesperadas oportunidades. A pesar de que sus nuevos aliados de la Coalición Sureña son maliciosos y no se puede confiar en ellos, Rin pronto se da cuenta de que el auténtico poder en Nikan reside en la gente corriente, que ansía venganza y la venera como una diosa salvadora. Apoyada por las masas y por el ejército sureño, Rin hará lo que haga falta para destruir a sus enemigos y a cualquiera que amenace las artes chamánicas y a sus practicantes. A medida que crece su poder e influencia, ¿será capaz de resistirse a la embriagadora voz del Fénix, que solo desea ver el mundo arder?
Josie Moore le ha dado al sexo opuesto (y al amor) muchas oportunidades. En concreto, cuatro, si se cuentan todos sus compromisos fallidos. Un desastroso historial al que está a punto de sumar un nuevo nombre: el de Matthew Flanagan, el mejor amigo de su hermana.
Por una estratagema, han pactado que este (falso) compromiso será temporal y jamás pronunciarán el «sí, quiero». Sin embargo, a Josie le revuelve el estómago verse con el anillo en el dedo, y más cuando todo el mundo comienza a ver en Matthew al hombre perfecto para llegar hasta el altar.
Publicada en 1904, esta novela narra la historia de un hombre común que lleva una vida monótona y aburrida en una pequeña ciudad del sur de Italia, hasta que su existenciada da un giro inesperado cuando gana una pequeña fortuna y una muerte anónima le permiten adoptar una nueva identidad en Roma. Luigi Pirandello, siempre atento a los absurdos de la vida y las vueltas del destino, reflexiona con humor e ironía sobre la naturaleza humana y las convenciones sociales de una Italia en vías de modernización. Por todo ello, El difunto Mattia Pascal está considerada una de las obras maestras de la literatura italiana y la novela capital del autor.