La conversación es un arte efímero y privado; quizá el más selecto de todos, ya que son muy pocos los elegidos que tienen la fortuna de escuchar y participar en cualquiera de sus mejores representaciones. Casi todos los que tuvieron el privilegio de conocer a Oscar Wilde coinciden en que era un conversador incomparable. Un aspecto esencial de su lúcida y amena conversación se preserva en los incontables e ingeniosos epigramas que brillan a lo largo de toda su obra; su secreto consiste en que, siendo al mismo tiempo ciertos y falsos, siempre amplían nuestra visión de la vida.
¿Ha perdido el arte su aura, su dimensión intelectual o, lo que es peor, su poder de comunicación, dicho en otras palabras, su principal razón de ser? En este libro polémico y escrito a contracorriente de la crítica más conformista, Marie-Claire
Uberquoi reflexiona sobre la plástica de las últimas décadas, centrándose en los artistas que han llevado más lejos sus deseos de acoso y derribo de la noción tradicional del arte para plantearse nuevas vías de expresión.
Muchos piensan que se ha tocado fondo y hablan de la impostura de la creación actual. Otros apuestan por un arte supuestamente renovador plasmado en trabajos que no tienen nada que ver con el goce estético. El rechazo del objeto artístico, la explotación publicitaria de obras falsamente provocadoras, la deriva hacia el activismo político y el fenómeno de la banalización del arte son algunas de las cuestiones analizadas en este ensayo que propone reivindicar «otro arte contemporáneo» ajeno a la cultura del espectáculo.
En esta novela de trazos autobiográficos, Capote relata la historia de una pequeña comunidad norteamericana cuyos cimientos morales se ven conmocionados por un extraño episodio. Collin Fenwick, joven huérfano que vive con las solteronas Talbo, es testigo de la singular relación que une a las dos hermanas: Verena, rígida y avara, la mujer más rica del pueblo, y Dolly, que ha hipotecado su vida al cuidado de su hermana y la casa. Ambas padecen de soledad. Dolly sólo halla distracción en los ratos que pasa con Catherine, una negra que realiza las labores domésticas, y en ocuparse de su curiosa medicina para la hidropesía. La intervención de un pícaro que desvalija a Verena, frustrando de paso sus expectativas sentimentales, desencadena el acontecimiento central: Dolly y Catherine abandonan la casa y se instalan, junto al joven Collin, en la precaria cabaña construida en la cima de un enorme árbol. Este hecho insólito provoca el desconcierto en la buena sociedad del pueblo, entre cuyos preclaros miembros se cuentan un sheriff servil, los brutos de turno y, cómo no, el reverendo y su esposa. Pero los improvisados moradores del árbol también ganan adeptos, como los panaderos County, el joven Henderson y el peculiar juez Cool, que encuentra ocasión de redimir el vacío de su vida...
Roques propone una sugerente travesía por los bosques del mundo para explorar el complejo vínculo entre el ser humano y los árboles; las fronteras entre el mundo salvaje y la civilización.
Dominique Roques ha estado siempre inmerso en la naturaleza. Cuando fue leñador, en su juventud, vivió rodeado de árboles; aprendió a amarlos y a impregnarse de sus aromas. Después, a lo largo de más de treinta años como buscador de recursos naturales para la industria del perfume, ha desarrollado una profunda conciencia sobre el vínculo entre los árboles y la humanidad, y sobre cómo hemos deforestado nuestro planeta.
En la capital de la colonia, Bella, una chica de su misma edad con unos conocimientos botánicos poco comunes, espera noticias sobre su padre, que regresa de la metrópoli.
Bella y Ökkó no lo saben, pero sus historias están a punto de cruzarse. De su mano viviremos el nacimiento de la colonia española, entre culturas enfrentadas y los avatares de los primeros exploradores de África, a través de una naturaleza desbordante y muchas veces letal.