El mundo azul. Ama tu caos es la nueva novela de Albert Espinosa; una historia que enlaza con El mundo amarillo y Pulseras rojas y con la que se cierra una trilogía de colores que hablan de vida, de lucha y de muerte.
Espinosa nos introduce en una narración de aventuras y emociones sobre un grupo de jóvenes que se enfrentan a un gran reto: rebelarse contra un mundo que trata de ordenar su caos.
A través de cinco personajes, una isla y una búsqueda incesante por vivir, el autor vuelve a introducirnos en su particular universo con una historia que se desarrolla en un mundo onírico y fantástico, con un arranque contundente y un desenlace esperanzador y lleno de luz.
Los griegos tomaron Troya; Temístocles venció en Salamina; Aníbal mantuvo en jaque al ejército romano... ¿Qué tienen en común estos y otros episodios del mundo antiguo? El uso de trampas, trucos y engaños; en una palabra, estratagemas para dominar al enemigo. La historia antigua está repleta de acontecimientos en los que someter al otro ha sido posible gracias a un destello de astucia decisivo en el fragor del enfrentamiento.
Aunque hicieran creer que eran los enemigos quienes perpetraban contra ellos las artimañas más ambiguas, en realidad, griegos y romanos nunca tuvieron reparos en utilizar medios tortuosos y fraudulentos. Consideraban que la inteligencia era el arma más eficaz, fiable y competente para superar las dificultades, vencer a los enemigos e imponerse en la escena política.
Los «amarillos» esas personas que se sitúan entre el amor y la amistad, esas personas que dan sentido a nuestra vida.
«El mundo amarillo es un mundo fantástico que quiero compartir contigo. Es el mundo de los descubrimientos que hice durante los diez años que estuve enfermo de cáncer. Es curioso, pero la fuerza, la vitalidad y los hallazgos que haces cuando estás enfermo sirven también cuando estás bien, en el día a día.
»Este libro pretende que conozcas y entres en este mundo especial y diferente; pero, sobre todo, que descubras a los “amarillos”. Ellos son el nuevo escalafón de la amistad, esas personas que no son ni amantes ni amigos, esa gente que se cruza en tu vida y que con una sola conversación puede llegar a cambiártela. No te adelanto más: tendrás que leer este libro para poder empezar a encontrar tus “amarillos”. Quizás uno de ellos sea yo…
»El mundo amarillo habla de lo sencillo que es creer en los sueños para que estos se creen. Y es que el creer y el crear están tan sólo a una letra de distancia.
«¿Qué esperas a saber quiénes son tus “amarillos”?» —Albert Espinosa
Cuando tenía veinticinco años, Benjamin Moser se trasladó a vivir a Holanda por amor. Una nueva vida, un nuevo país, una nueva cultura. Empezó a visitar museos y descubrió la pintura del Siglo de Oro holandés: las obras de dos titanes del arte, Rembrandt y Vermeer, pero también las de Hals, Fabritius, Pieter de Hooch, Jan Steen, Metsu, Avercamp, Saenredam, Ruisdael, Paulus Potter, Rachel Ruysch…
El autor comenzó a explorar la vida y el legado pictórico de estos artistas del siglo XVII que pintaban retratos, interiores de casas e iglesias, paisajes, escenas bíblicas, bodegones… Y se puso a hacerse preguntas: ¿por qué creamos arte y por qué lo necesitamos? ¿Qué significa tener talento y cómo podemos desarrollar el que se nos haya concedido? ¿Un artista puede conformarse con ser un mero seguidor de otros o tiene que aspirar a ser original? ¿Cuál es el deber del artista para con los demás, la sociedad y él mismo? ¿Qué es la belleza y cómo se relaciona con el gusto? ¿Cómo puede ayudarnos el arte a perfilarnos una imagen de nosotros mismos y cómo puede ayudarnos a perfilarnos una imagen de los demás?
En su despacho, el comisario Maigret recibe una llamada de un hombre que dice estar siendo acechado por individuos que quieren matarlo. De bistró en bistró, el hombre lo llamará varias veces pidiendo protección mientras intenta despistar a sus perseguidores. Con todo, acabará muerto en la Place de la Concorde.
Maigret deberá empezar por preguntarse por qué fue a ese sitio desierto en plena noche, cuando le convenía perderse entre la multitud. ¿O acaso alguien ha movido el cadáver?
Rabiotón lleva mucho tiempo de color rojo, pero muy muy rojo. Hace tanto que está así que el pobre ha olvidado cuál es su color de verdad y es que ¡está rojo de rabia! Pero Rabiotón tiene un amigo que le enseñará a sacar su rabia de forma sana y a descubrir cuál es su verdadero color.
Todas las emociones son importantes y todas tienen una finalidad. Es normal sentir todo tipo de emociones, y muy necesario expresarlas. La rabia, por tanto, no es mala. Es una emoción más que todos experimentamos a veces y que nos impulsa a actuar. Por ejemplo, nos ayuda a cambiar cosas que no nos gustan, a defender a otros y a nosotros mismos, a levantarnos cuando nos caemos o a conseguir algo que queremos. A nosotros no nos enseñaron a sacar la rabia de forma sana y, cuando nuestro hijo la siente o cuando tiene una rabieta, no sabemos ayudarlo, nos bloqueamos, nos asusta e incluso nos enfada. Pero la rabia no hay que dejarla dentro ni taparla, hay que sacarla sin hacer daño a los demás o a nosotros mismos. Los niños exteriorizan su rabia de formas distintas, a veces gritando, empujando y tirando algo, o a través de una rabieta. Nuestro trabajo como madres y padres es validar esa rabia y acompañarlos y guiarlos para que la gestionen correctamente.