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EL JARDIN DEL EDEN

El jardín del Edén es un viaje a través del espacio y el tiempo que nos descubre una apasionante historia de la jardinería. La experiencia de Esteban Hernández-Bermejo, uno de los expertos mundiales en la conservación de plantas, en la comprensión de los autores de la Antigüedad —naturalistas, agrónomos, geógrafos, cronistas, literatos—, junto al estudio de restos arqueológicos de cerámicas, pinturas y bajorrelieves le permite mostrarnos cómo fueron los paisajes ornamentales de culturas olvidadas. Desde Persépolis hasta Versalles, de las dunas saharianas de Egipto a los bosques guaraníes, de los almeces de Medina Azahara en la Córdoba califal a los jardines donde duermen emperadores mogoles en el Taj Mahal, cada capítulo es una experiencia única que nos transportará a la época en la que se diseñaron.
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EL JUEGO DE ODIN

¡Pertenecéis a Odín!», clamó un grito de guerra en cientos de gargantas en la batalla de Fyrisvollene, en el sur de Suecia, a finales del siglo X. Un grito que refleja bien el espíritu de los vikingos, guerreros paganos que durante más de dos siglos conmocionaron a la Europa cristiana. Fieles de Odín, se consideraban parte de su comitiva, por lo que la muerte en el campo de batalla no era algo que hubieran de temer: el Valhalla esperaba. Y si bien hacia el final de la era vikinga los cansados dioses nórdicos fueron sustituidos por la palabra de Cristo, el furor en el combate y una ética que privilegiaba el honor de morir en batalla no marcharon con ellos. Kim Hjardar, autor de Vikingos en guerra, obra ya de referencia, repasa en su nuevo libro cómo la incesante búsqueda de gloria y botín que llevó a los vikingos desde Escandinavia hasta el Mediterráneo, y desde Irlanda hasta el mar Caspio, desató innumerables conflictos, que aquí destila en las más destacadas batallas de la era vikinga: los salvajes choques por tronos y reinos en Suecia o Noruega, los durísimos ataques contra ciudades francas como París o Nantes, las incursiones que hicieron tambalearse a los reinos anglosajones, el increíble asalto contra Constantinopla, Miklagard, «la ciudad luminosa», o la batalla de Tablada, cuando los hombres de norte mordieron el polvo en al-Ándalus…
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EL JUEZ SURRA Y OTROS CASOS SICILIANOS

En «Demasiadas confusiones», el azar hace que Bruno Costa, técnico de la compañía telefónica, y Anna Zanchi, una traductora, se conozcan y se enamoren perdidamente; sin embargo, el encanto se rompe de forma brutal cuando la mujer es asesinada: temiendo ser acusado, Bruno decide ir a la caza del criminal. Ambientado en 1862, justo después de la unificación de Italia, «El juez Surra» tiene como protagonista al magistrado Efisio Surra, de cincuenta años, que es trasladado de Turín al tribunal siciliano de Montelusa; valiente y tenaz, y con una conciencia de hierro, Surra parece ignorar por completo la sombra alargada de la «Fraternidad», la mafia de la época, a la que no dudará en enfrentarse para cumplir la ley. Y, finalmente, «El medallón» nos lleva hasta Belcolle, un pintoresco pueblo con vistas a la costa cerca de Cefalú, donde Antonio Brancato, comandante de la sede del Cuerpo de Carabineros, tiene que hacer frente a una situación complicada: el viejo Francesco Barbaro, atrincherado en su casa de las afueras con un fusil de caza, amenaza con disparar a todo aquel que se acerque, incluido el párroco.
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EL JUGADOR (NAVONA)

Alexéi Ivánovich, el tutor de la familia del general Zagorianski, se ve arrastrado al vértigo del juego en la ciudad-balneario de Ruletemburgo, un escenario hostil habitado por almas deambulantes donde la fortuna y el destino se entrelazan de manera inextricable. A medida que Alexéi se entrega a la ruleta, la turbación de su espíritu, acentuada por sus sentimientos hacia Polina, la hijastra del general, hará saltar por los aires las relaciones de todos los personajes, atormentados por sus deseos y sobrepasados por la impotencia ante su ruina. Dostoievski despliega toda su genialidad en una cartografía de pasiones y obsesiones humanas que reflexiona sobre el poder que nuestros deseos incontrolables ejercen sobre nuestra suerte y voluntad. Una obra de profundo cariz autobiográfico que el autor escribió en menos de un mes con la intención de saldar las deudas de su propia adicción al juego y que ahora permite a Navona ampliar su catálogo de Ineludibles con una traducción inédita de Marta Rebón.
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EL JUICIO DE SALOMON

Estas cien páginas esconden nueve misterios que podrás resolver si eres lo suficientemente inteligente. Para ello, deberás ordenar las páginas de este libro usando tu ingenio. Solo así podrás descubrir a las nueve víctimas y a sus asesinos y ganar el juego.
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EL LABERINTO SENTIMENTAL

Somos inteligencias emocionales. Nada nos interesa más que los sentimientos, porque en ellos consiste la felicidad o la desdicha. Son lo más íntimo a nosotros, y lo más ajeno. Actuamos para mantener un estado de ánimo, para cambiarlo, para conseguirlo. No sentimos lo que querríamos sentir. Somos depresivos cuando quisiéramos ser alegres. Nos reconcomen las envidias, los miedos, los celos, la desesperanza. Desearíamos ser generosos, valientes, tener sentido del humor, vivir amores intensos, librarnos del aburrimiento, pero nos zarandean emociones imprevistas o indeseadas. Podría leerse la historia de nuestra cultura como el intento de contestar a una sola pregunta: ¿qué hacemos con nuestros sentimientos? El autor cree que, ante todo, conocerlos. Para ello se interna en el laberinto sentimental, con la colaboración de la psicología de última hornada y de la filosofía de todos los tiempos. Estudia cómo el niño construye su mundo sentimental, y cómo el adulto se encuentra viviendo en una casa tal vez inhabitable. En el laberinto se tropieza con ilustres visitantes: Rilke, Kafka, Proust, Sartre, Rimbaud, Kierkegaard, Don Nepomuceno, Carlos de Cárdenas y un misterioso personaje llamado G. M.
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