Cargada de acción y personajes inolvidables, la segunda parte de esta saga superventas que se ha convertido en un fenómeno en todo el mundo entusiasmará a la enorme base de fans de Sarah J. Maas. Celaena Sardothien se ha convertido en la campeona del rey, aunque dista mucho de ser leal a la Corona. El rey es perverso, y Celaena, atrapada en la red de intrigas y misterios del castillo de cristal, no puede confiar en nadie, ni siquiera en el príncipe Dorian, en el capitán de la guardia, Chaol, o en su amiga, la princesa Nehemia. Cuando algo absolutamente inesperado suceda, Celaena se verá obligada a decidir de una vez por todas a quién ofrecerle su lealtad… y por quién luchar.
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¡Se ha convocado el concurso más increíble del universo! Consigue una plaza en el campamento organizado por los deliciosos Broco Crispis, ¡los cereales de brócoli con sabor a chocolate! Con la ayuda de tus amigos y de tu inseparable hámster tendrás que superar las pruebas más locas: desde conseguir que una dragona zampona escupa fuego a ganarle una carrera a un minotauro.
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Llega la nueva saga de fantasía de la autora superventas número 1 del New York Times Lexi Ryan. Una princesa humana armada con el poder del beso de la muerte y una feérica fugitiva tratarán de matar a un malvado rey, pero en su camino se interpondrá una terrible profecía. La princesa Jasalyn guarda un secreto. Posee un anillo mágico que le concede el don del beso de la muerte, y Jas lo ha usado tras escapar de palacio por las noches para asesinar a sus enemigos. Felicity es una cambiaformas que necesita un milagro. Destinada a matar a su poderoso padre, hasta ahora solo ha usado su habilidad única para evitar que se cumpla una profecía mortal. Cuando los rumores de que el malvado rey Mordeus va a resucitar se extienden por la corte, Jasalyn decide acabar con él de una vez por todas. Felicity accede a adoptar la forma de la princesa, para que Jas pueda ir a matar a Mordeus sin que nadie lo sepa.
En esta historia única Belkis Marte nos cuenta cómo Alía y Hendry descubren, con el asombro más inesperado, bajo el manto de la lluvia fresca, un charco que de repente se transforma en una cara sonriente. Un charco mágico que se mueve traviesamente. Los niños convencen a su madre de que los deje salir a disfrutar de la lluvia. Se alistan, vestidos con sus capas de agua chubasqueros y coloridas botas de lluvia. Saltan. ¡Plas, plas, cataplás! Juegan y chapotean con el charco juguetón. La autora nos sumerge en esta trama emocionante, donde Alía y Hendry quedan fascinados con su nuevo amigo, entre juegos de saltos, salpicaduras de agua, vueltas y acrobacias. Y cuando la magia termina, ¡plof, plof, plof!, las lágrimas se deslizan por sus mejillas, pero guardan el secreto. Sonríen, sabiendo que volverá a llover, y la esperanza de otro encuentro con el charco se convierte en un presagio de felicidad.
El Enjambre es el testimonio de una generación que anhelaba la libertad durante la Transición y que destaca no solo por el retrato histórico, sino por las lecciones humanas. Medina no ofrece un análisis político, sino un relato lleno de vida, con el aroma de las calles, conversaciones de bares y profundas reflexiones. Un relato íntimo y conmovedor lleno de lecciones humanas que trascienden el tiempo, mostrando cómo la voluntad decidida puede superar cualquier obstáculo.
La responsabilidad social de las empresas puede parecer un gasto innecesario hasta que se comprueba lo que cuesta ser irresponsable. En La sociedad que no quería ser anónima comprobaremos cómo, en la era de la información, la gestión responsable y la ética empresarial son asuntos que representan una gran apuesta estratégica.
A través de un personaje ficticio, Amaro Cifuentes, director de Responsabilidad Social de una compañía cualquiera, se desentrañan las claves de esta función empresarial gracias a una mezcla sutil entre la realidad y la ficción, el día a día y el esperpento, la gestión ordenada y la ocurrencia caótica. Y es que el desafío en la responsabilidad social para cualquier compañía moderna tiene un nombre: anticipación. Sus beneficios tardan en llegar, pero son claros, como podrá asegurar cualquier directivo que haya tenido que gestionar una crisis.