Como artista puede decirse que José Alcántara posee una sensibilidad disciplinada, o sea abarcadora, apta para penetrar en cualquier arte y extraer de él las revelaciones necesarias que le permitan entenderlo y relacionarla con los demás. Estamos ante un humanista para el que nada es ajeno; ante un sociólogo que valoriza al hombre en su especificidad, pero sin someterlo a teorías preestablecidas. Pocos como él para entender el fenómeno particular y proyectarlo más allá de la razón, con lo que sus estudios críticos han podido llegar a un punto de iluminación poco frecuente en la historia del pensamiento en nuestro país. Después de Pedro Henríquez Ureña, nadie como él ha entendido el proceso de nuestra cultura y realizado una síntesis que, además de la condensación de los datos, deja abiertos los resquicios para que el espíritu se manifieste. Estamos, pues, ante un escritor que no es sólo escritor, sino que trata de apoderarse del secreto de todas las artes, sean éstas la música, la poesía, las artes plásticas, las que dependen del ritmo y de la palabra, con las que el hombre podrá representar es de nuevo su paraíso perdido. En cuanto al escritor en sí, Alcántara nos ha dado en su prosa lecciones de ética profesional que debemos tener muy en cuenta. De entrada, sabemos que él no se traiciona jamás y que si su palabra es bella es por lo que tiene de verdadera.
El pequeño Leo ha pasado un día genial: corriendo bajo la lluvia, saltando en charcos de barro… y al llegar a casa, ¡es hora del baño! Fuera botas, chaqueta y pantalón. Y a la bañera, con agua y jabón.
Una nueva colección de libros de cartón con el osito más tierno de Chris Chatterton. Un libro con mecanismos y pestañas ideal para sus pequeñas manitas.
Lady Ela Dalvi knows the exact moment her life was forever changed—when her best friend, Poppy, betrayed her without qualm over a boy, Lord Keston Osborn, heir to the Duke of Harbridge. She was sent away in disgrace, her reputation ruined.
Nearly three years later, eighteen-year-old Ela is consumed with bitterness and a desire for . . . revenge. Her enemy is quickly joining the crème de la crème of high society while she withers away in the English countryside. With an audacious plan to get even, Ela disguises herself as a mysterious heiress and infiltrates London’s elite. But when Ela lays eyes on Keston once again, she begins to question whether vengeance is still her greatest desire.
Desde que en 1962 viajó a América Latina por primera vez, Eric Hobsbawm mostró un interés apasionado por aquellas tierras, «donde la evolución histórica se producía a gran velocidad» y podía ser observada en el curso de una vida. De aquí que dedicase gran parte de su obra a estudiar unas gentes y unos países que pensaba que podían ser el próximo escenario de una revolución. A su muerte, en 2012, dejó encargado que se hiciese una compilación de estos estudios, una tarea que se ha encomendado al profesor Bethell, quien ha reunido aquí los recuerdos de sus viajes, los estudios sobre la persistencia del feudalismo, sus retratos de los campesinos como rebeldes y como revolucionarios, su visión de las revoluciones de México, Cuba y su punto de vista sobre la peculiar revolución militar de Perú, sobre la violencia en Colombia y sobre el Chile de Allende como esperanza y tragedia.
Zoey King siempre creyó que su destino estaba escrito: con una madre célebre por sus habilidades curativas, estaba segura de heredar el mismo poder. Pero a los diecisiete años, su vida da un giro inesperado cuando tiene una visión aterradora: la muerte inminente de un compañero de clase. Zoey no es una sanadora. Es una banshee.
Su nueva realidad la obliga a aceptar como tutor a Dylan Dae Park, un misterioso estudiante, que debe ayudarla a controlar su recién despertado don, pero su mera presencia la llena de inquietud, por razones que van más allá de la magia. Sin embargo, la tragedia que vio no deja a Zoey en paz. Así, descubrirá que Everfall está lleno de secretos oscuros y que algunos compañeros ocultan verdades más peligrosas de lo que jamás imaginó.
De todos los grandes forajidos del Viejo Oeste ninguno ha dejado una huella más duradera que William H. Bonney, también conocido como Billy the Kid. Algunos creen que su leyenda comenzó cuando murió a manos de Pat Garrett en la noche del 14 de julio de 1881, otros piensan que fue con su increíble huida de la prisión de Lincoln unos meses antes, mientras que, para otros, su origen está en la publicación del libro de Noble Burns en 1926. Esta temprana biografía, en parte novelada, fue escrita cuando el Kid aún vivía en la memoria colectiva de muchos participantes directos en los acontecimientos, con los que Burns se entrevistó.