Tom Bombadil es bajito y de rostro rubicundo, alegre y despreocupado, de buen corazón pero indiferente hacia los problemas del mundo exterior.
Es señor del Bosque Viejo, donde tiene un poder absoluto. Este espléndido y divertido poema nos ofrece acompañarle en sus aventuras y descubrir
una nueva vertiente del talento del maestro de la fantasía de todos los tiempos.
La primera novela de Sebastian Walker guarda extrañas similitudes con el hallazgo de dos cadáveres pertenecientes a unos niños desaparecidos hace décadas en Massachusetts. Su agente literario pretende aprovechar la noticia para promocionar sus libros, pero el escritor se opone por temor a lo que podría suceder.
Irene Roberts, una entusiasta periodista cultural, será la primera en comprender que realidad y ficción se entremezclan de forma sorprendente en la obra de Walker. ¿Se inspiró en ese caso para construir su historia? ¿Es posible que él tenga la clave del crimen? ¿Podría ser el asesino?
El escritor don Guillermo Bogarín sonríe satisfecho al pensar en el selecto grupo que ha logrado reunir: ha merecido la pena el trabajo dedicado durante meses a preparar ese tour por Europa. Apenas quedan dos días para el 25 de septiembre de ese año 1893 para que esos nueve viajeros partan de la estación de Lyon en París para recorrer, durante casi dos meses, parte de la Italia recién unificada, algunos territorios de Austria-Hungría y ciertos lugares de las nuevas fronteras del Imperio alemán. Son el arquitecto Jacobo Figueroa y su amigo, el ambicioso empresario Juan Álvarez-Caballero; el intransigente pintor impresionista Ferdinand Mercier, su buena amiga Jeanne Leroy, empresaria teatral de éxito tras la muerte de su marido, a quien acompaña su sobrino, el inconstante Henri Collet; la condesa rusa Karimova; la señora Dupont, propietaria junto a su marido de una editorial de música y promotora de jóvenes talentos de este arte, y Clara Balaguer, virtuosa violinista y una de sus representadas.
Kirsten está en el último curso de bachillerato. Es el momento de decidir su futuro. Pero ¿cómo puede avanzar si todavía no ha superado un trauma del pasado que le provoca ansiedad e inseguridad?
Tras tocar fondo, Kirsten se encuentra con un desconocido que decide ayudarla. Ella teme conocerlo, él quiere saberlo todo sobre ella, pero sus paseos se convertirán en un lugar seguro donde se sentirán libres para compartir lo que no son capaces de hablar con nadie más.
En Madrid se mata poco, pero cuando se mata puede convertirse en el peor de los infiernos. Elena Blanco lo sabe. Dirige la Brigada de Análisis de Casos, el departamento que se ocupa de los crímenes más complicados y abyectos. Es una inspectora atípica, ama el karaoke, el sexo con desconocidos en aparcamientos públicos y la grappa. Pero tambien tiene una cámara oculta en su balcón que graba la calle veinticuatro horas al día. Cada noche, revisa estas imágenes buscando respuestas a su gran secreto, un caso que nunca ha podido olvidar.
En abril de 1912, la adinerada viuda de Peñasco tuvo un mal presentimiento mientras almorzaba en su palacete de Madrid. Algo les había pasado a su único hijo y su nuera, a quienes en ese momento creía en París, disfrutando de su luna de miel. La dama no se equivocaba: a pesar de las advertencias que les había hecho, los recién casados se habían embarcado en el que se creía el barco más seguro del mundo y sin duda era el más lujoso: El Titanic. Pocos días después las funestas nuevas llegaron a la mansión de la viuda: su hijo había perecido y su nuera estaba sana y salva, pero rota de dolor en Nueva York.