«Si hubiera vivido un poco más, apenas tres años, Joseph Roth habría asentido ante la escena de Casablanca en la que el mayor Strasser le pregunta a Rick por su nacionalidad. "Soy un borracho", responde este. Roth habría respondido igual si alguien le hubiera preguntado. Todos sus lectores lo sabemos porque lo dejó clarísimo en sus libros, en sus dibujos y en lo que los biógrafos han descubierto de su vida. También sabemos que no le preguntaron por su nacionalidad, porque Roth fue uno de los miles de apátridas que se morían del asco en la Francia a punto de rendirse ante Alemania. En un país lleno de refugiados con pasaporte Nansen (cuyo papel era tan malo que se deshacía al segundo trámite), la gente había perdido la costumbre de preguntarse por nacionalidades que ya no existían. "Así soy realmente: maligno, borracho, pero lúcido. Joseph Roth", escribió en la dedicatoria de un autorretrato que se hizo en París en noviembre de 1938, seis meses antes de su muerte».
«Con mucha probabilidad, yo no me habría convertido en escritor si no hubiera leído a Franz Kafka, o si la obra de Franz Kafka no existiese. Si intento borrar la obra de Kafka de mi alma, me quedo sin vocación literaria. [...] Mi primera recomendación es leer, como primer plato, las tres narraciones largas de Kafka: "América", "El proceso" y "El castillo", por este orden. Y luego el diario, los cuentos, la carta al padre, los epistolarios, en fin, la obra completa. Kafka te manda amorosamente que te leas su obra completa. No te lo manda. Tú sientes esa necesidad, por una razón bien simple: cualquier frase de Kafka es un prodigio de la vida. Por eso acabas leyéndote no solo la obra completa sino todo cuanto se ha escrito sobre él».
Balzac aborda cuatro temas de novela en uno solo: el amor desinteresado y heroico de una cortesana por un apuesto joven; la asociación de ese apuesto joven con un personaje de dudosa moral que le ayuda a navegar las turbias aguas de la vida parisina; el lúbrico deseo de un anciano por una mujer hermosa; y los terribles enfrentamientos de un exconvicto con la policía. El autor convoca a los personajes de sus novelas anteriores, retoma temas que lo obsesionan, pero los trata con un estilo nuevo, el de la novela popular y el folletín. Honoré de Balzac (1799-1850) es uno de los autores más singulares e importantes del siglo XIX. Amante del lujo y de los placeres de la existencia, llevó una vida tan exagerada e impetuosa como su propia e ingente obra.
Último libro de Pedro Salinas (1891-1951) publicado en España en vida de su autor, "Razón de amor" aparece en 1936, el mismo año en que da comienzo el largo exilio americano del poeta. Dividido en dos partes, la primera de las cuales fluye como un largo poema, el poemario -cuyo título procede de un poema anónimo del siglo XIII que describe el encuentro de dos enamorados en un huerto florido- prolonga el tema de la separación de los amantes iniciado ya al final de "La voz a ti debida", solo que aquí cobra un nuevo tono la voz del poeta, quien, por medio de la evocación, trata de exorcizar la ausencia de la amada. Como afirma Soledad Salinas de Marichal en la introducción del presente volumen, «se diría un diario íntimo y también una poesía de conjuros, dirigida a recordar, pero también a recobrar, el amor perdido para devolverlo a la realidad presente».
Percy Bysshe Shelley (1792-1822) fue, junto con Coleridge, Wordsworth, Keats y Byron, uno de los cinco grandes autores del romanticismo inglés. Perteneciente a la segunda generación del movimiento, buscó, en la estela de Coleridge, una poesía que explotase al máximo el poder simbólico de la imaginación, abogando por el lenguaje sonoro y de gran fuerza literaria que situó algunas de sus composiciones entre los clásicos indiscutibles de la poesía europea. El "Prometeo liberado" (junto con "Adonais", la hermosísima elegía dedicada en su muerte a su rival estético, John Keats) supuso la más alta creación simbólica de Shelley. Escrito ante las ruinas romanas de Caracalla en 1819, se trata de un poema dramático dividido en cuatro actos, y constituye un alegato alegórico en favor de la libertad, que era para el poeta el principal valor del mundo y los seres humanos.
Vernon Lee, seudónimo de la británica Violet Paget, nació en 1856 en Boulogne-sur-Mer (Francia), y murió en San Gervasio Bresciano (Italia) en 1935. En la literatura fue precoz y brillante desde época temprana, quedando su vida marcada por una educación cosmopolita y una gran curiosidad que se verían reflejadas en la calidad de sus ensayos y en las documentadísimas ambientaciones de sus obras de ficción. Los seis relatos que recoge este volumen son "Oke de Okehurst o un amante fantasma", "Amour Dure", "Esa maldita voz", "La leyenda de madame Krasinska", "Dionea" y "La virgen de los siete puñales" y se cuentan entre las obras mejor perfiladas de la autora, como lo prueban su vigente popularidad y su continua reedición desde que fueron publicados por primera vez.