Cuidar de un lujoso apartamento en el barrio más exclusivo de Manhattan parece un trabajo ideal para Jules Larsen, especialmente ahora que acaba de quedarse sin novio, sin casa y sin trabajo. Así que, a pesar de las peculiares normas que le han impuesto, se muda a su nuevo apartamento sin dudarlo. Cuando extraños sucesos empiezan a ocurrir, Jules piensa que son imaginaciones suyas. Sin embargo, poco a poco será innegable que tras la fachada de este magnífico edificio y de los amables vecinos que viven en él se enconden muchos secretos. Y será Jules la única que esté ahí para desentrañarlos.
Bienvenido a tu nuevo hogar… del que quizá nunca salgas.
El invierno ha llegado a los jardines de Santa Rita. Nuevas intrigas acechan a los habitantes del balneario. La hija de uno de los residentes ha confesado el asesinato de su exmarido, un cineasta de dudosa reputación, pero la inspectora Lola Galindo siente que hay algo que no encaja. El excomisario Robles comienza a investigar un plan que podría desembocar en un asesinato en la comunidad. La sobrina de Sofía, Greta, consigue por fin desvelar el último misterio de la historia de su familia y, con él, el origen de la "maldición" de Santa Rita, sacando a la luz los secretos que se creían ya sepultados para siempre.
En un pasado lejano, no la llamábamos Hiroshima, sino Ashihara. Era un amplio delta cubierto de juncos». Así comienza la descripción que la escritora Ota Yoko hace del paisaje de su ciudad natal antes de que, el amanecer del 6 de agosto de 1945, la primera bomba atómica que descendía sobre el mundo lo cambiara para siempre. En un instante, un destello de luz verde azulada dejó tras de sí cientos de miles de muertos, una cifra superior de heridos, los edificios derruidos y la tierra quemada. Apenas unos días después, Japón resolvía su rendición absoluta: la guerra había terminado, pero, como remarca la autora, la vida continuaba.
Ciudad de cadáveres es el grito agónico de una víctima apremiada por la urgencia de plasmar por escrito la devastación, el horror, la desesperación y el caos de los que ha sido testigo.