Yannis Ritsos, una de las mejores voces de la lírica europea, creó una serie de monólogos de excepcional sutileza, con los que consigue trasladar a nuestros días el pathos de la tragedia griega. En esta pieza da voz a Perséfone, la diosa de la antigua mitología griega a la que Hades, el dios del inframundo, rapto´ cuando era una doncella inocente. Gracias al poeta conocemos su cautiverio, al que ha aprendido a acostumbrarse, la compasión que le inspira incluso el leal perro al que su amo ha encargado vigilarla, y nos asomamos asi´ a la invisible suerte de muchas cautivas de ayer. Con esta obra proseguimos la publicación de los soliloquios dramáticos del autor en versión de Selma Ancira.
Cuando tenía diecisiete años, Alice pasó un verano en una casa en el lago con su abuela Nan. Fue allí donde tomó la foto de tres adolescentes sonrientes en una lancha motora amarilla, la imagen que le cambió la vida.
Ahora, como fotógrafa, se siente más cómoda dejando que otros brillen. Sin embargo, últimamente le apetece un cambio, así que idea un plan para Nan y para ella: otro verano en ese lugar mágico, Barry’s Bay.
Sin embargo, tan pronto como se instalan, su paz se ve interrumpida por el rugido de una conocida lancha amarilla, y el hombre que la conduce.
Charlie Florek tenía diecinueve años cuando Alice lo fotografió. Ahora ha crecido y es un sinvergüenza encantador, y los días soleados y las cálidas noches en el lago con él son un bálsamo para su alma. Pero cuando Alice levanta la vista y ve su penetrante mirada verde clavada directamente en ella, empieza a preocuparse…
Porque a ella se le da bien ver a la gente, pero nunca ha conocido a alguien que le devuelva la mirada.
Feyre regresa a la Corte Primavera, decidida a reunir información
sobre los planes de Tamlin y del rey invasor que amenaza con destruir
Prythian. Para esto deberá formar parte de un peligroso, e incluso letal,
juego de engaño. Un juego en el que un simple error podría condenar
no solo a Feyre sino también a todo el mundo a su alrededor.
A medida que la guerra avanza sin tregua, Feyre deberá posicionarse
como alta fae y luchar por controlar y dominar sus dones mágicos;
tendrá que determinar en cuáles de los deslumbrantes altos lores puede
confiar y necesitará buscar aliados en los lugares más insospechados…
Porque llegan tiempos oscuros, en los que la tierra se teñirá de
rojo mientras majestuosos ejércitos luchan por apoderarse del único
objeto que podría destruirlos a todos.