En los años de entreguerras, un transatlántico, el Virginian, recorría las rutas entre Europa y América, con una carga de millonarios, de turistas, de emigrantes...
En el Virginian tocaba cada noche un pianista extraordinario, llamado Novecento, con una técnica maravillosa, capaz de arrancar notas mágicas, inauditas.
Cuatro novelas imprescindibles de Miguel de Unamuno reunidas en un único volumen. Las cuatro novelas aquí reunidas -Niebla, Abel Sánchez, La tía Tula y San Manuel Bueno, mártir- son consideradas, casi unánimemente, como las más destacables de su autor. Son también, sin duda, las más ampliamente conocidas, y las cuatro sumadas bastan para asegurarle el lugar excéntrico pero inesquivable que ocupa en el irregular panorama de la narrativa española del siglo XX. Pese a que sus protagonistas son, respectivamente, un alma cándida, un penitente, una virgen y un sacerdote, sus destinos carecen, hoy todavía más que en su día, de toda ejemplaridad, como carecen también de ejemplaridad, aunque en otro orden, las estrategias empleadas para narrarlos. Y esta es probablemente la razón que los sigue haciendo portentosos y atractivos.
Trick E. Dixon es un cuáquero, amante de la paz y convencido del carácter sagrado de la vida humana, que no tiene el menor inconveniente en aplicar la noción de defensa propia a la matanza de mujeres y niños desarmados. Es un maestro de la política, y en su rostro hay siempre una desdeñosa expresión de honradez, pero ello no le impide entrar en batalla con los boy scouts ni declarar la guerra al gobierno pro-pornografía de Dinamarca, confiando siempre en la indiferencia básica de los votantes.
PHILlP ROTH es uno de los escritores estadounidenses más leídos e influyentes de los últimos tiempos. La calidad de su obra está avalada por premios como el National Book Award o el Pulitzer, y cada nueva obra suya despierta expectación en todo el mundo.
Toni Morrison, ganadora del Premio Nobel de Literatura 1993, parte de la realidad de una chiquilla desgraciada para tratar temas como el concepto de belleza impuesto, la voz femenina o la infancia truncada, y lo consigue con una historia dura y deliciosa al mismo tiempo.
Pecola es una niña pequeña que vive con sus padres y tiene una prima que se llama Claudia. Le gustan las muñecas y las caléndulas, que no le gustan a nadie excepto a ella. Pecola es negra y cree que es fea porque no se parece a Shirley Temple. Y tiene un truco para desaparecer cuando sus padres se pelean o su padre la molesta por las noches: piensa que tiene unos preciosos ojos azules, que todo el mundo admira su belleza y que las otras niñas la envidian. Pero ese sueño nunca se convertirá en realidad y Pecola seguirá atrapada en la triste vida que le ha tocado en suerte.
Con la llegada del rico y apuesto señor Darcy a su región, la vida de los Bennet y sus cinco hijas se vuelve del revés. El orgullo y la distancia social, la astucia y la hipocresía, los malentendidos y los juicios apresurados abocan a los personajes al escándalo y al dolor, pero también a la comprensión, el conocimiento y el amor verdadero.
Una noche de otoño, unos pescadores descubren un cadáver en la playa del Chivo, en La Habana. La víctima, Miguel Forcade Mier, ha sido asesinada con una saña brutal, casi inexplicable. Este crimen removerá una antigua trama de corrupciones y viejas ambiciones frustradas, ya que, en efecto, en los años sesenta Forcade había dirigido oficialmente las expropiaciones de bienes artísticos requisados a la burguesía tras la Revolución. Pero, después de acumular poder, influencia y, seguramente, no pocas envidias y resentimientos, en 1978 Forcade decidió, sin motivo aparente, sumarse al exilio de Miami. Sin embargo, poco antes de su asesinato, había vuelto misteriosamente a Cuba, casi como si hubiera querido recuperar algo muy valioso y cuya existencia sólo él conocía. Como el caso se presenta delicado, ¿quién mejor para dar con el asesino que el teniente investigador Mario Conde, viejo zorro en esos menesteres, al parecer sin nada ya que perder?
Publicada postumamente en 1964, París era una fíesta es la obra más personal y reveladora de Hem-ingway, quien, ya en el crepúsculo de su vida, narra los dorados, salvajes y fructíferos años de su juventud en el París de la década de los veinte, en compañía de escritores como Scott Fitzgeraid o Ezra Round, la llamada «generación perdida» —según la popular denominación acuñada en aquella época por Gertrude Stein, la mítica madrina del grupo—. Crónica de la formación de un joven escritor, retrato de una ciudad perdida, oda a la amistad y verdadero testamento literario, París era una fíesta es uno de los libros capitales para entender el siglo XX, así como el universo y la personalidad de uno de sus más grandes creadores.
Pasado perfecto: Una insistente llamada de teléfono arranca de su resaca al escéptico teniente Mario Conde. Su jefe en la Central le llama para encargarle un caso: Rafael Morín, jefe de la Empresa de Importaciones y Exportaciones del Ministerio de Industrias cubano, falta de su domicilio desde el día de Año Nuevo. Casualmente, el desaparecido es un antiguo compañero de estudios de Conde, y ya entonces destacaba por su brillantez y autodisciplina. Por si fuera poco, este caso enfrenta al teniente con el recuerdo de su antiguo amor por Támara, ahora casada con Morín.
Leonardo Padura (La Habana, 1955) ha publicado ensayos, cuentos y novelas, entre ellas El hombre que amaba a los perros. Es conocido sobre todo por la serie de novelas policiacas protagonizadas por el detective Mario Conde, merecedoras de premios como el Café Gijón 1995, el Premio de las Islas 2000 y el Premio Hammett 2005. Aclamada por los lectores y por la crítica más exigente, la Serie Mario Conde consta de seis títulos: Pasado perfecto, Vientos de cuaresma, Máscaras, Paisaje de otoño, Adiós, Hemingway y La neblina del ayer.
Este breve libro, en donde la alegría y la pena son gemelas, cual las orejas de Platero, estaba escrito para....¡qué sé yo para quién!... para quien escribimos los poetas líricos... Ahora que va a los niños, no le quito ni le pongo una coma.¡Qué bien! «Dondequiera que haya niños -dice Novalis-, existe una edad de oro.» Pues por esa edad de oro, que es como una isla espiritual caída del cielo, anda el corazón del poeta, y se encuentra allí tan a su gusto, que su mejor deseo sería no tener que abandonarla nunca. ¡Isla de gracia, de frescura y de dicha, edad de oro de los niños; siempre te halle yo en mi vida, mar de duelo; y que tu brisa me dé su lira, alta y, a veces, sin sentido, igual que el trino de la alondra en el sol blanco del amanecer! EL POETA, Madrid,1914.
Entre dos jóvenes de dieciséis años –Hans, nacido en una familia judía, y Konradin, rico aristócrata– surge una intensa amistad cuando coinciden en una selecta escuela de enseñanza media. Nos hallamos en la Alemania de 1932. Sin embargo, al cabo de apenas un año, todo habrá acabado: con el ascenso de Hitler al poder, Konradin entra a formar parte de las fuerzas nazis mientras Hans huye al exilio. Tan sólo mucho tiempo después, Hans, instalado en Estados Unidos, «reencontrará», en cierto modo, a su viejo amigo.