Un interesante ajuste de cuentas de Mario Conde con su vida y con sus ídolos literarios, pero también una punzante e inolvidable recreación del Hemingway ególatra y contradictorio, acorralado por sus recuerdos y remordimientos, en los días previos a su suicidio. En la memoria de Mario Conde todavía brilla el recuerdo de su visita a Cojímar de la mano de su abuelo. Aquella tarde de 1960, en el pequeño pueblo de pescadores, el niño tuvo la ocasión de ver a Hemingway en persona y, movido por una extraña fascinación, se atrevió a saludarlo. Cuarenta años más tarde, abandonado su cargo de teniente investigador en la policía de La Habana y dedicado a vender libros de segunda mano, Mario Conde se ve empujado a regresar a Finca Vigía, la casa museo de Hemingway en las afueras de La Habana, para enfrentarse a un extraño caso: en el jardín de la propiedad han sido descubiertos los restos de un hombre que, según la autopsia, murió hace cuarenta años de dos tiros en el pecho. Junto al cadáver aparecerá también una placa del FBI.
Un texto auténtico, emocionante y cómplice sobre la vida y sobre el duelo que te atrapará desde sus primeras páginas. Sentirás que ha sido escrito sólo para ti, como siempre sucede con la buena literatura.
Cuando Rosa Montero leyó el maravilloso diario que Marie Curie comenzó tras la muerte de su esposo, incluido al final de este libro, sintió que la historia de esa mujer fascinante le llenaba la cabeza de ideas y emociones. La ridícula idea de no volver a verte nació de ese incendio de palabras, de ese vertiginoso torbellino: «Éste es un libro sobre la vida… apasionado y alegre, sentimental y burlón.»
Al hilo de la extraordinaria trayectoria de Curie, reflejada aquí en sus aspectos más desconocidos, Rosa Montero construye una narración a medio camino entre el recuerdo personal y la memoria de todos, el análisis de nuestra época y la evocación íntima; habla de la superación del dolor, de las relaciones entre hombres y mujeres, del esplendor del sexo, de la ciencia y de la ignorancia, de la fuerza salvadora de la literatura y de la sabiduría de quienes aprenden a vivir con plenitud y ligereza.
Después de años de colonización, la familia Girard acepta la controvertida decisión de su país, Francia, de ceder a España en 1763 parte de las indómitas tierras del Misisipi; sin embargo, sufrirá las consecuencias de las rebeliones de sus compatriotas contra los españoles, la guerra de norteamericanos contra ingleses por la independencia de los Estados Unidos y la lucha desesperada de los nativos indios por la supervivencia de sus pueblos. En unos tiempos tan convulsos, Suzette Girard e Ishcate, indio de la tribu kaskaskia, librarán su propia batalla: preservar su amor de las amenazas del mundo que les ha tocado vivir. Todo ello conforma una novela cautivadora y monumental que atraviesa las cuatro décadas en las que España poseyó las legendarias tierras de Luisiana.
Eran cómplices de aventuras. Como Los Cinco, esas novelas juveniles de unos amigos inseparables. Lo fueron hasta que un segundo lo cambió todo. Los veranos de la infancia, la vida sin prisas y aquella amistad que parecía eterna estalló en un coche una madrugada de invierno. El peso de la culpa dinamitó sus sueños y dejaron de verse. Pero la delirante promesa de celebrar juntos el cuarenta cumpleaños de un muerto volverá a reencontrarlos veintiún años después. Ha pasado demasiado tiempo. Se han convertido en desconocidos, pero todos deciden cumplir y pasar cuatro días juntos para redescubrirse y comprobar que más allá de la muerte, más allá del dolor, está la vida y esa amistad que les pertenece y ha dado valor a su supervivencia.
Los jóvenes héroes de esta novela intentan entender el mundo que los rodea: Anna y Omeir se encuentran en lados opuestos de las magníficas murallas de Constantinopla durante el asedio de la ciudad en 1453; el idealista Seymour está inmerso en un atentado contra una biblioteca en una pequeña ciudad de Idaho en la actualidad, y, en un futuro no muy lejano, Konstance viaja a bordo de una nave interestelar que se dirige a un nuevo planeta. Todos ellos son soñadores que encuentran fuerza y esperanza en la adversidad... y todos están unidos por un libro escrito en la antigua Grecia que narra un viaje excepcional.
La edición ampliada y definitiva de las memorias de Pablo Neruda.
En estas memorias Pablo Neruda narra los principales episodios de su vida y las circunstancias que rodearon la creación de su obra. Con la potencia verbal que caracteriza sus mejores escritos, expone tanto su concepción del arte y de la escritura como los motivos que lo llevaron a defender sus conocidas posiciones políticas, al tiempo que rememora su relación con personajes destacados, entre ellos, Federico García Lorca, Rafael Alberti y Miguel Hernández.
Neruda fue un testigo privilegiado de la historia del siglo xx y un poeta de muchas vidas. Confieso que he vivido, su proyecto autobiográfico más ambicioso, construye el relato de una experiencia vital que refleja el devenir político, social y cultural de un continente.
Una bellísima novela sobre el eterno problema del amor, con la verdad que ofrece un conocimiento profundo del alma humana.
Un viejo campesino calabrés llega a casa de sus hijos en Milán para someterse a una revisión médica. Allí descubre su último afecto, una criatura en la que volcar toda su ternura: su nieto, que se llama Bruno, como a él le llaman sus camaradas partisanos. Y vive también su última pasión: el amor de una mujer que iluminará la etapa final de su vida concediéndole toda su plenitud.
El carcelero tiene su carcelero y éste al suyo y así al infinito. Tú y yo somos los eslabones finales de una larga cadena de sumisiones. Así está ordenado el mundo, mi joven amigo.¿Hay otra salida?. Eso dice el protagonista de uno de los nueve cuentos que integran esta obra, por donde Carolina Grau transitará como presencia sutil, como persona, como fantasma y como enigma, trazando siempre un fino halo de misterio. Los lectores se preguntarán si lo que leen son hechos de la imaginación, fragmentos de sueños o terribles realidades que permanecieron ocultas. La distancia y la cortesía permiten que el horror subyacente se manifieste de una manera más fría y poderosa, no como sueño de la razón sino como vigilia de la semi razón. La realidad también son las palabras, aunque a veces sirven de aplazamiento entre un horror y el siguiente.
Un poderoso empresario decide llevar adelante su propia lucha contra el tráfico de droga y los narcos, y ganarles la partida con su mismo juego, siendo más criminal que ellos. En esta novela de Carlos Fuentes, como a veces en la realidad, todo se derrumba.
Ciudades perdidas, callampas, villas miseria, favelas, todas son lo mismo. Eso lo sabe Adán Gorozpe, cínico arribista que pasó de pobretón estudiante a poderoso mandamás gracias a un afortunado “braguetazo”, y también Adán Góngora, ministro a cargo de la seguridad nacional que ha puesto en marcha una estrategia espeluznante que incluye alianzas con criminales, encarcelamiento de inocentes y uno que otro asesinato.
Un día, Góngora le propone a Gorozpe asociarse para elevar su juegp al más alto nivel: “¿Qué tal si usted y yo, tocayo, apoyamos a un candidato imposible para la primera magistratura del país?”. Ese candidato, claro, sería Gorozpe. Sólo que para ese momento, él lo sabe, deberá deshacerse de Góngora, o al menos neutralizarlo. ¿Cómo proceder contra tan formidable adversario? ¿Cómo detener el remolino que arrastra al país hacia la cloaca?
En el año 1984 Londres es una ciudad lúgubre en la que la Policía del Pensamiento controla de forma asfixiante la vida de los ciudadanos. Winston Smith es un peón de este engranaje perverso, su cometido es reescribir la historia para adaptarla a lo que el Partido considera la versión oficial de los hechos... hasta que decide replantearse la verdad del sistema que los gobierna y somete.