Elena es una chica responsable, nada alocada e incapaz de sacrificar su futuro profesional por una relación. Tiene un archienemigo desde el colegio al que llama «el Indeseable»…, y acaba de despertar junto a él en su cama después de la boda de su mejor amiga.
Marcos lleva toda la vida sacando de quicio a Elena con sus comentarios de sobrado y sus ojos azules como el mar. Quiere olvidar los malos rollos y dejarse llevar durante el verano por una atracción irresistible antes de volver a Londres. Y aunque Elena intenta ignorarle, Marcos es tan obstinado como sexy y la química entre ellos resulta inevitable.
El inspector Pàmies, a cargo de la investigación de un macabro crimen en un granero, ha desaparecido. A la búsqueda sin tregua emprendida por Héctor y Marcos, se suma el detective Nico Ros, todavía convaleciente, y la fiel Cas. Mientras tanto, un asesino está sembrando de terror y muerte la comarca.
Una granja lúgubre, una ermita recóndita, un circo con mucho que esconder, mensajes esotéricos, silencios sospechosos, secretos enterrados… A esto y mucho más se enfrentará el detective Ros, días después de los hechos narrados en Marismas.
Algo pone el mundo de Alexis Montgomery patas arriba. La causa: Daniel Grant, un carpintero ridículamente sexy, diez años más joven que ella y tan informal como parece. Todo lo contrario de la sofisticada chica de ciudad que es Alexis. Y, sin embargo, la química entre ambos es innegable.
Si bien los millonarios padres de Alexis quieren que ella continúe con el legado familiar y se convierta en una cirujana de renombre mundial, Alexis no parece necesitar ni gloria ni fama. Le parece bien con llegar a ser una doctora de urgencias.
Y cada minuto que pasa con Daniel descubre lo que realmente es importante. Sin embargo, dejar que su relación se convierta en algo más que en una aventura a corto plazo significaría darle la espalda a su familia y renunciar a la oportunidad de ayudar a miles de personas.
Llevar a Daniel a su mundo es imposible y, a la vez, tampoco puede renunciar a la alegría que ha encontrado a su lado.
INTROVERTIDO. CAUTELOSO. EXTREMADAMENTE CORRECTO.
Kai depende de una votación para convertirse en el CEO de su imperio familiar, por lo que el billonario no puede permitirse el lujo de distraerse con Isabella. Sofocado por responsabilidades y promesas, cuando están juntos siente que finalmente puede respirar.
AUDAZ. IMPULSIVA. ALEGRE.
Isabella no ha asistido a una sola fiesta en la que no fuera el centro de atención ni ha conocido a un hombre al que no
pueda enamorar…, excepto a Kai, que es miembro del club exclusivo en el que trabaja como camarera.
Pero aunque les cueste todo lo que tienen, no pueden resistirse a caer en la tentación de sus deseos prohibidos.
INTROVERTIDO. CAUTELOSO. EXTREMADAMENTE CORRECTO.
Kai depende de una votación para convertirse en el CEO de su imperio familiar, por lo que el billonario no puede permitirse el lujo de distraerse con Isabella. Sofocado por responsabilidades y promesas, cuando están juntos siente que finalmente puede respirar.
AUDAZ. IMPULSIVA. ALEGRE.
Isabella no ha asistido a una sola fiesta en la que no fuera el centro de atención ni ha conocido a un hombre al que no
pueda enamorar…, excepto a Kai, que es miembro del club exclusivo en el que trabaja como camarera.
Pero aunque les cueste todo lo que tienen, no pueden resistirse a caer en la tentación de sus deseos prohibidos.
Poderoso. Brillante. Ambicioso.
Dominic Davenport se convirtió en el rey de Wall Street a base de sangre, sudor y lágrimas.
Lo tiene todo: una enorme casa, una hermosa esposa y más dinero que podría gastar en su vida.
Pero no importa cuánto acumule, nunca es suficiente, y enfocado en siempre tener más, aleja a la única persona que siempre estuvo a su lado.
Y cuando se va, Dominic se da cuenta de que hay cosas más importantes que riquezas y gloria... pero ya es tarde.
La tuvo, la perdió y hará cualquier cosa por recuperarla.
***
Amable. Inteligente. Reflexiva.
Alessandra Davenport ha desempeñado el papel de esposa perfecta durante años.
Acompañó a su marido mientras construía su imperio, pero ahora que han llegado a la cima, se da cuenta de que ya no es el hombre del que se enamoró.
Cuando le queda claro que siempre estará en segundo lugar después de su trabajo, decide ponerse a sí misma en primer lugar, incluso si eso significa dejar al único hombre que ha amado.
Dominic Davenport se convirtió en el rey de Wall Street a base de sangre, sudor y lágrimas.
Lo tiene todo: una enorme casa, una hermosa esposa y más dinero que podría gastar en su vida.
Pero no importa cuánto acumule, nunca es suficiente, y enfocado en siempre tener más, aleja a la única persona que siempre estuvo a su lado.
Y cuando se va, Dominic se da cuenta de que hay cosas más importantes que riquezas y gloria... pero ya es tarde.
La tuvo, la perdió y hará cualquier cosa por recuperarla.
Tanner ha pasado toda su vida yendo de un lugar a otro, sin pertenecer a ninguna parte. Cuando su abuela, poco antes de morir, revela el nombre y el lugar donde vivía el padre que nunca conoció, decide visitar Asheboro para dejar el pasado atrás y seguir con su vida.
Kaitlyn sabe exactamente a donde pertenece. En Asheboro ha construido una vida para ella y sus hijos de la que está orgullosa, especialmente después de la crisis del divorcio. Pero cuando conoce al misterioso y atractivo Tanner no puede evitar sentir que algo faltaba en su vida hasta ahora.
Jasper nunca volverá a sentir que pertenece a ningún lugar. Pasa sus días solo, atormentado por el trágico accidente que le arrebató lo que más quería, con la única compañía de su viejo perro Arlo.
Los mundos de estos tres seres están a punto de colisionar, un encuentro imprevisto que cambiará para siempre la trayectoria de sus vidas. Porque hay caminos que se cruzan, otros se fusionan... y unos pocos te llevan a casa.
Olivia tiene treinta años y está perdida. Acaba de divorciarse, ha dejado su trabajo y se ha mudado a Madrid.
En la ciudad no tiene nada. Bueno, sí, tiene a su amiga Camila ―proyecto de sexóloga― y a Cris. Así que, en verdad, lo tiene todo.
Tiene todo lo que necesita para encontrarse, pero eso, de momento, no lo sabe. De momento solo sabe que la vida es una montaña rusa en la que descubrirá el buen sexo ―y el malo―, el amor ―y el desamor― y perseguirá un sueño que tal vez no llegue a cumplir.
Por lo menos no está sola. ¿Te atreves a perderte con ella en la ciudad?