Not since childhood has Faraz returned to the Mohalla, in Lahore’s walled inner city, where women continue to pass down the art of courtesan from mother to daughter. But he still remembers the day he was abducted from the home he shared with his mother and sister there, at the direction of his powerful father, who wanted to give him a chance at a respectable life. Now Wajid, once more dictating his fate from afar, has sent Faraz back to Lahore, installing him as head of the Mohalla police station and charging him with a mission: to cover up the violent death of a young girl.
Justiniano Estévez Aristy, escritor dominicano cuyo lugar de nacimiento es San Rafael del Yuma. Ha publicado 19 obras literarias en diversos géneros literarios. Ha merecido 11 máximos galardones literarios, ganando el primer lugar en poesía, cuento y ensayo. Su nombre ha aparecido en diversas antologías. Además de escritor, es locutor, articulista, director del periódico El Observador, abogado, editor y compositor. Varios artistas han grabado sus temas, entre ellos Giovanny Medina, Ramón Leonardo y la artista cubana Ana María Pedraza. Es director de la Junta Cultural Dominicana. En varias ocasiones ha sido reconocido por el Ministerio de Cultura de la República Dominicana. Con la obra En primera persona del barrio singular, el bardo oriental completa textos narrativos concatenados con la temática barrial, dando un muestrario de narrador creativo,
muy innovador, imponente y memorable.
Si hay un relato que sin duda derrumba la visión idílica y edulcorada de la maternidad, ese es sin duda Fugaz. Su protagonista vive el embarazo y la crianza como una huida hacia delante, una forma de soltar amarras en la que cada etapa es un nuevo comienzo, un aprendizaje para el que nadie la ha preparado. Lo cierto es que no todo son sinsabores en la relación de esta joven madre con su recién nacido, pero en este viaje, una aventura a través del territorio argentino, el lector verá crecer a ese niño, reclamar el pecho de la madre hasta dejarla exhausta, y a ella desesperarse e incluso dudar de esa vida sin asideros. Hasta que madre e hijo recalan en un lejano lugar de la costa argentina, donde nadie sabe por qué, como una macabra ofrenda de la tierra, las ballenas quedan varadas.